Cap 11

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Luego de dejar a mi madre en la clínica con buena seguridad, regreso a la central la cual no mejora, si no que empeora.

Este día no podría ser más mierda de lo que es.

Llego directo a mi habitación y saco mi vestido de gala rojo, junto a todo lo que me voy a poner.

Según lo que me ha estado informando la teniente que está a cargo de conversar con el mafioso, es que se hará un baile hoy en la noche, y yo soy la acompañante del mafioso Francés.

Mi vestimenta trata de un vestido rojo (Que nunca puede faltar en mis misiones) con una manga larga y la otra descotada, su largo llega al suelo incluso con los tacones negros de punta de aguja, y lleva un corte hasta que inicia el muslo en mi pierna derecha. Llega la maquilladora y comienza arreglarme totalmente.

Tengo demasiadas cosas en la cabeza, pero debo centrarme en esta misión

. Mi teléfono suena pero ni siquiera veo la pantalla.

—Está lista, coronel, se ve hermosa.— me sonríe y se retira.

El maquillaje no es muy fuerte, pero si marca mis pómulos y resalta los ojos verdes. Abro una gaveta de mi estante y saco el cofre, me coloco el anillo rojo en forma de corazón en el dedo del medio y me coloco el collar de diamantes a juego, e incluso me coloco unos pendientes rojos que tengo de hace unos años. Agarro una cartera de mano negra y me miro en el espejo.

El teléfono vuelve a sonar así que contesto.

—¿Qué?

¿Así le contestas a tu padre?— tenso la mandíbula.

—Hola papá.

—¿Papá? ¡Papá! ¿Ta haz oído bien?— frunzo el ceño mirando la pantalla del teléfono. ¿Ya enloqueció? —Soy tu padre y no haz venido a verme.

He estado ocupada.

—Siempre lo estás.— Enarco una ceja. ¿Qué le pasa?.— A tu madre has ido a verla, mínimo podrías haber pasado por el hospital.

Tienes muchas personas que te cuidan.— resto importancia mientras me retoco el labial rojo.— Papá... — me interrumpe.

¡Esas personas no son mi hija!— grita y tengo que apartarme el móvil para que no me duela el oído. —¡Engendra mal agradecida! Te di todo.

Pongo los ojos en blanco y me limito a escucharlo.

—¡Me han disparado! ¡DISPARADO! ¿Y tú qué has echo? Ir a ver a tu madre.— Me trago la ira y hablo

Te han disparado millones de veces.

—¡Por lo menos podías venir a verme! ¡SANTO DIOS! ¡Le has quitado el derecho a un hombre que vea como paga el asesino de sus
hijos! — Así que era eso.— ¡LE RESTAS IMPORTANCIA A TU PADRE QUIEN TE HA DADO TODO! ¡¿Que ha echo tú madre?! ¡Te abandonó a los nueve y apareció a los doce!.— lo interrumpo.

—¡Al menos mi madre estuvo hay! Dándome una muñeca, explicándome qué hacer cuando me desarrollé, ¡¿TU QUÉ!? ¡SOLO SERVÍAS PARA DARME PISTOLAS Y PONERME A CONDUCIR UN AUTO DE CARRERAS SIN IMPORTATE SI SALÍA VIVA O NO! ¡¿ME ABRAZASTE CUANDO ME SENTÍA MAL?! ¡¿ME AYUDASTE CON LAS HERIDAS DE BALA?! ¡NO! SOLO TE LIMITASTE A DECIRME QUE HACER O QUE NO, Y PUES QUE TE DEN.

Cuelgo la llamada y salgo de la habitación dando un portazo. Entro al ascensor y me aparto el cabello largo que se me ha rodado hacia adelante. Presiono el botón que lleva al estacionamiento donde me espera una camioneta negra que me va acercar hasta donde supone que es "mi casa". La camioneta se pone en movimiento apenas llego.

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⏰ Última actualización: Jan 03 ⏰

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•La Dama roja•🔞  [#1] biología y poder.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora