Capítulo 8

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Diana Zigerman

Poso mis codos en la barra de la cocina, inclinándome hacia delante, llevamos como 20 minutos así. Mis ojos miran a los suyos como si buscaran un toque de algo pero no consigo nada, ni siquiera estoy segura de saber que busco.

Coloco un mechón de cabello detrás de mi oreja, y el sigue cada movimiento con cautela.

—Señorita Zigerman.— musita.

—Señor Jeon.—respondo.

Ladea la cabeza.

—¿Por qué está tan a la defensiva conmigo?— pregunta.

—¿Por qué estás con Hyori?— respondo con una pregunta.

El sonríe de lado.

—¿Por qué estás con Seung?.— responde en una pregunta.

Tenso la mandíbula.

—Puedo dejarlo cuando quiera.— le resto importancia.

—Lo mismo digo.— me responde.

Nos quedamos en silencio otro rato, pero él suelta un suspiro y se baja del taburete para acorralarme en la cocina, acerca sus labios a los míos pero nos lo toca; mi corazón late con fuerza y lo odio por eso.

—Estoy cansado de este juego— dice.

—¿De este juego o de esta abstinencia?

pregunto y él sonríe de lado.

—Te quiero invitar a una cita— habla totalmente en calma.

Me quedo en blanco, mi corazón se queda en blanco, mi mente, todo.

Siento un cosquilleo en el estómago. ¡No puede ser posible!.

—¿Para dejarme vestida?— pregunto rencorosa. El ríe y niega.

—Mañana... Vengo por ti a las
nueve.— siento su mano recorrer mi muslo.— ¿Entendido?

—Y ¿Si no quiero? — me enarca una ceja.

—Vendré y te llevaré a la fuerza, sin importarme qué tengas puesto.— su tono de voz es en seria advertencia.

Paso saliva, mirándolo a los ojos.

—Bien.— respondo.

Se inclina y me agarra el mentón, para luego apegar sus labios a los míos.

Cualquiera diría que estoy muy urgida por sexo, pero este hombre desata cosas que nunca antes había sentido por nadie.

Se despega y me mira.

—Quiero a Hyori.— dice y frunzo el ceño.

—¿De verdad acabas de decir eso?.

—No de querer, te la estoy pidiendo.

—Si sale de CIOS es muerta, y me voy a asegurar que sea yo quien lo haga.— amenazo.

Su mano me agarra la cintura apegándome a él.

Cualquiera que nos viera diría que somos una pareja, pero eso es algo imposible ¿No?

—Espero y sepas cumplir con tus amenazas.—Habla

—No tienes ni idea.— nos miramos unos segundo antes de volver a besarnos.

Su mano en mi cintura me apega cada vez más a él, de pronto es como si hiciera calor.

Escucho la puerta principal abrirse, me separo de golpe y mi corazón late rápido. ¿Quién será? Podría ser Seung, diablos, Seung.

•La Dama roja•🔞  [#1] biología y poder.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora