Al Final Del Día - Lawlu

Luz de luna - Capítulo 27

Una parte de él se avergonzaba de admitirlo, pero si Akainu se limitaba a matar a Kaido, las cosas serían más sencillas. Le daría tiempo a Sabo para una investigación completa, la muerte de una figura tan notoria en los bajos fondos dejaría un vacío de poder que el agente podría aprovechar, tendrían un enemigo menos.

Y Luffy no tendría que luchar contra un psicópata furioso.

En el mejor de los casos, un chivatazo anónimo a la MMA por parte de Nami habría puesto más bajo escrutinio a Kaido, pero a pesar de los rumores y sospechas en su contra, todas estas pesquisas se barrieron bajo la alfombra. Kaido era un gran nombre con conexiones turbias. Al igual que Big Mom y Germa, a quienes les desafiaban les ocurrían ciertos accidentes desafortunados y nadie quería enfadar a "La Bestia". Probablemente no ayudaba que uno de los mayores patrocinadores de Kaido fuera un senador llamado Rabbish, según Sabo.

Sí, el mismo hombre al que habían golpeado en el banquete años atrás. Irónico.

Sabiendo eso, Law no se sorprendió de que sus intentos fueran en vano. Rabbish querría que esta pelea continuara como estaba previsto y usaría su influencia para sacarla adelante. No había mucho que pudieran hacer al respecto, pero Law apretó los dientes contra el odio que sentía por el político, así como por todos los demás que sólo pensaban en el dinero que iba a reportar este combate.

"Piensa en las personas como conexiones, en una red que manipulas. Saber de qué hilos tirar para conseguir lo que quieres... y saber cuándo cortar los lazos inútiles". Doflamingo solía decirle.

Era un error pensar en la gente en esos términos, preocuparse sólo por lo que los demás pueden hacer por ti. Sin embargo, Law nunca pudo olvidar el despliegue de poder que Doflamingo tenía sobre su telaraña y las cosas que podía hacer con él. La lección se le quedó grabada; por eso no tuvo reparos en utilizar a Doflamingo en su propio beneficio, exprimiendo toda la información que pudo del bastardo.

Sin embargo, no eran tan estúpidos como para fiarse de todo lo que decía el hombre. Aunque la información que daba era vital y les permitía tener ventaja, no venía sin un grano de sal. A Doffy siempre le gustaba guardarse los detalles hasta que llegaba el momento oportuno.

Sin embargo, a sólo dos días de la pelea con Kaido, no había mucho tiempo para actuar; tenían que alinear sus piezas. En primer lugar, tenían que hacerse con SAD. Para investigarlo, para detener su producción y, con suerte, para evitar que Kaido lo utilizara él mismo, entre otras razones. Para ello, necesitaban hacerse con su fabricación.

Su ubicación resultó ser el primer obstáculo, pero Doflamingo cedió sin problemas cuando Law presionó. Y por mucho que a Law le disgustaran los marines, la mitad de su familia formaba parte de ellos, tampoco desperdiciaría allí un recurso tan preciado. Aunque no había mucho que pudieran hacer con Kaido, Cora era capaz de enviar tareas y órdenes que distraían un poco a Akainu o lo sacaban por completo de Goa durante breves periodos. Kuzan se apuntó a un trabajo cerca para vigilarlo.

Lo más probable es que estas tácticas se notaran, era difícil mantener la sutileza con métodos tan obvios. Pero funcionaba, y eso era lo único que importaba.

No es que eso calmara un ápice la ansiedad de Law. Gracias a su evidente vigilancia, Kaido no había sido asesinado por sorpresa ni nada parecido, lo cual era un arma de doble filo. Luffy no estaba tan agradecido. Mientras Law parecía prepararse para algún ataque o tragedia invisible, la energía de Luffy se acumulaba hasta que su excitación apenas podía contenerse en su pequeño cuerpo.

"Me alegro", dijo con una sonrisa que daba un poco de miedo contemplar. "Nadie va a interferir".

"Esto ya no es sólo por el campeonato, Luffy-ya".