Como una plantita de flores

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Hacía un día lindo, las cortinas mantenían a oscuras la habitación, Emilico se incorporó despertando a Patrick al instante, ella se levantó y corrió al baño.
—¡Emilico! —Patrick alzó la voz desde su lugar en la cama, luego se levantó para esperar a que saliera.
Cuando por fin lo hizo, llamó su atención, ella volteó a verlo con su dulce rostro, estaba algo agotada ya que estaba más cansada de lo habitual, todo lo que comía terminaba en el baño. —Mi amor, me preocupas, ahora mismo vamos con el equipo de socorro para una revisión.
—Bien. —Emilico y él se arreglaron para ir con el equipo de socorro desde temprano.

Cuando llegaron, de turno estaba Suzanna y Suzie, les dio la bienvenida, hablaron de lo que pasaba con Emilico desde hace varios días.
—La revisaremos, por favor Patrick, debe esperar afuera.
—¿No puedo quedarme con ella?
—Patrick un poco de privacidad por favor, cuando esté listo el chequeo ya te avisaré.
Él besó la frente de ella y salió de ahí para esperar, ella se cambió para estar ligera. Justo cuando ya iban a comenzar llega Evelyn junto a Eve.
—¡Buenos días! _Dijo alegre. —Empezando en día con ánimos. —Vio a la paciente. —Veo que tenemos trabajito.
—Ahora mismo comenzaremos la evaluación, ¿me ayudas?

Revisaron el latido del corazón, respiración, sus ojos. —¿Estás durmiendo bien?
—De más y aún así estoy cansada todo el día.
—¿Tú último periodo?
—Hace un mes, debió llegar hace una semana. Tengo náuseas constantes, todo me da asco y mareos.
Eve y Suzie buscaron en libros de medicina humana para identificar los síntomas.
Emilico estaba colorada, así que decidió hablar. —Estoy esperando un bebé...
Todas se miraron entre sí, Suzie volteó la página donde encontró la información detallada y leyeron dándose cuenta que lo que ella decía era cierto.
—Vaya, todo apunta a que es verdad —Comenta Evelyn.
—Por favor, no se lo digan a Patrick, estoy esperando decirle por mi misma que será padre.
—Entonces Emilico ¿Qué crees que se esté desarrollando dentro de ti?
—Pues un bebé.
—¿Una sombra o un humano? —Pregunta Suzanna. —Los humanos nos llaman monstruos ¿Qué saldría de ti y de Patrick?
—Un bebé que amaré no importa lo que sea.

Acordaron no contar nada hasta después de que Patrick lo supiera, salieron de ahí y Patrick se levantó de golpe del asiento exigiendo respuestas.
—No te preocupes Patrick, Emilico no tiene nada, ella misma te lo dirá. —Dijo Evelyn.
Volvieron juntos, ella venía cabizbaja, él por dentro se estaba muriendo sin saber que le ocurría, pensó en lo peor, la abrazó de camino al comedor para ir a desayunar. Todos parecían estar felices con sus vidas de nobles, él por ella daría todo, que fuese feliz y que tuviera una vida larga. Ella cambió con la comida ya que ahora sus antojos comenzaban, Patrick miró como transformó su decaído rostro a uno alegre en segundos, y pidió lo que quería.
—¿Segura que puedes con todo?
—Claro. —dijo animada.
—Emilico sigue siendo una glotona. —Comentó Ricky que se unía a ellos junto a Lou.
—Buenos días a los dos. —Saludó Lou de manera alegre, ellos correspondieron.

Algunos preferían desayunar de manera habitual en sus habitaciones, Kate y John no estaban como otros días, solo estaba Shaun que se sentó con ellos a desayunar. Entre charla y charla saltó el tema de Emilico que no se había sentido bien en esos días. Ricky y Lou se preocuparon, mas Shaun no dijo nada pues sabía lo que pasaba.
—¡Ay no! ¿Estás bien Emilico? —Pregunta Lou.
—Si, no es grave.
Patrick la miró, por dentro estaba preocupado por ella, va y si era algo que pudiese arrebatarle la vida.

Luego del desayuno decidieron regresar a la habitación, a medio camino ella paró en seco.
—¿Pasa algo?
—Ve al jardín, te alcanzo allá, mi vida.
—¿De verdad? ¿No quieres descansar mejor?
—Venga, hablaremos más tranquilos en nuestro lugar favorito. —Emilico lo dejó y se regresó corriendo a la habitación.
Patrick se dirigió al jardín, miró al basto cielo pidiendo que no fuera nada grave lo que le iba a contar, su mundo se derrumbaría si ella no estaba más a su lado, tomó asiento en una banqueta para esperarla. Suspiró triste y abatido.

MissingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora