Luego de su celo, Jimin había vuelto a su rutina habitual, trabajaba en Cypher, todavía daba algunas clases en la academia, algunos días era arrastrado por Jin de compras y volvía a su casa, todo en su vida seguía exactamente igual, nada en el había cambiado pero en su alfa sí...Desde el último celo, ya no volvían juntos a la mansión ni un solo día y tampoco habían tenido tiempo de almorzar juntos. Yoongi había estado teniendo muchas con reuniones y juntas a las que asistía fuera de la empresa.
La forma en la que su alfa era con el, era la misma de siempre, amoroso y compañero, siempre atento a Jimin pero casi no se veían y el omega sentía que lo extrañaba cada vez más. No quería plantearle que se sentía algo solo, todos en la mansión parecían más ocupados de lo habitual. Inclusive Jungkook estaba más ocupado de lo habitual con la cantidad de trabajo que tenía asignado.
Era viernes por la noche y Jimin se iba a dormir otra vez sólo, cuando Yoongi llegó a la mansión. El alfa entró a la habitación encontrándose con el omega acostado, revisando sus redes en su teléfono móvil.
-Hola amor, lo siento, se me hizo realmente tarde - dijo Yoongi con un puchero y tono de disculpa.
-Hola Yoonie - saludó medio dormido el omega - ven a acostarte, te extraño...
-Yo también amor, ya vuelvo - dijo Yoongi yendo a ducharse.
Yoongi se quitó la ropa rápidamente y se metió al baño. Jimin se levantó con gran pereza y fue levantar el saco que se había quitado el alfa y había caído al suelo. Su corazón se aceleró cuando sintió el aroma de otro omega, uno desconocido, en la ropa de su alfa. Por la intensidad del aroma el omega había debió estar pegado a su alfa.
De repente los comentarios de Dak-Oh sobre Yoongi siempre saliendo de la empresa sin Jimin, se colaron en su mente.
"¿Estas seguro que eres el único omega en su vida?" Le había dicho el secretario de Taehyung ese mismo día...
Mil escenarios cruzaron por su mente, intentó descartarlos todos y esperar a Yoongi para hablar. Seguramente había una explicación... si eso tenía que ser.-Oye amor, estaba pensando, mañana es sábado de citas, podríamos volver al bosque de plata y... - dijo Yoongi mientras salía del baño, secándose el pelo, se quedó mudo cuando vio al omega - ¿Mimi?
Jimin estaba de pie con el saco en las manos y aunque intentaba no pensar lo peor, de repente le resultaba imposible no hacerlo. Se sentía muy inseguro de sí mismo y de todo.
-Huele a omega - dijo levantando el saco con un hilo de voz.
-Mimi, amor, no pienses mal. Te lo puedo explicar - dijo Yoongi, se maldecía internamente por haber entrado con el saco ese. Solo estaba realmente cansado y quería llegar a los brazos de su omega.
-Solo... dilo de una vez - dijo resignado Jimin, aunque la tristeza comenzaba a invadirlo.
-Bien, ¿Me permites el saco? - preguntó Yoongi, al diablo con todo. No podía permitir que a Jimin se sintiera como se estaba sintiendo ahora mismo.
Jimin tendió el saco al alfa. Sus manos temblaban y su respiración era irregular.
¿Y si Yoongi era de esos alfas que tenían más de un destinado? El no quería eso... ¿Y si lo engañaba? No eso jamás podría pasar...
Tal vez se había cansado de él...-Jimin por favor detén tu cabeza un momento - dijo Yoongi asustado al sentir lo afectado de su omega - nada de lo que estás pensando es así.
Metió la mano en el saco y le mostró una pequeña caja de terciopelo rojo.
-El aroma que sentiste es a causa de esta caja. El nombre de la omega portadora de este aroma es Nara y es la omega que ayudó a mis padres a cubrirlos cuando yo nací y luego a escapar de aquí. Ella llevaba este anillo para mantener la apariencia, lo guardó todos estos años, para un día entregármelo. Este anillo... Era de mi abuela. Luego de entregármelo nos abrazamos, por eso sientes tanto su aroma - explico el alfa mostrando el contenido de la caja a Jimin.
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Destinados - YOONMIN
Fiksi PenggemarUn alfa pura sangre. Un omega con un pasado doloroso. Una sociedad humana prejuiciosa. La Diosa de la Luna quiso que finalmente sus caminos se cruzaran. Esta es la historia de dos lobos destinados, como se conocieron y todos lo que pasaron para...