Capitulo 26

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Mordió el cuello de su novio peliazul y después lamió, escucho con satisfacción como el mayor soltó un gemido y después cerró los ojos.

Sonrió.

Volvió a besarlo en los labios poniendo su mano derecha en las hebras de cabello azul, el beso era apasionado, sus lenguas chocaban entre sí y soltaban jadeos. Habían durado días separados y se necesitaban, a pesar de que Alexander no quería hacerle sentir a Cole que solo estaba con el por las relaciones sexuales.

Era mucho más que eso.

Las manos de Alexander se aferraban a esa estrecha cintura que su novio portaba.

El mayor le quitó la camisa a Cole y la lanzo a algún lado de la habitación. Después metió las manos en el pantalón del mismo y masajeo sus nalgas, apretándolas mientras sentía como su erección comenzaba a doler.

Saco sus manos de dónde estaban, volvió a tomar la cintura del menor y cambio las posiciones estando ahora entre las piernas del Pelinegro mientras lo veía al rostro, sonrió y se inclino un poco, beso de nuevo al contrario metiendo su lengua en la boca ajena provocando que Cole pusiera una mano en su nuca y le correspondiese el beso, recibiendo lo gustoso, se separaron y Alexander se quitó la camisa y al igual la lanzo sin rumbo importandole poco dónde está cayera.

Sus cabellos teñidos estaban pegados a su frente. Pero poco le importaba.

Comenzó a chupar el pezon izquierdo de Cole quien soltó un agudo gemido que Solo hizo que el deseo que tiene Alexander tiene hacia su amor eterno Se intensificará, Alexander lamió y volvió a chupar provocando que Cole jadeara.

Repitió la acción con el otro pezón y sonrió al ver cómo estos quedaron totalmente rojos.

Beso el cuello de Cole fue bajando su boca dejando un pequeño camino de besos, que fue transcurrido desde el cuello, seguido por el pecho, continuó a esto el abdomen y por último bajo un poco los pantalones de pijama de Cole y beso las caderas del mismo.

Quitó la prenda de ropa junto con los boxers del menor, los lanzo y estos permanecieron el el suelo, fue besando y acariciando con delicadeza y con suma paciencia ambas piernas (obviamente cada una por separado) de color blanquecinas.

El Pelinegro permanecía con una sonrisa en los labios y los ojos cerrados mientras disfrutaba las caricias.

Jalo las piernas del menor posicionando al mismo debajo de su cuerpo, Cole abrió los ojos y se vieron a los ojos, juntaron sus frentes y Cole con las manos en la nuca de Alexander lo atrajo hacia el para besarlo con cariño.

Alexander se separó a los segundos, se quitó el pantalón de pijama junto con su ropa interior y los dejo en el suelo.

De la mesita de noche tomo un preservativo y tenía la intención rasgar la envoltura y colocarselo pero Cole tomo el mismo y negó con la cabeza. Después el Pelinegro dejo el preservativo de nuevo en su lugar.

Alexander dejo un beso en la frente del Pelinegro y con su mano introdujo su pene en la entrada de Cole, quien solo Gimió y cerró los ojos al mismo tiempo que enterraba sus uñas en la piel de la espalda del mayor. La verdad no se dió cuenta cuando las manos del menor pasaron a estar de su cuello a su espalda.

Metió todo su miembro y comenzó a dar estocadas lentas, escuchando los gemidos de su pequeño chico. Quien se aferraban a su espalda y tenía sus piernas al rededor sus caderas.

Comenzó a profundizar las embestidas y cuando Cole solto un grito de placer, supo que había encontrado su punto G.

Aceleró un poco el ritmo de las embestidas golpeando la próstata del pelinegro, el susodicho se deshacía entre gemidos y pequeños gritos, tenía su cara escondida en la curvatura entre el hombro y el cuello del peliazul. Aunque el mayor se había duchado, Cole aún podía sentir el embriagante olor del perfume a menta de Alexander y le encantaba. Amaba ese olor.

Eres Mi Mundo...Aúnque no lo creas © #PGP2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora