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-Siempre te pasan cosas como esta, ¿no? ¿Qué las chicas te aborden así?- pregunto intentando mostrarme indiferente.

-Solo cuando salgo a la calle- responde Ryan encogiéndose de hombros inocentemente.

Pongo los ojos en blanco.
-Eres una una amenaza pública. No deberían dejarte salir solo.

-Los celos son una emoción muy fea Luanna- esboza una sonrisa burlona.

-muy gracioso Van der bilt-

Llegamos a mi casa y Ryan me ayuda a subir las bolsas hasta arriba. Antes de que pueda llamar al timbre la puerta roja se abre y mi tio aparece en el umbral con una intimidante mirada inquisitiva en dirección a mi acompañante masculino.

-emh hola tío- saludo nerviosa

-hola señor Fernandez- saluda Ryan intentando evitar la tensión

-eh este es Ryan- le presento

Él no pierde su sonrisa de modelo.
Y mi tío le mira suspicaz.

-ejem- se aclara la garganta- creo que yo debería irme.

Le miro suplicante. Me abandona a mi suerte, ahora tendré que aguantar yo sola el interrogatorio.

-un placer conocerle señor- me guiña un ojo y sale de la estancia dejando una estela de brillos en mi dispersa mente.
Mi tío gira la cabeza hacia mí y como buena cobarde huyo a mi habitación.

El silbido de los juegos del hambre interrumpe mi estado de meditación pos-Ryan.

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De un número desconocido, hum.

Voy a llamarte, me lo cojes.
tu amor platónico, y lo sabes.

Maldito Ryan, seguro qe es él.

En el fondo mi corazón da saltitos.

Espero pacientemente, impacientemente, el sonido de caraphernelia sonar a través del móvil, y cuando, tras unos eternos dos minutos suena, casi tiro el teléfono.

-¿Si?

-Luanna Fernandez- saluda la inconfundible voz masculina.

-Ryan Frederick Van der Bilt- respondo

-no me gustan los mensajes whatsapp ni toda esa "social media", prefiero hablar a la antigua usanza- comenta

-¿me mentiste y tienes 40 años bien cuidados?

- tengo 17 años bien cuidados- casi puedo oír su media sonrisa al otro lado de la línea

Sin darnos cuenta, las horas pasan y la noche cae al igual que la hora de la cena, que nos obliga a cortar nuestra conversación.

Apago el móvil con un suspiro y me llevo la mano al corazón que late desbocado.
Me tumbo en la cama y abrazo con fuerza a Teddy, mi fiel oso de peluche.

-LUANNA VEN A HACER LA CENA- se escucha al tío Richard desde el comedor.

-YA VOY- grito a modo de respuesta

Arrastro los pies por la suave, y poco higiénica moqueta, característica de todas las casas inglesas, y me llevo el móvil conmigo por si acaso.

Abro la despensa y saco los ingredientes que había comprado este mediodía.
Preparo una sencilla ensalada y pongo la mesa.

-¿Ese Ryan es tu novio?- casi escupo toda la comida.

-No tío, solo es un ¿Amigo?- respondo insegura.

Me mira desconfiado pero no dice nada más.
La cena transcurre en silencio hasta que me levanto y recojo las cosas de la mesa.

-Luanna- me llama cuando me dispongo a volver a mi cuarto

-¿Qué?

-no dejes que ningún chico te controle ni te haga ser quien no eres, nunca debes olvidar de donde vienes

-¿pero qué..?

-ni siquiera uno de los flamantes Van der Bilt- me corta

-¿Cómo supiste el apellido de Ryan?

-conocí a su padre- contesta misteriosamente.

Le lanzo una última mirada de póquer y abandono la sala confusa.

Apago la luz y me rebujo bajo una suave mantita abrazando con fuerza mis peluches cuando suena el silbido de sinsajo.

Ando torpemente hacia la mesa donde deposité el teléfono.

1 mensaje
Me emociono. Espero que sea de él.

Buenas noches preciosa.

can't buy me, loveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora