AMAR, CORRER O MORIR [Newt Y Tu]

Cap 13: Fogata

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TN

—¡Que prenda!— gritó Alby emocionado.

Los guardianes aventaron sus lanzas prendidas en fuego a la leña que habían acomodado supuestamente en forma de "penitente", aunque nadie sabía cómo era uno realmente. Comenzaron a gritar "el área" una y otra vez al rededor de la fogata mientras unos chicos hacían música con unos instrumentos que ellos mismos habían hecho. Stella en mis piernas se removía incómoda, quería ir con su padre y sus tíos a celebrar pero mi agarre se lo impedía.

—¡Papá, papá, papá!— gritó Stella agitando sus manitas hacia Newt.

A pesar de todo el ruido que había su padre logro escucharla y se acercó rápidamente, empezaba a creer que tenía un "Stella Instinto".

—¿Qué pasa, mi corazón?— pregunto Newt sentándose a nuestro lado.

—Oh no, está señorita está castigada, no habrá fiesta para ella hoy.

—¿Ahora que hizo?— pregunto el rubio tratando de no reír, conocía muy bien a su hija y sabía que podía llegar a ser muy traviesa.

—Se volvió a escapar, además de que le robó un tarro de galletas a Sartén— respondí indignada.

Newt tomo a la niña en brazos y la sento sobre sus piernas, cayendo muy bajo por los encantos de nuestra pequeña. A veces, no tenía una mínima autoridad sobre nuestra hija, ella lo sabía y usaba eso a su favor.

—Creo que te he malcriado demasiado, mi cielo.

No tenía sentido quejarme sobre mi hija a su padre, él la amaba y no podía si quería castigarla. Los chicos celebraron en sus respectivos grupos con sus compañeros de trabajo, una costumbre que habían adoptado con el tiempo. Pero mientras todos celebraban y pasaban un buen rato juntos, el novato se hallaba alejado del grupo, sentado contra un tronco con la espalda hacia ellos.

Algo en él me resultó familiar, eso solo me había pasado cuando ayudé a Newt a salir de la caja tres años atrás. Hace un rato había podido verlo de cerca, sus ojos marrones parecían conocidos y provocaban una sensación de déjà vu. Tenía que quedarme callada sobre esto, no quería que Newt armara un drama por nada.

—¿Qué opinas, amor?— pregunto el rubio a mi lado, sacándome de mi trance.

—¿Sobre qué?— pregunté desconcertada, volteando a verlo.

—Ni si quiera me estabas prestando atención— reclamo indignado.

—Lo siento, me distraje viendo algo.

—¿Qué cosa?— pregunto curioso.

—Al novato, míralo en vez de disfrutar su fiesta de bienvenida está ahí solo— señale al novato apartado de los demás.

—Pobrecito, ve con él y se su amiga.

—Esta bien.

Me levanté del tronco y quise ir con el novato, pero Newt me tomó la mano con fuerza. Había olvidado que mi novio era irremediablemente celoso.

—¡Era sarcasmo, shank!— reclamo celoso.

Stella río sonriente, aunque no entendía lo que estaba sucediendo entre sus padres,  le parecía divertido ver a su padre enojado.