Diana Zigerman.
¡Fin de semana! Las plegarias fueron escuchadas.
Me recojo el cabello en una coleta alta y me retoco el labial rojo antes de salir.
—¡Ma! Me voy.— menciono con una sonrisa.
Mi madre me dijo que se iba a quedar en mi apartamento en lo que yo volvía, tiene dinero y suficiente espacio, no me preocupo por la seguridad ya que tengo a dos guardaespaldas en la puerta y a un centinela rodeando mi edificio. Saco el teléfono y veo que tengo un mensaje.
Jungkook: Ya llegué, nena.
Le lanzo un beso a mi madre y salgo de mi apartamento. Mi humor estuvo de buenas desde la cena que tuve con Jungkook y eso es algo que no puedo ocultar.
Estábamos cenando en un restaurante cinco estrellas a las afueras de la ciudad, había optado por un vestido de noche rojo vino con tacones dorados, él iba con traje negro sin corbata, su cabello alborotado, él piercing en el labio que me vuelve loca y por último los tatuajes en su mano izquierda.
Me pego a la copa.
—Diana... ven conmigo el fin de semana.— dice suave y calmado.
sonrío confundida.
—¿Qué?.— susurro.
—Pasa conmigo el fin de semana.— repitió con un brillo en sus ojos.
Por supuesto dije que si, y algo me decía que no me arrepentiría de eso.
Salgo por la puerta principal de mi edificio y en vez del deportivo gris, hay un Koenigsegg CCXR trevita azul oscuro, paso saliva. ¿Cuantos autos a de tener este hombre?
Camino con toda mi seguridad hasta la puerta del copiloto y abordo el auto.
—Hola señor líder.— sonrió.
Me inclino hacia él, donde me da un beso.
—¿Lista?— asiento y arranca el auto.
—Me gusta este deportivo.— halago.
—Es tuyo si quieres.— dice sin importancia.
Lo miro atónita.
—¿De verdad?.— asiente.
Conduce hacia las afueras de la ciudad como por dos o tres horas, pasamos varios minutos en carretera con bosque hasta que a lo lejos se ve una mansión, detiene el auto en la entrada y bajamos al mismo tiempo. Vaya... Cuánto dinero.
Me agarra de la mano y entramos a la casa. El salón principal es espectacular y unas escaleras nos recibe, supongo que por ahí deben estar las habitaciones.
—Bienvenida a mi casa.— sonríe arrogante y yo pongo los ojos en blanco.
Tira de mi brazo hasta tenerme apegada a él, se inclina y me besa metiendo su lengua en mi boca. Mm, me gustan estos besos.
Le suena el teléfono y se aleja para contestar, por mi parte me quedo de pie en el salón mirando todo.
A mis espaldas alguien habla y escucho cuando quitan el seguro de un arma.
sonrío de lado.
—¿Quién eres?.— habla un hombre, me giro y le quito el arma de manera rápida siendo yo ahora quien lo apunta.
—Diana Zigerman, un placer, Jeon San.— sonrío y el entrecierra los ojos.
—La hija del presidente, en la boca del lobo.— manda su mano a la parte de atrás y manda el puñal directo a mi hombro pero yo me aparto sosteniendo su mano.
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•La Dama roja•🔞 [#1] biología y poder.
FanfictionDel odio y la persecución al amor solo hay un paso, y Diana Zigerman una no creyente de los refranes, ni de las religiones, ni si quiera del destino y la coincidencia, tuvo la oportunidad de verlo por sus propios ojos. Un hombre que no creía en los...