Al Final Del Día - Lawlu

Atardecer - Capítulo 18

Doflamingo no había cambiado realmente; seguía gustándole vestir de rosa, seguía llevando esas gafas de sol incluso dentro de casa, seguía sonriendo como un pedófilo espeluznante o algo así... era tan pretencioso como siempre. Law podría soportarlo. Lo habría hecho, había muchas cosas que Law odiaba de su "tío", pero en ese momento tenía los labios sellados.

Vergo no había apreciado el abuso verbal que Law podía soltar, y cuando Law le rompió los dedos y le hizo sangrar la nariz por intentar tocarle de nuevo, el hombre acabó esposando a Law y poniéndole cinta adhesiva en la boca. A pesar de la situación, Law no pudo evitar sonreír, porque Vergo tenía un aspecto horrible y esos dedos tendrían que estar bien colocados si querían tener alguna posibilidad de curarse bien.

Lo sentaron en una llamativa silla de felpa roja, con las esposas enganchadas a los brazos para mantenerlo quieto, y allí lo encontró Doflamingo. El tipo era alto, Law nunca llegó a averiguar realmente cuál de los hermanos era más alto, pero incluso con su postura encorvada, el rubio sobresalía por encima de él. "Sigues siendo un mocoso", dijo. Su risa también era espeluznante.

Viendo que Law no podía responder, se limitó a intentar transmitir su asco y odio general a través de la expresión. De todas formas, no había mucho más que decir aparte de hacer un montón de preguntas. Era muy inesperado que Doflamingo estuviera aquí y no había ninguna razón previsible para que secuestrara a Law.

Lo que ocurrió hace más de una década dejó un amargo resentimiento y Law mentiría si dijera que no había pensado en dar caza a Doflamingo como venganza, pero ninguna de las partes hizo un movimiento. Cora quería mantenerse lejos de su hermano y del peligroso crimen organizado de Dressrosa, curarse de sus heridas e intentar dar a Law una oportunidad de futuro. Doflamingo no tenía tiempo ni recursos de sobra para darles caza, ni tenía ningún valor para hacerlo.

Entonces, ¿por qué?

"Te presento a Caesar. Es un científico que trabaja para mí", le presentó el hombre con un gesto de la mano y una sonrisa. Un hombrecillo con bata blanca se acercó a toda prisa con un maletín de material. "Va a necesitar algunas cosas de usted para empezar".

Law se retorció al ver una aguja y César resopló. "Ya, ya, deja de retorcerte. Necesito una muestra de sangre. Eres médico, ¿verdad? Colabora conmigo".

Obviamente, el científico era un charlatán que no sabía lo que estaba haciendo, porque el imbécil no pudo encontrar una vena hasta dos intentos después, incluso con Law quieto. Tampoco ejercía la presión adecuada, por lo que los viales que utilizaba para recoger las muestras tardaban una eternidad en llenarse. Law se pasó el tiempo mirando a Doflamingo como diciendo: "¿Le confías algo a este tío?".

"Caesar es químico e ingeniero biológico. Lleva años trabajando conmigo en un proyecto concreto".

"Con poco éxito, hasta ahora". murmuró Caesar. Miraba los frascos de cristal con un regocijo que rayaba en lo obsesivo.

Law gruñó algo y Doflamingo soltó una risita ante el intento de comunicación. Por pura curiosidad, el rubio se agachó para arrancar alegremente la cinta adhesiva. Dolió, Law cree que se llevó por delante un poco de vello facial, pero apretó los dientes y se negó a emitir un sonido de dolor. Respiró lentamente. "¿Dónde estoy?"

"Un pequeño lugar llamado Punk Hazard, es un laboratorio de investigación un poco fuera de la ciudad. El negocio ha crecido mucho desde la última vez que te vi, hemos ampliado nuestro alcance. Te haría una oferta para que trabajaras conmigo, pero veo que mi hermano te ha retorcido el cerebro contra la idea."

"Sí, supongo que me lavó el cerebro para que pensara que matar gente estaba mal. Nada que ver con mi propia moral o código".

"Pero no siempre tuviste esa moral. Una vez estabas dispuesto a quemar el mundo entero en venganza". Doffy sonrió como si estuviera orgulloso, recordando aquellos momentos. "Qué pena. Podrías haber gobernado conmigo".