6.- PINK HAIR

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Habían pasado ya los dos días del fin de semana en la mansión, de forma muy apacible para todos los integrantes, entre actividades familiares, comidas, películas y momentos de charla de los adultos.

La familia se adaptó rápidamente a la presencia de Jimin, integrándolo en todas las actividades y Jimin se acostumbró a estar todo el tiempo rodeado de gente.
Inclusive los niños ahora le pedían todo el tiempo que jugara con ellos como hacían con el resto de sus tíos.
Finalmente, el lunes llegó antes de lo que todos hubieran querido.

Yoongi se levantó de su cama con una sensación de vacío, después de haber tomado esa siesta con Jimin, su lobo le exigía que pasara todo el tiempo posible con el Omega y que lo invitara a volver a dormir en ese maravilloso nido.

El alfa no había dejado de soñar con los suaves labios del omega y el increíble físico que éste tenía... Genial, ahora se sentía solo y con una tremenda erección...

"Hora de la ducha helada..." pensó el alfa.

La situación no era muy distinta en la habitación de Jimin. El omega ya se encontraba en perfecto estado físico, sus costillas no molestaban y sólo se había sentido algo mareado con movimientos muy rápidos.

A pesar de sentirse bien físicamente, su lobo quería a Yoongi todo el día y en particular durante las noches, quería que durmiera con él allí, en el nido que, aunque todavía tenían algo del aroma del alfa, este se había ido disipando haciéndose menos intenso. Ese nido que tanto amaba y que ahora, sentía de ambos.

"Vamos a ver a nuestro alfa" lloriqueó el lobo del omega.

"No es nuestro alfa..." rezongó Jimin.

Su lobo se había pasado toda la noche, todo el fin de semana, pidiendo por "su alfa". Aunque sí debía reconocer que no sonaba tan mal.

"Claro que no suena mal, suena perfecto" concluyó satisfecho el lobo de Jimin.

Jimin salió de su habitación, cuando se encontró de frente con el alfa que ocupaba toda su mente.

-B-buen día - tartamudeó Jimin completamente impresionado por la imagen del alfa vestido con pantalón de traje y camisa blanca, la cual llevaba el cuello desabotonado y arremangada.

-Buenos días bonito -dijo Yoongi con total confianza en sí mismo  y acercándose al omega para dejar una suave caricia en la mejilla de éste. El color de los pómulos del omega ante esta acción pasó de su rosado habitual a un intenso rojo.

-¿Vamos a desayunar?

-Si Hyung - contestó tímidamente Jimin avanzando por el pasillo.

No fue hasta que Jimin comenzó caminar delante de él, que el alfa notó que llevaba su bolso en su mano.

-¿Por qué cargas tu bolso? -preguntó a Yoongi deteniendo al omega.

-Yo ya me siento bien, voy a volver a mi casa, tengo que ir a trabajar - contestó en voz baja Jimin.

-No puedo retenerte aquí, pero no deberías irte -dijo Yoongi - por favor quédate aquí - agregó manteniendo siempre un tono calmo, aunque algo suplicante al final.

-Hyung, me siento bien, mis costillas no me duelen y no me he vuelto a marear.

- ¿Cuándo tienes control? - Preguntó Yoongi haciendo caso omiso de las justificaciones del menor.

-La doctora me escribió pidiéndome que la vea en la semana- dijo Jimin.

-Bien, haremos lo siguiente: hasta mañana te quedas aquí con nosotros, sin trabajar y descansando. Si todo está bien, y la doctora lo autoriza, puedes volver a trabajar. Pero quédate con nosotros al menos hasta que vuelva Jungkook, por favor.

Destinados - YOONMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora