Capitulo 01

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Suelto un gemido de dolor al impactar contra el duro suelo por el golpe de la maldición

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Suelto un gemido de dolor al impactar contra el duro suelo por el golpe de la maldición.

—Maldita sea— insulto a el horripilante ser frente a mi.

Ahora mismo me encuentro en un templo abandonado, dónde es conocido se hacían sacrificios humanos, y a causa de eso de creo una poderosa maldición a la cual me mandaron a exterminar. Creí que sería trabajo fácil, pues no es la primera vez que me enfrentó a una maldición de 1 nivel. Pero está no es de primer nivel, es nivel especial y me está costando más de lo normal.

—Muy bien idiota, ya me harté— le digo mientras me levanto del suelo.

Pero la maldición no espera a que me recomponga y lanza un rayo de energía maldita que me da de lleno al no estar preparada. Y de esa forma vuelvo a el suelo.

Enojada me quito la venda. A la mierda los peces gordos.

Me levanto y miro a la maldición directamente a los ojos, está pronto se debilita y yo siento como me fortalezco, para mí suerte el poder de la maldición no es algo que no pueda controlar, así que apenas me acostumbro un poco a el poder, lanzó el mismo rayo que está me lanzó antes, matando la en el proceso.

Siento como el poder de la maldición recién exsorcisada se adapta a mi.

Camino fuera del templo y espero que el velo caiga para salir y encontrarme con ijichi, quien al verme sin la venda se cubre los ojos.

Ruedo los ojos y devuelvo la venda a su lugar anterior.

—Señorita Yamada sabe que tiene prohibido usar su ritual— me dice ijichi con voz temblorosa, siempre a sido demasiado formal conmigo, a pesar de las múltiples veces que le dije que no era necesario.

—No planeaba morir, y la maldición era de grado especial, así que era una necesidad— respondo seca y me subo a el auto para volver a la academia.

El día que gojo me busco fui llevada frente a los peces gordos, y ellos tomaron la decisión de ejecutarme, pero Satoru intervino y prometió cuidarme y estar al pendiente de mi para que no afectará a nadie, me ensañaria a controlar mi poder para no ser un peligro, y les mostró que tenía mucho potencial. Pero ellos no estaban seguros, así que tuve que intervenir y asegurar que no me quitaría la venda para así no afectar a nadie, gojo no estaba de acuerdo pero esa fue la única manera de que me dejarán vivir.

Por eso tuve la obligación de entrenar el resto de mis habilidades para ser la mejor sin necesidad de mi ritual maldito. Logré desarrollar mis otros sentidos al no poder ver correctamente por la venda, pero usualmente en misiones uso una tela que me permita ver al menos un poco, y si no, unos lentes. Pero en casos normales me tengo que conformar con una que no me permite ver absolutamente nada.

Una vez llegamos a la academia me bajo del auto y entro sin decir nada, se que tendré problemas por lo que hice, pero no podría importarme menos.

Pero una voz me detiene.

—Una jerarquía que no está basada solo en la fuerza es aburrida, si me lo preguntas.

Esa voz me suena conocida, pero no logro recordar de donde, así que me acerco.

—Lo siento sensei, el sale de vez en cuando— dice otra voz, suena parecida, pero la anterior tenía un tono de voz más orgulloso lo que me facilita diferenciarlos.

—Pero que cuerpo tan interesante el tuyo—escucho decir a Satoru, me acerco lo suficiente como para verlos a ambos, junto a Satoru hay un chico alto y si la venda me deja ver bien, tiene el cabello rosado.

—Oh, katsuki— dice gojo con voz aniñada— ya volviste de tu misión?

Asiento y el sonríe en grande mientras me señala a el chico.

—el es Itadori Yuji, tu nuevo compañero— yo evaluó a el chico con mayor detenimiento, parece ser alguien atlético.

—Un gusto, me llamo Katsuki Yamada— le tiendo la mano y el me regresa el saludo mientras se presenta de regreso.

—Todos los hechiceros se cubren los ojos? — pregunta curioso, pero luego se corrige— aunque, Fushiguro no lo hacía.

—No es así.

Le explico, pero soy interrumpida por Satoru.

—Ella es usuaria de un ritual conocido como "bandido"— dice volviendo a burlarse por el estúpido nombre del ritual, y yo ruedo los ojos, siempre me molesta llamándome "rufián" o " bandida"— hace que el usuario pueda robar el poder de otro solo con verlo a los ojos, por eso los cubre, para cuidar de no hacerlo sin querer.

Yo asiento de acuerdo a sus palabras, y yuji nos mira sorprendido, pero una boca sale de su mejilla.

—Mm una Yamada, tenía siglos que no me cruzaba con alguien de ese clan— miro alarmada la boca que sale de la mejilla de yuji, y el se apresura a cubrirla.

—Lo siento— se disculpa apenado y yo miro a gojo buscando una explicación.

—se comió un dedo de sukuna y ahora es su recipiente— sus palabras me dejan asqueada y sorprendida.

—Como no estás muerto?— digo y me le acercó para evaluar su mejilla, la cual aún cubre.

—No lo sé— dice apenado y estoy tan cerca que siento su aliento golpear mi rostro, la boca vuelve a aparecer y yo siento una increíble necesidad por levantar la venda y mirarlo directamente. Pero pronto siento algo húmedo en mi mejilla y veo que la boca me acaba de lamer, alarmada me separó de yuji quien se mira apenado y se disculpa.

—No te preocupes— miro a yuji y luego a Satoru y de nuevo a yuji— esto es increíble, tienes al mismísimo Ryomen sukuna dentro tuyo.

—¿Es famoso?— pregunta curioso y yo asiento, luego gojo le explica por qué es conocido pero yo no presto mucha atención, pues me concentro en mis pensamientos.

Tengo vagos recuerdos de mi vida antes de vivir con Satoru, y casi nulos recuerdos de mis padres, pero recuerdo algo que me dijo mi madre, es casi lo único que recuerdo de ella, recuerdo claramente sus palabras: "Katsuki, una vez llegue el demonio de dos cabezas y cuatro brazos, tu deber será que el nunca sea libre, no importa a quien tengas que matar, nunca permitas que el sea libre, o tu vida se atara a la suya para siempre" recuerdo que me lo dijo el día atacaron nuestro hogar, el día que fue asesinada. Nunca entendí sus palabras, pero por alguna razón jamás las olvide, sienpre estuvieron en mi cabeza como si estuvieran grabadas con fuego.

Posiblemente tenga que hablar con Satoru sobre esto, pero será más tarde.

Bandida | Jujutsu kaisen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora