Capítulo 4

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Líder de la mafia.

Regreso a mis aposentos, dejando que mis guardias estacionen mi auto y entro a mi casa deshaciéndome de la chaqueta de mi traje la cual es recibida por una de las doncellas de limpieza. Me encamino hacia mi estudio y Jeon Sun tropieza conmigo, esta desorientado y sudoroso.

—Sun— lo mencionó y es como si apenas se diera cuenta que estoy delante de él.—¿Qué sucede?

Me mira nervioso y aparta la mirada.

San está como un demente.— susurra.

Pasa de mí y se va corriendo escaleras arriba. Resoplo pidiendo paciencia para no volarle los sesos a todo aquel que se me atraviese.

¿Porqué si tuve una buena noche tienen que joderla? Es como si les encantara hacerme enojar.

Sigo caminando hasta entrar en mi oficina donde esta San moviéndome papeles a diestras y siniestras. Me aclaro la garganta y y él se gira.

—¿Dónde estabas?.— He estado tapando tus cosas mientras estabas quien sabe donde, o con quien.

¿Mis cosas? Pero si siempre soy yo el que tapa las idioteces de los demás. No es mi problema que esté frustrado porque no puede salir, CIOS le tiene el ojo montado y hace una semana casi lo agarran.

—Hyori te está buscando, dice que la trataste mal ayer diciéndole que era sumisa.

—¿Ahora anda de vieja chismosa?— suelto una risita, pero la suprimo y me siento.

A la habitación entra un señor de unos cincuenta años. Mi tío. Se ha echo cargo de nosotros desde que mataron a mi padre.

—Necesito que te comportes.— me señala con el bolígrafo.— Para ser el líder necesitas una reina... Y no estás facilitando las cosas insultando a la única chica que no ha echado a
correr.— se cruza de brazos

Me obstina que me traten como un retrasado, háblenle así a Sun no a mí. He pateado a cada mafioso y a cada policía que ha intentado dársela de buen samaritano.

—No eres mi papá, así que puedes dejar de tratarme como un crío.— me mira fijamente antes de pasarse las manos por el cabello.

—Entonces deja de comportarte como uno, necesito que estés concentrado.

—Resolveré esto.

Me pongo de pie y salgo del estudio haciendo sonar las puertas a mi paso. Sun corre detrás de mí, me agarra del brazo y hace que me gire.

—¿Que piensas hacer? — pregunta con el ceño fruncido.

Le sonrío de al lado y comienzo a subir las escaleras, voy pateando puerta por puerta, pasa una de las sirvientas y se aparta en cuanto me le arrojo encima y le quito un cuchillo que lleva en la bandeja. ¿Cuchillo de mesa? Mm, nunca he matado a alguien con un cuchillo de mesa, veamos que tanto puede perforar. Abro la última habitación de una patada y allí se encuentra la puta que tanto me ha traído dolores de cabeza.

—Buena noches.— le sonrío y ella me mira raro.— Si bueno, no he pensado que te voy a decir.— Comienzo a caminar de un lado a otro, San se limita a quedarse de pie en la
puerta. —Veamos... ¿Alguna vez te han acuchillado en una mesa?

Toda la sangre de su cara se desaparece.

—Responde.— ordeno.

—No.

—Bien, me gustaría ser el primero.— Me acerco hasta ella y la apuñalo una vez en la costilla. Se inclina agarrándose de mis brazos mientras jadea. Retiro lentamente el arma sintiendo cada capa de la piel— Si, así, muy bien.

•La Dama roja•🔞  [#1] biología y poder.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora