Su mirada mostraba frialdad, yo no tenía ningún arma con que defenderme. Apreté mis manos a la orilla del lavamanos, tenía que ser inteligente sabía que ahora Andrew era un Alfa qué no se pensaba mucho la cosas. Andrew lucía un elegante traje debajo de una gabardina beige, tenía su cabello desordenado que a pesar de eso le lucía bien.
—Perdón por no avisarte, quería tomar un pequeño descanso y Charlie me llamó anoche invitándome a trabajar con él. —Solté una risa tratando de que él lo tomará a juego.
—No sabía que él era tu jefe.
—No es mi jefe pero yo también quería recordar viejos tiempos. — Le respondí con amabilidad, camine en dirección a la salida pero no pude dar ni dos pasos cuando Andrew me empujo al lugar donde estaba.
—Llevo desde la mañana buscándote creí que te habías ido por lo que pasó ayer, no sabes lo que me dolería perderte de nuevo. — Andrew se acercó a mí, mi mirada fue hacia arriba, Andrew era mucho más alto que yo. —Debiste avisarme antes de irte.
—No se por que te quejas tanto, ya estás aquí. — Hable de forma retadora.
Andrew me tomó de la cintura con fuerza y su frente la pego con la mía. —Yo quiero cuidarte pero si me sigues desobedeciendo o alzando la voz... — Pego el arma a mi cien. —, no me importaría matar a Charlie frente a tu cara para que por fin me tengas algo de respeto.
—Baja esa arma por favor.
—Quiero que me prometas qué jamás te volveras acercar a ese idiota, por que no tendre piedad la proxima vez. — Ejerció más presión en mi cien.
—Primero baja el arma y podemos hablar los dos, piensa bien a quien le estás apuntando.
Su mano soltó mi cintura y fue a mi cuello donde comenzó ahorcarme. —¡Dime que no te acercara a él! O saldré de aquí y le meteré una bala en la cabeza.
—Te haré caso, ya no trataré de "huir" o llevarte la contraria. — Hablé con dificultad porque Andrew apretaba cada vez mas mi cuello.
—Odio obligarte de esta forma pero así prefieres que sean las cosas, de ahora en adelante tendré que saber donde estas todo el tiempo. — Sus feromonas se volvieron intensas y el cuarto de baño comenzó a oler a menta. —¿Qué te pasó en la ceja?
Sus manos soltaron el agarre dejándome respirar comencé a toser por la falta de aire sus dedos pasaron por mi ceja haciendo que yo me quejara. —Nada.
Lo empujé, no entendía nada de su actitud pero él no dejaba de tratar de tocarme la cara, me gire tratando de limpiar lo último que quedaba de sangre no quería salir así. —Vamos a casa, te voy a curar. Le avise a tu amigo que ya podia irse a descansar.— El alfa guardó su arma, abrazándome por la espalda y dejándome un beso en la nuca. —¿Te duele?
No quise responder salí del baño sin tiempo que perder, no me dolía nada estaba acostumbrado a ese tipo de dolor y me di cuenta que todos se fueron del lugar, solo una luz iluminaba el garage. Sin darle tantas vueltas salí ya era de noche al salir el aire golpeó mi rostro, la temperatura había bajado demasiado y yo no traía nada con que cubrirme del frío. Frente a mí estaban estacionadas dos camionetas supongo que llegaron junto a Andre, abrí la puerta de la segunda camioneta y me subí.
—Buenas tardes señor Moore. — Habló el chofer pero yo no contesté estaba de mal humor.
A los minutos Andrew entró a la misma camioneta que yo sentándose a mi lado, indico al chofer a dónde dirigirse, el alfa de ojos verdes se acerco a mi tratando de hacer una conversacion pero yo lo ignoraba, estaba cansado de su actitud y por el dia de hoy prefería callarme a faltarle al respeto y que me lastimara.
—No quiero que me ignores, quiero que tengamos la misma relación que teníamos antes que te fuera. Quiero poder hablar contigo...
—Eso es demasiado tarde, no creo que podamos ser iguala antes tu lo quisiste asi.
Su mano fue a la mía entrelazando nuestros dedos siendo delicado de no tocar mis nudillos que estaban lastimados. —Siento por ser así, me gustas demasiado por eso trato de no perderte porque he estado enamorado de ti y quiero que puedas corresponder mis sentimientos.
—Forzando a estar contigo. — Me gire para verlo al rostro, no podía negar que Andrew era demasiado guapo no podía entender como aún no había alguna o algún omega que hayan tratado de atraparlo, podría ser el alfa perfecto.
—Si esa es la única forma de tenerte para mi lo haré. —Se escuchaba tan seguro que daba miedo, me arrepiento de regresar, tenía una tranquila vida para alguien como yo. —Solo tienes que dejarte llevar un poco más.
—No puedo, cada vez que te veo recuerdo a ese tierno chico que cuide durante toda su adolescencia y trato de aferrarme a ese recuerdo tuyo porque no puedo creer en lo que te has convertido siempre espere que tu fueras mejor que nosotros.
—Te fuiste demasiado tiempo, no sabes que pasaron durante esos cinco años, yo traté de seguir lo que me dijiste de seguir mis sueños pero cuando le dije a mi padre que quería estudiar arte me molió a golpes hasta casi dejarme muerto. Y más cuando le confesé que me gustaba mi padre comenzó a reírse de mí porque los dos éramos alfas y aunque eso no fuera así yo nunca estaría a tu nivel. — Me sorprendí al escuchar lo que salía de su boca, sabía que James Collins era un mal padre pero nunca creí que llegaría a ese punto. —Me forzaba todo el tiempo a seguir sus pasos hasta que deje de luchar contra él, mi vida fue mejor pero apareció una pequeña luz de esperanza cuando mi padre enfermo y te pidió que vinieras.
Sabías que era verdad lo que decía por unos segundos apareció el Andrew pequeño que le tenía miedo a su padre y se resguarda detrás de mí. —Siento escuchar eso...
Andre me lajo atrayendome hacia él para sentarme en sus piernas, deje llevarme sin alejarme de él, tal vez era por que sentia lastima por el. —Te ves jodidamente sexy con esta ropa. — Sus manos fueron a mi muslo donde los masajeaba. —Espero que no te vayas a alejar.
Iba a contestar pero sus labios se unieron con los míos pero era diferente a todas las anteriores bese por que no quise que se detuviera se sentía bien. Rodeé mis brazos en su cuello para poder sostenerme de él y no caerme, el beso era lento pero apasionado, Andrew no perdía el tiempo y su lengua tocó la mía en medio de el beso volviéndolo más húmedo.
Hace tiempo que no besaba a alguien de esta forma y comencé a mover mis caderas provocado por su agarre, sintiendo su erección golpeando mis trasero a través de la tela. —Quiero cogerte ahora mismo.
Yo estaba completamente cegado por el erotismo del momento y solo asentí dándole permiso de hacer lo que él quisiera. —Habla, quiero oírte rogar que te la meta. — Mis feromonas comenzaron a salir al igual que las niñas comenzando a combinarse, el alfa comenzó a tocar mis pezones sobre la tela de mi camisa haciendo un toque tortuoso provocando que quisiera más. Sin pensarlo mucho ahora yo comencé a rozar con su entrepierna con fuerza soltando gemidos cerca de su oído descaradamente para provocarlo más, no me humillara de esa forma nunca le había rogado a nadie y no quería hacerlo. —La próxima vez haré que me ruegues. — Una sonrisa de satisfacción salió cuando Andrew comenzó a quitarme la ropa, había logrado que se le acabara la paciencia.
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You Are Mine
RomanceDespués de cinco años viviendo en otra ciudad Ethan tenía que regresar a su ciudad natal para solucionar algunos problemas. Pero nunca se espero que ese lindo chico al cual le tenía un gran cariño con el que compartía recuerdos muy dulces y que siem...