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—Hola, voy a ir a pedir algo de comer vienes o... — Espere la respuesta de Andrew, estaba sentado en su escritorio concentrado.

—No, tengo una comida a las tres con algunos inversores. — Hablo cortante y sin decir más o dejarme hablar.

—Ya te puedes retirar, tengo muchas cosas qué hacer. 

—Pero podria traerte algo...

—Cierra la puerta cuando te vayas.

Rodeé los ojos y salí de la oficina, no sé por qué perdí el tiempo tratando de hablar con él, después de esa noche cuando pasaron demasiadas cosas Andrew me dejó de hablar.

Comenzó a evitarme y creí que era un producto de mi imaginación pero se hizo más evidente cuando llegué al comedor el día de ayer y con solo sentarme él tomó sus cosas para irse.

Parecía un niño que estaba enojado por que le quitaste su dulce preferido, yo no estaba par aguantar tonterías pero trabajamos juntos además vivimos juntos. Trataba de acercarme pero era imposible, no entendía por qué decidió hacer eso.

Tal vez fui un poco duro con él después de estar dos horas basándonos en la camioneta pero a mis veintiocho años jamás tuve una relación seria.

Charlie y yo solo disfrutamos del momento, nunca sentí nada por él solo trataba mis de calmar nuestro deseo durmiendo con el otro pero teníamos una muy buena relación. A Charlie siempre le habían gustado los omegas qué eran delicados con aroma a fresa o un aroma sutil y yo no tenía nada de esos requisitos que a Charlie podría gustarle, no entendía sus celos tontos de Andrew.

Mi amigo siempre fue coqueto sin la intención de meterse en mis pantalones y no solo conmigo. Andrew era diferente subida a pesar que su padre lo trataba como basura el tuvo una adolescencia normal, no tuvo que dejar todo de lado para sobrevivir solo.

Tal vez el alfa dominante esperaba que después del momento que tuvimos me arrodillara y le pediría que fuéramos novios pero eso no era así. No sabía lo que sentía por él y no se si en algún punto podría sentir algo. El momento que nos basamos fue algo que no pude evitar, sus labios se sentía jodidamente bien que olvide todo.

Y las feromonas qué dejó salir e inundaron el coche eran un afrodisíaco qué en ese momento quería entregarle todo mi cuerpo.

Pero tal vez esto fue lo mejor que me pudo haber pasado Andrew fue el que tomó la decisión de separarnos y así no tendría que aguantar sus rabietas, decidí concentrarme toda la tarde en el trabajo y dejar a un lado todo eso ya mas tarde comería algo en la casa.

Cuando anocheció fui de las últimas personas en salir de la oficina me concentré tanto que no pedí nada de comer afuera me esperaba el chofer de Andrew.

—Buenas noches señor Moore, lo estaba esperando. — A pesar de que Andre no hablaba conmigo le pedía a sus choferes que me llevaran a donde yo quisiera, me negué al principio pero cada vez que salía había alguien esperando así que me rendí.

—Buenas noches. —Sonreí cansado.

—Es hora de ir a casa. —Hablo de forma amable pero no tenía ganas de llegar a la mansión aun quería salir un poco, todos los días era pasar de la mansión a la oficina y estaba harto.

—Creo que me quedaré aquí e iré por ahí a recorrer la ciudad.

Saqué una cajetilla de cigarrillos que tenía en mi abrigo al igual que mi celular para pedir un Uber, saque un encendedor y lleve el cigarro entre mis labios, no me gustaba fumar mucho pero hace tiempo que tenía muchas ganas de volver a hacerlo.

—Señor Moore, yo lo llevaré no se preocupe es mi deber.

Desbloqueé mi celular y pedí mi uber. —Tranquilo, ve a descansar porque es demasiado tarde y no quiero molestarte. — Deje el cigarrillo en mis labios soltando el humo poco a poco.

—Lo siento pero no puedo dejar que haga eso, el señor Andrew dio órdenes muy precisas.

—Me caes demasiado bien para faltarte al respeto pero lo que diga Andrew me da igual. —Hable molesto, me parecía una idiotez tener que hacerle caso.

—No me moveré hasta que usted se vaya conmigo. No quiero que me despida, tengo que vigilar que esté bien y llevarlo sano y salvo a la mansión. — Era más una súplica.

—No te preocupes, tu dile que me llevaste a dormir al hotel que hay en el centro porque no me sentía bien, usted vaya a su casa a dormir. Y si te llega a hacer algo yo me encargare de él. —Le di una sonrisa amable, lo más seguro es que Andrew hizo esto para tener toda la información sobre mi.

—Pero... — Se notaba nervioso, sabía que Andrew podría ser intimidante para todos pero me daba igual en este momento.

—Si él te llega a despedir yo te contratare personalmente. Ya no le des más vueltas y ve a casa.

Me despedí del chofer con un abrazo para tratar de tranquilizarlo aún más y el Uber unos minutos después, le pedí que me llevara a algún bar que él conociera, quería embriagarme hace meses que no lo hacía y quería salir a bailar.

Llegue a un bar que estaba totalmente lleno, el lugar estaba ambientado con música a todo volumen y luces neón que lo hacían lucir mejor no se podía pasar bien porque había demasiada gente en la pista de baile restregando. Yo me dirigí a la barra para pedir un trago y tomé asiento en uno de los bancos, eso era a lo que me dedicaría toda la noche.

La música no paraba y yo no sabía muy bien cuantas copas llevaba encima, creo que no había sido buena idea beber sin tener nada en el estómago, me consideraba buen bebedor pero no comí nada desde el mediodía. Camine al centro de la pista evitando a la gente y vi aun chico alto de cabello castaño y ojos cafés desde lejos se notaba que era un alfa las luces lo hacían lucir atractivo, estaba solo así que sin pensarlo mucho me acerque poco a poco a él, hasta poder lograr bailar con el.

No me consideraba nada coqueto cuando se trataba de ligar me consideraba demasiado patético pero cuando alguien me atraía y más con unas copas encima dejaba eso aun lado para ser más atrevido gracias a eso no tenía una buena vida sexual. El alfa comenzó a bailar conmigo pegandome a cuerpo siguiendo la música, su mano fue a mi cuello para que girara la cara y poder estar frente a frente para comenzar a besarnos de forma lenta. El chico era bueno besando, lo tome de la nuca para poder juntarnos más en el beso, sus manos fueron a mis muslos.

—Vamos a un lugar donde los dos estemos solos. —Yo asentí sin mucho que pensar y le tomé de la mano para dirigirnos a la salida.

You Are MineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora