Su mejilla le ardía de manera infernal, el menor había usado toda la fuerza de su brazo al abofeteearlo, estaba en shock, miró el rostro enojado de su chico.
Jamás lo había visto así.
Aún así, enderezó su postura.
— ¿Que demonios te pasa? — reclamo con molestia.
— Descarado de mierda — Cole trato de darle otro cachetada a Alexander pero el peliazul fue más rápido y le tomo la muñeca, evitando así que la palma de la mano impactará con su rostro — suéltame — dijo entre dientes.
Alexander lo soltó de mala gana.
Y Cole sintió como su enojo, se transformó en tristeza.
— ¿Porque? — pregunto con la voz quebrada, sorbio su nariz y negó con al cabeza — yo te amo mucho Alexander -
— y yo a ti Cole, no entiendo que te pasa cariño — trato de tomar entre sus manos el rostro de Cole pero este tomo sus brazos y los alejo.
— Mentiroso — el Pelinegro metió su mano en su bolsillo y saco su celular.
Después pareció buscar algo, le extendió su teléfono a Alexander y este lo tomo, le dió una mirada confundida y miro el dispositivo.
Se congelo, pudo jurar que sintió un mini-infarto en ese momento.
Eran fotos, de el con Valentina, besándolo, estando encima de el, desnudos.
Trago saliva y vio a Cole, quien estaba hecho un mar de lágrimas. Pero lloraba en silencio.
— Cole amor...
— ¿Que vas a decir?, ¿Que no es lo que parece?.
— Es que de verdad no es lo que parece, Cole déjame explicarte — suplicó.
Cole solo se fue a la habitación, Alexander lo siguió, y su corazón se rompió. Cole estaba metiendo su ropa en su mochila, y en otra mochila estaban sus cosas para el instituto.
— ¿Que haces? — pregunto con miedo — Cole deja de hacer estupideces.
Cole lo volteo a ver, y Alexander pudo ver a través de los lentes una mirada vacía, una mirada oscura, una mirada que jamás en su vida había visto. Y que jamas hubiera deseado ver.
— ¿Crees que es una estupidez? — cuestionó, después soltó una risa triste y detuvo lo que hacía. — ¿Cómo duermes en las noches?, ¿No te atormentan tus pensamientos? Sabía que no debí enamorarme de ti Alexander, creí conocerte, creí haberte sanado, hicimos una Maldita promesa que al parecer solo fueron palabras, yo estaba dispuesto a estar el resto de mi vida contigo, maldito idiota — se acercó un poco quedando en frente de Alexander, lo vio a los ojos — mírame a los ojos y Dime que jamás en lo que llevamos juntos jamás me mentiste. Anda dímelo, y si eres capaz de decírmelo, te creeré y dejaré pasar esto con la condición de que jamás me ocultes nada. Así que hazlo, anda.
Alexander lo miro a los ojos y por un momento Cole tuvo esperanzas, pero estás se fueron al diablo cuando el peliazul bajo la cabeza.
— Eso creí — susurro.
— Cole.
— ¡Ya basta!, ¡Basta! — grito, se quitó los lentes y limpio sus lágrimas, después volvió a ponerse los lentes y vio a Alexander de nuevo. — ya basta... P-porfavor Alexander.
El Pelinegro se sentó en la cama y cubrió su rostro con sus manos, comenzó a llorar. El peliazul no entendía porque no sentía nada, no sentía dolor, tristeza, miedo o rabia, nada, no sentía absolutamente nada.
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Eres Mi Mundo...Aúnque no lo creas © #PGP2024
PertualanganSe enamoro de unos preciosos ojos verdes cuando se prometió a si mismo no volver a amar a nadie desde que su madre habia fallecido, pero le fue inevitable enamorarse de ese pequeño chico tímido. ...... -Tu y yo somos malditos polos opuestos Alexande...