You Are Mine

V

Dejé caer mi cuerpo en el sillón y di un gran suspiro mientras miraba el techo del lugar, durante las dos semanas que viví bajo el mismo techo de los Collins tuve que soportar sus cambios de humor de los dos y mas haya de escuchar todo el tiempo sus peleas con solo encontrarse en el mismo sitio. James Collins empeoraba su salud haciendo que ya no lograra levantarse de su cama todo el día, cuando estaba libre iba a visitarlo para hablar con él.

Aprovecha también para revisar mi hombro, el cual mejoró considerablemente y funciono tener un reposo durante este tiempo. Ahora solo tenía que ponerme una pequeña pomada en la cicatriz que dejó el balazo.

Tuve la oportunidad de ponerme al dia con todo, decidí hablar con los socios de la empresa para escuchar todo tipo de opiniones sobre lo que estaba pasando desde que Andrew tomó el poder y hablando de Andrew, él y yo estábamos distanciados después de lo ocurrido no quería ni escucharlo aunque muchas veces me busco.

Tambien me di cuenta que muchas de los rumores eran ciertos, fui regularmente a la oficina y siempre lo encontrabna con algun omega teniendo sexo. Creo que lo hacía con la intención de hacerme enojar o llamar mi atención, porque cada vez era más descarado al grado que llevaba a sus parejas a la casa, provocando que tuviéramos menor interacción.

Una tarde después de estar hablando con su padre encontré una laptop en mi cuarto con una pequeña nota : Mi oficina estará abierta para ti. La laptop contenía todo tipo de información de la empresa de los últimos cincos que no estuve y hablaba de diferentes empresas sobre traspasos de dinero importante con muchísimos documentos de todas las empresas que estaban a nombre de el Señor Collins.

No entendía muy bien la intención que tenía con enviarme toda esa información yo conocía a la perfección gran parte de los negocios pero me di cuenta que todos este tiempo el Señor Collins me estuvo mintiendo. Resulta que el que empezó el negocio de lavado de dinero fue el mismo Señor Collins y todo el dinero que yo conseguí lo ocupo para ese negocio lo que me hizo sentir usado. Su intención nunca fue hacer crecer el negocio de los préstamos, lo que necesitaba era capital para poder ayudar a todos sus socios para sus tratos sucios.

Se supone que no había secreto entre los dos durante mi tiempo estando lejos, todos los días le mandaba correo informando todos los movimientos que hacía para no dejar que dudara de mi. Pero al parecer yo fui el unico idiota que cumplio su palabra y lo que mas me molestaba era el descaro cuado me dijo que Andrew era el responsable del lavado de dinero por que queria iniciar siendo amenazante con todos, provocando que me pusiera en contra de Andrew sin rechistar.

No sabia que hacer por que enfrentarlo no servirá ya de nada quería hacer que pagara por los años que me hizo arriesgarme porque lo peor de todo era que si la policía descubrió sobre lo que estaba haciendo yo sería el culpable de diferentes delitos y sería detenido por que en todos los papeles tenían mi firma dándole un respaldo de seguridad al señor Collins.

Sin pensarlo mucho me levanté del sillón y caminé encontrándome con la señora Rosa en la entrada. — Disculpa, sabes si Andrew está en la casa. — En toda la mañana no lo vi por ningún lado, ya había pasado la hora de comida y él no se presentó.

—El joven amo está en la oficina no ha salido en toda la mañana y me pidió que le llevará en unos minutos su comida. —

—Muchas gracias, necesitaba hablar con él. —

Me dirigí a la oficina con la esperanza de que no estuviera ocupado, toque la puerta dos veces esperando una respuesta. —Adelante. — Grito desde el interior, abrí la puerta y la cerré cuando entre.

—Espero no interrumpirte. — Hablé llamando la atención de Andrew que estaba atento en su trabajo. Dejó todo lo que estaba haciendo y se recargó en la silla cruzando sus brazos en su rostro había una sonrisa de triunfo.

—No creí que tan pronto vendréis a arrodillarte para rogar mi perdón. — Camine directo a él, apreté con fuerza mi mano haciéndola puño. —Empieza.

—Siento romper tus ilusiones pero no vine a rogarte.

—Entonces que haces aqui. — Se levantó de la silla y caminó en dirección a mi, yo di unos pasos para atrás.

—Vine a pedirte perdón por la mala actitud que tuve, además me deje llevar por lo que todos me decían. — Andrew tenía su mirada posada en mi, sin ninguna expresión en el rostro y no podía saber qué era lo que pensaba en ese momento. —Creí en todos...

No sabia que decir, no se me daba bien las disculpas y menos ahora que estaba dejando mi orgullo de lado para tratar de que Andrew me entendiera por que no pensaba en ponerme de rodillas para elevar más su estupido ego.

—Te entiendo, mi padre siempre ha sido un hijo de puta pero estabas cegado. — Andrew colocó sus manos a los lados de la cintura con fuerza para impedir que me alejara. —Desde hace dos años descubrí que mi padre estaba lavando dinero y lo enfrente para que se detuviera por que aun que no lo creas nunca quise que mi padre te pusiera en riesgo.

Su cuerpo se pegó al mío, mis manos fueron a su pecho tratando de alejarlo pero no podía moverlo ni un solo centímetro. —Suéltame...

—Ahora que abriste los ojos, no confíes en nadie más que no sea yo. Solo tienes que hacer lo que yo te diga trabajaras para mi, mañana mismo haré que firmes un contrato. — Su mano derecha fue a mi mejilla apretando con fuerza y acercó sus labios a los míos.

— Suéltame ahora, deberíamos de hablar primero tengo muchas cosas que decirte.

—Hablaremos después, hay algo que quiero hacer primero — Parecía que él estaba en otro mundo porque no me hacía caso a lo que le decía. — No dejaré que nadie te lastime si es necesario mataré a mi padre para que vivas tranquilo, confía en mí, déjame hacerte mío.Sin previo aviso me beso con fuerza siendo agresivo.

Andrew llevaba el control del beso, yo no me moví ningún centímetro pero él cada vez comenzaba hacer más intenso el beso así que decidí morderme el labio con fuerza logrando que se alejara de mi.

—No soy ninguna de tus putas con las que puedes hacer lo que quieras. — De su labio salió un hilo de sangre por la mordida que le di, Andrew se limpio con la manga de su camisa.

—No debiste hacer eso. — No pude reaccionar cuando él ya me pegó contra la pared e inició un beso siendo más agresivo sin importar que me lastimara. Ahora él fue quien me mordió el labio inferior haciéndome soltar un jadeo y él lo aprovechó para meter su lengua a mi boca, sentí el sabor a metal creado por la sangre que se mezclaba en el beso.