Se enamoro de unos preciosos ojos verdes cuando se prometió a si mismo no volver a amar a nadie desde que su madre habia fallecido, pero le fue inevitable enamorarse de ese pequeño chico tímido.
......
-Tu y yo somos malditos polos opuestos Alexande...
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Uno de los peores momentos de mi vida fue mi niñez. Vivía con miedo de que algún día mi progenitor profanara mi cuerpo, odiaba que mi mamá me dejara solo con el. Siempre besaba mi cuerpo de manera obscena viéndome como su pareja, no como su hijo. Sentía tanto asco y repulsión, tenía pesadillas de como el solía tocarme y cuando le pedía que me dejara en paz me maltrataba, No podía decirle nada a mi mamá, sabía que Carlos me trataría peor.
"Si llegas a abrir la boca, me aseguraré de que solo la vuelvas a abrir mientras te penetro rudamente mientras que el dolor te destruye".
¿Que clase de vida era esa para un niño?. Era un infierno, un maldito infierno del que no podía salir. Siempre intento ir más allá, pero yo nunca lo deje, porque me dejaría marcado de por vida. Y no lo quería.
No le deseo ese tipo de situaciones a nadie, porque ni la peor persona se lo merece.
Es horrible vivir con miedo.
Ese día cuando mi mamá me salvó de morir ahogado en la bañera, me prometí que siempre la cuidaría, me llevo a psicólogos para sanar mentalmente, fue un trauma lo que quedó en mi memoria.
Rompí mi promesa, y todos los días me maldigo por haber Sido un maldito ciego enamorado, por mi culpa perdí a la única mujer que me apoyo y me creyó después de atreverme a contarle todo. La única que cuido de mi y lo doy todo porque yo tuviese lo mejor.
Después de su muerte, el día de su funeral cuando estaban enterrando esa Maldita caja con su cuerpo. Sentí soledad, sentí el mismo miedo que sentí en mi niñez, sobretodo porque mi progenitor había ido al funeral y estaba acechandome, me sonreía de manera perversa, estaba feliz de ver qué mis mejillas una vez más habían Sido empapadas de lágrimas, llore como nunca.
Me prometí, mientras miraba al cielo que jamás me volvería a enamorar. Comencé a trabajar y una vez que me compré mi departamento me inscribí en un instituto y luego, comencé a salir a fiestas, dónde podía distraerme del dolor en el pecho que solía tener, era divertido, podía jurar que el sexo era lo mejor de esta vida.
Cada noche me acostaba con alguien diferente, no buscaba nada serio, cada vez que alguien tomaba mi mano los recuerdos de mi relación con el asesino de mi madre, llegaban, esos gestos los eliminé totalmente.
Pero...
Un día un Pelinegro de ojos verdes llegó al instituto, desde el primer instante me llamo la atención, trate de besarlo y cuando me cacheteó me enfurecí pero me gustó el hecho de que el chico tenía carácter. Comencé a verlo a diario, era una ternura, leía, era tímido y a pesar de que no me gustase que fumará, yo no podía meterme en sus decisiones.
Esa vez que me reclamo por besarme con alguien llegó un sentimiento muy extraño que hace años no sentía. Esa sensación en el estómago cuando vez a la persona que te gusta. ¿Cole me gustaba?.
Me sentí celoso cuando me di cuenta de que Ben estaba tras de el, yo sabía lo que buscaba.
¿Fue necesario amenazarlo?, Sí.
Me aleje de Cole, no porque quisiera sino porque no quería sentir algo más que deseo por el. Nuestros casilleros estaban cerca así que de por sí nos veíamos pero yo lo ignoraba, compartíamos clases y trataba de no mirarlo, en el comedor el siempre almorzaba solo, me dolía pero sentía que así era mucho mejor.
Me acostaba con chicos y ni teniendo relaciones sexuales con alguien más podía dejar de pensar en el, esos ojos que me cautivaron, sus mejillas eran tan tiernas, su estatura lo hacía ver muy adorable.
Le confesé a Shay lo que sentía por Cole.
Y si, Me enamore por segunda vez en mi vida y una vez más tuve miedo sabía que ese pequeño Pelinegro era frágil y tenía miedo de quebrarlo.
Cuando me beso, Dios, no quería nada más, mis manos al rededor de su estrecha cintura y mi lengua dentro de su boca. Sentía que podía morir en paz, sabía también que el tenía miedo de enamorarme de mi por ser un fuck boy. Pero mis intenciones no eran hacerle daño, al contrario, quería hacerle ver qué mi amor por el es un amor sincero.
Al día siguiente cuando huyó de mi, cuando supo que me acosté con su hermano, no quería perderlo, lo perseguí y se que parecía un cliché pero no me importaba, lo acurruque en mis brazos y le dije la verdad de lo que sentía por el, jamás en mi vida fui tan sincero.
-Se que te es difícil confiar, se que sufriste mucho en el pasado y que nunca saldrán esos recuerdos de tu memoria, pero ahora este es el presente. Creeme cuando te digo que no quiero hacerte daño, llevamos solo unas horas siendo novios. Se que no confías en mí. Pero quiero que sepas que siempre haré todo lo posible por cuidarte de la mejor manera que exista. Jamás me enamoré tanto de una persona como lo hice de ti, te amo más de lo que te imaginas. Y quiero demostrarte todo lo que siento por ti, quiero hacerte sentir amado -confesé.
Ese día por alguna razón no quiso volver a su casa. No quería preguntarle nada y menos sobre porque sus ojos eran azules en ese momento.
Lo lleve a mi departamento y se quedó dormido en el camino. Se veía tan tranquilo.
Cuando despertó creyó que todo era una pesadilla y desearía haber poderle mentido.
Horas después salimos a caminar y cuando se desmayo en mis brazos la desesperación casi me mata.
Cuando lo deje solo y no contestaba el teléfono supe que algo malo estaba paso, y cuando lo ví tirado en el piso, mi alma dolió.
Fue tan horrible el hecho de que no estuve allí para cuidarlo, y una vez más fui el culpable de que Cole saliera lastimado por ese maldito infeliz.
Pero, ¿Podría protegerlo de todo?, Yo espero que si, si le llegase a pasar algo, yo me moriría
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