Episodio 29: Un Nuevo Problema

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Una noche... normal, si, pues, había un sujeto teniendo a una mujer contra la pared en un callejón, aunque no sea Latinoamérica, esto es completamente normal en este país. Eso sin contar que el sujeto no tenía para nada buenas intenciones.

-Vamos, diviérteme.

Dijo el sujeto con lascivia, la mujer no podía hacer más que llorar, pidiendo que no le haga nada, pero como aquí la clemencia no la tiene nadie, el sujeto se niega rotundamente. ¿Quién podría salvar a esta pobre damisela en apuros?
Y ahí... es donde entro yo.

-Perdón por interrumpir, pero, ¿Me podrían dar la hora?

Haciendo acto de presencia, me presento ante la escena que se estaba a punto de armar.
El sujeto se incomoda un poco al verme... y bueno, no lo culpo, llevar una calabaza en la cabeza para cubrir tu rostro no es nada normal. O bueno, si lo es, pero ustedes me entienden.

-¿Quién rayos eres tu? Estoy ocupado, largo.

Como era evidente, este cerdo sin escrúpulos le vale pito.
Me acerco peligrosamente al sujeto, sosteniendo mi confiable cañería de desagüe, que por cierto, la arranque de un sistema de tuberías en mal estado, aunque esta está bastante bien para partir cabezas.
El sujeto se alarma e intenta meterme un buen derechazo, pongo el tubo en su camino y bloqueo el golpe.

-Yo solo pregunté la hora, ¿Qué hora es?

Mi tono cambia a uno amenazante, es evidente, el sujeto ahora pasó de estar molesto a entrar en pánico, por lo que intenta golpearme con su otro brazo, por mi parte sin ningún tipo de problemas, giro la tubería y golpeo fuertemente su rodilla lo que hace que el puerco caiga sobre una rodilla, mientras yo sostenía su mano apretándola.

-¿Qué... hora... es?

El sujeto intenta escapar con mi repentino cambio de actitud, únicamente consiguiendo un fuerte golpe en el hombro, que destrozó toda su clavícula, seguí golpeándolo hasta que quedó una mancha de sangre alrededor del sujeto, quien tenía su cara desfigurada.

-Uy, me pasé un poco, ja, ja, ja, llama a la ambulancia.

Dije a la mujer que miraba horrorizada la escena. Ella temblando toma el celular y lo hace.

-Espero que hayas aprendido la lección, si vas a trabajar en un prostíbulo, abstente a las consecuencias que conlleva todo lo que puedas llegar a hacer o decir.

Finalicé mi discurso presidencial y caminé para salir del lugar, mientras giraba el tubo en mi mano.

-¡Gracias!

Alcancé a ver a la mujer realizar una reverencia. Aunque siento que no la merezco...

[...] –Ubicación no Disponible

El pecoso caminaba por las calles con su mochila, al llegar a una casa algo grande, mira en su teléfono una dirección.

-Es aquí. Espero. (Izuku)

Este toca el timbre. Luego de unos segundos, llega alguien y abre la puerta, una mujer alta, con cuernos de color rojo y cabello rosa abre la puerta.

-¡Bienvenido! ¡Esta es la residencia Ashido!

-Eh... yo... (Izuku)

-¡Ven, pasa!

La mujer solo lo arrastra dentro de la vivienda, donde llama a su hija.
"Supondré que ella es su madre, son muy parecidas, de hecho, si me dijera que es su hermana, también le creería".

-Mina nos habló de ti, es increíble que Mina que mi hija tenga un pretendiente tan fuerte.

-Que... espere un momento, yo no... (Izuku)

Seremos FugacesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora