Es nuestro

Capítulo 3

Bueno, bueno aquí estamos con un nuevo cap. Espero y lo disfruten.

Dos semanas habían pasado desde que Kara se fue sin darle ninguna explicación, dos semanas desde que llego a la casa que compartían, dispuesta a hablar con la rubia, a escucharla y tratar de salvar su relación solo para encontrarla vacía.

Lena ve por última vez el hermoso anillo de oro adornos con dos piedras principales en el centro un zafiro y una esmeralda entrelazadas con pequeños diamantes con la inscripción de te amaré por toda la eternidad mi sol dentro de una particular caja de oro blanco que podía servir de relicario si se le adaptaba una cadena, era con forma de potsticker adorna con piedras preciosas en los bordes, con lágrimas silenciosas rodando por sus mejillas, cierra la tapa de la caja metiéndola en el cajón de su mesita de noche.

Con el corazón destrozado sale de la habitación cerrando la puerta de la que antes fue su habitación el dolor le fue demasiado llevaba dos semanas en las que no dormía estar en la misma cama en la que compartió tanto tiempo con su sol y no tenerla la hacía sentir miserable, creía que era la masoquista más grande del mundo porqué el vacío de la cama le era insoportable, pero al mismo tiempo el aroma de la rubia conservado en las sábanas, la almohada y en el pijama de Kara la reconfortaba.

Día tras día se preguntaba ¿qué hay de malo conmigo?, ¿Por qué no puedo ser suficiente?, ¿qué pecado estaré pagando sabe los dioses de que vida para no poder encontrar alguien que me ame?

—En verdad llegue a creer que tu serias la excepción, que estaríamos juntas para siempre, pero me equivoqué— Susurra para sí misma entrando a la ducha de su nueva habitación, toma un baño dejando que el agua caliente se mezcle con las lágrimas en su rostro, que el agua le sirva como un bálsamo para su dolor, pero no hay alivio para una alma rota.

Sale de la ducha poniéndose una camiseta y su bóxer como pijama con un vaso de whiskey como su cena contemplando las estrellas pasa largas horas hasta que la madrugada llega. Un suspiro escapa de sus labios y una resolución es tomada. Bebe todo el alcohol de un trago, limpia las lágrimas que se derramaban por sus mejillas y su mascara de CEO es instalada —Si tú puedes tener una vida sin mí yo también podre tener una vida sin ti Kara— Afirma dándole la espalda al ocaso de la noche para acomodarse en el sofá que ahora será su nueva cama, sin saber que una rubia a cientos de millas de distancia tomaba la misma resolución.

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En National City Kara Danvers con ojos tristes y lágrimas en sus mejillas tomaba un vaso de chocolate caliente con malvaviscos, mientras observaba las estrellas llevaba dos semanas desde que salió de Irlanda y había llegado a casa de sus padres a su antiguo hogar.

Agradecía el espacio y apoyo que su familia le estaba brindado desde que llego, sus padres y cuñada fueron muy respetuosos con sus tiempos y no hicieron preguntas referente a su relación con Lena simplemente aceptaron cuando ella les dijo que habían terminado, solo su hermana Alex ha estado haciendo preguntas al respecto, Kara lo entiende sabe que su hermana mayor la cuida pero no desea hablar del asunto con nadie y es consciente que tarde o temprano tendrá que decirles que está embarazada y que Lena no desea saber nada de ella y es más que esta muy feliz con alguien más muchas más.

Le da rabia los comentarios despectivos que Alex hace de Lena especulando lo sucedido, también siente enojo con ella misma porque no logra comprender como es posible que a pesar de todo su primera reacción sea querer defender a Lena, aunque a veces lo hace, en otras calla y en algunas ocasiones tanja el tema o lo cambia.

Independiente de su acción la reacción inicial siempre es la misma; defender a su pelinegra de ojos verdes, la primera persona que la hizo sentir bella, amada y deseada y no es que a Kara le haya faltado el amor por parte de su familia, pero su vestimenta, los frenillos que de adolescente utilizaba en conjunto con sus gafas pastas y su timidez la hicieron el blanco constante de burlas por parte de sus compañeros de instituto.

—¿Por qué Lena? ¿Por qué me diste el cielo para después enviarme al infierno? — Un suspiro cansado y triste escapa de sus labios, posa su mano sobre su vientre —Pero te tengo a ti y juntos saldremos adelante bebé te prometo que nada va a faltarte—toma lo último de su chocolate y con fuerzas renovadas —Si tú puedes tener una vida sin mí yo también podre tener una vida sin ti Lena—Asegura dándole la espalada a las estrellas, se desliza entre las sábanas de su cama acomodándose para tratar de descansar un poco, mañana le esperara un día largo de mudanza a su nuevo apartamento que encontró hace unos días atrás.

Para la rubia será el inicio de su nueva vida donde son ella y su bebé porque es de ella y de nadie más.

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Eso ha sido todo por hoy. Cuídense mucho y un abrazo a la distancia. Espero verlos prontito en otro capítulo. 

No sabía que imagen poner al inicio del capítulo así que si tienen alguna sugerencia con gusto las escucho.