Creo que no dije mi nombre, que descuidado, me llamo Mauro Monzón, y soy medio pelotudo a veces.
Empezó un día que parecía ser igual que todos.
Abrí los ojos y estaba mi novia "Eme" (así le decimos pero se llama Emma) con su mejor cara de recién despierta.
—¡Buen día mi amor!— Me dijo al notar que desperté. Se acercó a mi cara y me dió un mini beso en los labios.
—Buen día.— Le sonreí.
Sacó las frazadas de encima suyo. Suspiró —Que lindo día, ¿vistee?—Se puso de pie.
Solté una risita y miré hacia la ventana la cual estaba cubierta por la cortina blanca.
—Sí, es verdad.— Sonreí.
—Bueno, vamos a desayunar porque la panza no se llena sola.
Asentí. —Voy al baño.— Salí de la cama y fui hasta donde nombré antes.
Después de eso, tranquilamente fui al comedor, dónde se encontrarían todos mis amigos.
Bueno, hay un detalle que no conté…
Eme y yo vivimos con nuestros mejores amigos, en una casa re grande y moderna. A mí me gusta mucho vivir acá con ellos. Me gusta que haya gente dando vueltas todo el tiempo. Hacen que la casa nunca sea aburrida. Me hacen feliz.
Los integrantes son:
Eze (Nombre real Ezequiel) Mora, Camila, Dogo (Diego), Giovanni, Julián, Tiago, Eme y yo.
En el comedor estaba Mora y Eze hablando en una esquina. (Ni se nota que se tienen ganas), Gio y Juli jugando a las cartas mientras toman vino (Sí, ellos desayunan vino. El que tiene plata desayuna como quiere) Eme y yo desayunando mientras charlamos con Camila y Dogo y Tiago a mi lado escuchando la conversación.
Cuando me distraigo, lo miro al corte de taza (Tiago) y le sonrío. Él imita mi acción.
—Mau.— Me habló bajito.
—¿Qué?
—Tengo un regalo para vos.
Abrí los ojos en modo de sorpresa y sonreí.
—¿Qué es?
—No puedo decirte, es un regalo.— Se hizo el misterioso.
—Quiero verlo.— Dije intrigado.
—Después, más a la noche.
—¿Qué? ¿por qué? ¡mostrame ahora!
—No, no, no, tené paciencia nene.
Reí y me mordí el labio.
—Bueno.— Rodé los ojos. —¿Alguna pista?
—Es una pavada, tonto.
—Dame una pistaaa
Río y pensó un poco. —Mmm, lo podés comer.
Lo escuché y me quedé pensando qué podía ser.
¿Algún chocolate? Puede ser.
¿Golosina? seguro.
Aw que tierno este tarado.
Después de desayunar fuimos a comprar comida.
Juli, Gio, Tiago y yo.
Los otros se quedaron pollereando en casa.
Julián y Giovanni iban adelante en el auto. Yo y Tiago atrás.
En cuanto el regalo que hablamos hace un rato volvió a mi cabeza, miré a Tiago y me le acerqué.
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"Clandestinidad" | «Litiago»
Romance¿Qué tan malo es fingir lo que realmente sos? A veces uno tiene miedo al que dirán, y por eso se inventa una fachada para "vivir en paz". ¿Eso es tan simple como parece? Quizás traiga problemas, consecuencias... o hasta más cosas. ¿Vale la pena e...