Un juego a la vez

20. Impulsos

Christine

Tuve una conversación muy larga conmigo misma sobre venir a esta fiesta, en primera: porqué no me gustan las fiestas, en segunda: venir a la fiesta más que darme una oportunidad, sería cerrar un capítulo en mi vida.

Y aquí estaba yo, en una fiesta universitaria, en el techo de la casa del anfitrión junto a ella, Emilia. 

Después de hacerle unas preguntas sobre como sabía de este lugar, y darme cuenta de que se deja guiar por sus instintos estábamos aquí, disfrutando de la velada con las canciones de la banda de Alex de fondo.

Se acuerdan de lo que dije hace unos instantes sobre "cerrar un capítulo en mi vida" , pues la vida me estaba poniendo a prueba, de fondo se escuchaba Forget Her de Girl in red, y se me hacía inevitable no pensar en ella con aquella letra de la canción.

Me paso todos los días...
Intentado olvidar su cara
Ella es tan difícil de olvidar

—Y... ¿conoces al chico de la fiesta? —tome un poco del

¿Qué estupideces estoy diciendo?

—No, creo que la mayoría de los que están aquí tampoco lo conocen —solté una risa ligera

—Pobre chico

—Ni siquiera sé quién es, la verdad —miro hacia abajo— pero él hizo la invitación publica así que —se encogió de hombros—, supongo que quería tener muchos jóvenes locos en su fiesta

—¿Quién querría mucha gente desconocida en su cumpleaños? —la vi tomar un poco de su bebida

—Varios tienen motivos diferentes, tú sabes... —se encogió de hombros— para no sentirse solos en sus cumpleaños o en una fecha importante

—Tienes razón —comprendí— la familia no lo es todo —negó

—Los jóvenes están rotos emocionalmente por culpa de sus propias familias —la mire, ella seguía con la mirada en la fiesta

—¿Tu familia es así? —me miro negando

—No, no— sonrió—. Tuve la dicha de crecer con padres amorosos —asentí, apartando mi mirada de ella

—Tus padres son excelentes entonces

—¿Por qué lo dices?

—La forma en la que te diriges así otras personas, la forma en la que actúas, te expresas —sonreí—, te criaron con humildad y sencillez, eso habla muy bien de ellos

—Entonces supongo que tus padres son excelentes también —negué

Si tu supieras.

—No. Mis padres no son tan buenos como los tuyos —mire mi vaso—, eso te lo aseguro

—¿Por qué?

—Por qué no me conoces Emilia, no puedes decir lo mismo de mí cuando no me conoces en lo absoluto

—Tú tampoco me conoces mucho y dices todas esas cosas de mí —sonreí, volteé para mirarla mejor

Esos bellos ojos verdes esmeraldas me encontraron.

—Tienes razón, pero no hace falta conocerte mucho para saber cómo eres realmente —aparto su mirada de mí—. Eres transparente Emilia, muestras como eres realmente sin ocultar nada —mire hacia otro lado— en cambio yo, bueno, soy otra historia

Mi vista bajo rápido cuando sentí su mano sobre la mía.

—Vamos a conocernos mejor entonces —la vi tomar mi mano— si me lo permites, quisiera concerté mejor. Aquella vez que hablábamos sobre "mis rumores" te lo dije y lo sostengo —levante mi mirada para encontrarme con sus hermosos ojos— quisiera conocer su historia, presidenta