Toda la mañana la pase junto al señor Collins, trato de ponerme al día de los últimos años donde yo estuve ausente. En especial las últimas semanas, me explicó que le habían detectado cáncer en el estómago y ya era muy avanzado por eso su salud cada vez se deterioraba más al punto de no poder moverse casi de su cama.
En ese momento Andrew tomó el poder en la empresa pero al parecer no estaba haciendo un buen papel, si bien él estaba manteniendo el trabajo a flote al parecer le llegaron rumores al jefe de que Andrew comenzó un negocio de lavado de dinero.
No entendí por que había tomado esa decisión, nuestro trabajo ya era bastante riesgo siendo prestamistas y ahora querer meterse a lavar dinero junto con tráfico de drogas.
A parte de la constante mal humor qué tenía Andrew incluso llegando a amenazar a muchas personas ocasionando más conflictos de los necesarios provocando qué muchos de los clientes frecuentes se hayan alejado. Y no solo eso había rumores que le llegaron a James qué Andrew consumía todo tipo de drogas y todo el día estaba acostándo se con todo tipo de omegas.
Ahora mismo iba de camino a las oficinas para poder ver un poco como iba todo, tenía que olvidarme de lo que me hizo y tratarlo bien para poder tener su confianza. Ayer por la noche se la pasó persiguiéndo me tratando de lograr obtener mis disculpas por un momento me recordó al antiguo Andrew con el que pasaba mis tardes viendo películas mientras comíamos dulces.
Salí del coche y me dirigí al interior de las oficinas saludando algunos viejos conocidos, desde que me fui muchos empleados habían sido despedidos ahora la mayoría eran betas y lo entendía por las fuerte feromonas qué dejaba Andrew.
Subí al elevador, solo eran cuatro pisos pero la verdad no estaba de humor para caminar. Saqué mi celular buscando mis mensajes para hacer una cita con el médico para revisar mi herida que tenía en el hombro, ya habían pasado algunos días y fui constante en mi medicación por lo que esperaba que ya estuviera mejor.
Escuche un pitido anunciando qué llegue al último piso, en el lugar se escuchaban algunos susurros y las personas iban de un lugar a otro, me dirigí rumbo a la recepcionista.
—Buenas tardes, vengo a ver al Señor Andrew. — Por ejemplo esta chica no la conocía, recuerdo que antes había una señora que era la asistente del padre de Andrew, era una dulce mujer. Esta chica era rubia con unos ojos azules qué impresionaba y más con el maquillaje que tenía. Tenía una ropa muy elegante habiendo verla recatada.
—Buenas tardes, ¿tiene alguna cita con el Señor Andrew? — La chica me miraba por encima del hombro.
—No pero puede avisarle que soy Ethan Moore, el señor Andrew entenderá.
—Lo siento señor pero para hablar necesita hacer una cita primero, el Señor Andrew está ocupado. — Hablo de forma altanera con una sonrisa que mostraba superioridad.
—Podría avisarle a Andrew qué estoy aquí, por favor es importante. — Volví a insistir.
—Como dije señor, necesita primero hacer una cita con antelación porque el señor Andrew está muy ocupado.
Tenía muchas virtudes en esta vida pero la paciencia no era una de ellas así que sin decirle nada pase de largo dirigiéndome a la puerta que llevaba a la oficina.
Escuché los gritos de la beta venir detrás de mí tratando de evitar que pasara pero me dio completamente igual, abrí la puerta llevándome una gran sorpresa.
Andrew estaba dándome la espalda a la puerta, tenía su camisa tirada en el sueño y su pantalón se había caído a sus talones junto con su bóxer. Andrew estaba embistiendo con fuerza a un chico que gemía sin parar rogando por más en realidad casi eran gritos, sus piernas delgadas rodeaban la cintura del joven. No habían notado mi presencia porque estaban metidos en su burbuja de placer.

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You Are Mine
RomanceDespués de cinco años viviendo en otra ciudad Ethan tenía que regresar a su ciudad natal para solucionar algunos problemas. Pero nunca se espero que ese lindo chico al cual le tenía un gran cariño con el que compartía recuerdos muy dulces y que siem...