Yu Bin observó el cuerpo de su paciente. Habían pasado dos horas desde que Wang Yibo se había ido. Dos horas donde apenas había dormido bien. Dos horas después se estaba comiendo la cabeza. ¿Dónde se había metido?
En un inicio pensó en tratar a Xiao Zhan porque había sido él el primero en tratar su desmayo, aunque Wang Yibo no había tardado en llegar. Creía que lo mejor sería tratarlo. Pero... Se estaba metiendo en la boca del lobo. Xiao Zhan no era una persona cualquiera, al igual que Wang Yibo. Ninguno de ellos rozaba lo común. Eran de otro mundo. Era todo muy diferente.
-¿Ya es tarde para negarme?-preguntó al aire.
-No. Puedes irte cuando quieras-le dijo una voz ronca.
Yu Bin se sobresaltó de la silla. Quiso gritar, pero se abstuvo. Sus ojos se movieron por toda la habitación, hasta que estos se encontraron con los ojos cansados de Xiao Zhan. Los cuales expresaban una cosa "te he escuchado". Sonrió sin gracia. No supo qué hacer. Así que simplemente balbuceó.
-¿Ahora balbuceas? Si quieres lo repito. Vete. Nadie te detiene-le dijo, esta vez con la voz más clara Xiao Zhan.
-Sabes muy bien que no puedo. Soy tu psicólogo y te ayudaré. Vale, puede que mis palabras anteriores no hayan sido las más acertadas, pero debes de entender mi situación. No estoy en terreno seguro, sois familias muy importantes y, si cometo un error, terminaré muy mal-le explicó Yu Bin mientras se sentaba enfrente del Xiao en una silla.
-Por eso mismo. Vete. Así no sufrirás si llega a ocurrir algo. Ambos ganamos. Piénsalo-le intentó convencer Xiao Zhan.
Yu Bin podría verse como un chico normal, es decir, no parecía un psicólogo en toda regla, pero él hacía algo que muy pocos hacían. Prestaba atención a todas los gestos, palabras y acciones que hacían sus pacientes y, algo, le quedó claro con Xiao Zhan. El Xiao deseaba no ser tratado en ningún momento.
-Xiao Zhan ¿Por qué no quieres que nadie te trate?-le lanzó la pregunta sin pelos en la lengua. Xiao Zhan quedó mudo-. Conozco poco de tu historial, pero algo es seguro, Wang Yibo hace un tiempo te intentó llevar a un psicólogo privado y el mejor de toda China, pero tú intentaste escapar y le rogaste para que te llevara fuera de allí, además le dijiste que "no estoy loco". Algo extraño la verdad. Así que, cuéntame tu historia, Xiao Zhan-le dijo antes de cruzar las piernas y observar con detenimiento al Xiao. El cual lo miraba de una forma extraña.
-Hablaré, pero no estoy loco.
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Xiao Zhan con once años reveló un temor que tenía desde hacía mucho tiempo. Él juraba que alguien o algo lo observaba desde su ventana, aunque había veces que la puerta de su habitación se abría en mitad de la noche, dejando al descubierto en la mitad de esta la figura del hombre que observaba en su ventana.
Sus padres al inicio pensaron que solo eran cosas de críos, así que Xiao Zhan no fue escuchado. La única persona que pareció entenderlo fue su "abuela", la cual le había dicho que se tapara con sus sábanas y así no vería más al monstruo. Xiao Zhan le hizo caso y, así fue, durante unas semanas ninguna persona escuchó sobre el temor del pequeño Xiao. Hasta que una noche de lluvia, unos gritos incontrolables del menor resonaron por toda la mansión Xiao.
El señor Xiao fue el primero en levantarse y, por el pasillo, observó como el ama de llaves se ataba con prisa la bata y corría en la misma dirección que él. Ambos adultos encontraron la puerta de Xiao Zhan abierta, con mayor temor corrieron y pudieron observar como el pequeño se encontraba en el fondo de la habitación, hipando y gritando de miedo. El ama de llaves no tardó en socorrer al menor, el cual se enredó en su cuello y se negaba a dejarla ir. Por parte del señor Xiao, se encargó de revisar toda la habitación del niño. Sin encontrar absolutamente nada.
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Entre Sombras Y Luz
FanficXiao Zhan no está bien, no después de sus quince cumpleaños. Cada año, cada mes, cada hora, minuto y segundo, se vuelven más monótonos, el Xiao se vuelve una marioneta vacía. Pero nunca pensó que un Wang pondría su vida patas arriba. Y un Wang, nunc...