Capítulo 10

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Cuando llegó el lunes toda la central estaba vuelto un caos, al parecer habían secuestrado más niños, Hyori se había intentando suicidar y habían cada vez más bares con prostitutas.

¡Me estaba volviendo loca!
Por que diablos no podía tener un inicio de semana normal.

—No me grites.— señalo con mi dedo índice a Seung.

—¿Quieres concentrarte?.— me grita nuevamente.

Ambos nos ponemos a la defensiva y los capitanes optan por meterse para que no salgamos en discusión. Agarro mi chaqueta negra de cuero y salgo de la oficina siendo seguida por secretaria. Abordo el ascensor hasta la enfermería para ir a caerle a golpes a Hyori antes de que se vaya.

El domingo antes de bajarme del auto de Jungkook tuvimos una leve discusión acerca de Hyori. Y hoy en la mañana llegó un abogado (sacado de no sé dónde) pagando la fianza de la mujer.

El ascensor se detiene y el largo pasillo blanco me recibe.

—Coronel.— se paran firme las pocas enfermeras que se encuentran en el lugar.

—Sun Hyori.— menciono seria.

Me indican dónde está y avanzo hasta su habitación. Al entrar ella está sentada comiendo, tiene unos vendajes en las muñecas y su cabello se encuentra corto, dejando ver la marca en su cuello aparte de una venda alrededor de su cabeza.

—Salte.— ordeno y al enfermera sale de la habitación.

La mujer frente a mí deja de comer y se levanta manteniendo un margen de distancia entre nosotras.

Dios, ahorita no tengo mente para estar lidiando con ninguna mujer celosa aparte de mí.

—Hyori, serás liberada, tú abogado acaba de pagar la fianza, espera no, mejor dicho "tu esposo" acaba de pagar la fianza.

Suelta un suspiro de alivio, me acerco y le quito las esposas. Su mirada hacia mí es de total desconfianza así que me quito para que ella camine hacia la puerta, pero antes de que llegue la tiro del cabello acercando mi boca a su oído y le susurro:

—Atrévete a montarle una mano encima a Jungkook y.— sonrío cómo psicópata.— Créeme que te mato.—

Suelta un quejido ya que tiene puntos en la cabeza y mi agarre es fuerte. La suelto y ella sale lo más rápido que puede de la enfermería.

La cabeza me duele y tengo que montar un coreografía ya qué hay una jodida reunión de la mafia francesa y pidieron los servicios de las musas. ¡Perfecto! Más trabajo para mí, además de eso necesito armar un plan para rescatar los niños.

Apenas llego al piso cinco escucho a  todos gritándose en la sala de reuniones, Seung está más mandón de lo normal, Cheol es un dolor de cabeza , mi padre va hacer una fiesta este fin de semana y todos se están preguntando ¿Quién rescatará a los inocentes mocosos?

—¡A mí me mantienes el debido respeto!— le grita Seung a algún sargento.

—¡No le estoy faltando el respeto!— exclama ofendido el sargento.

¿Por qué tanto alboroto? Estoy empezando a considerar que no es solo por todo el trabajo que tenemos y eso me lo verifica la fotografía que está frente a mí. Es la foto de dos cadáveres, una mujer y un hombre Helina y Kim Heliat, los hijos del vicepresidente, mejor amigo del presidente y mi padrino. Repiqueteo las uñas en mi labio inferior viendo el expediente.

Kim Heliat y Helina, de diecisiete años débalos brutalmente asesinados por culpa de la mafia.

Dice un papel de periódico. Y otras descripciones acerca de la autopsia, y la escena del crimen la cual fue en el apartamento de la chica. Miro la pantalla de mi celular encenderse con un mensaje de mi padre. Lo ignoro. Crecí con estos seres, a pesar de que soy mayor. Todas y cada una de las cosas que leí indican que buscaban algo o justamente buscaban dar un mensaje, pero ¿Cuál es ese mensaje?...

•La Dama roja•🔞  [#1] biología y poder.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora