02; El sabía.
Universo alterno.
25|09|23El amor a primera vista no funciona en mí, después de amarte comprendí que no estaría tan mal probar tu otra mitad.
21 de septiembre, día de la primavera y del estudiante, por ende ir al colegio era igual a no hacer absolutamente nada.
Lisandro iba por Cristian, Cristian iba para no quedarse libre. No se podía dar el lujo de gastar una falta más sabiendo que dentro de otras tres se quedaba libre, no se podía dar el lujo de perder la beca que le daba el colegio.- E'cuchame yo voy por la falta nomá'. Haceme la gauchada de ir así no estoy solo ahí en el colegio. -
Le había dicho el cordobés por audio a Lisandro en la noche del veinte, y como siempre el gualeyo aceptó en un instante.
Se levantó a las ocho y se alistó con rapidez esperando que Cristian lo pase a buscar en la moto.
Ninguno de los dos vivía lejos del colegio, pero eran lo suficientemente vagos como para ir en dicho vehículo.- Está Cristian afuera, Lisi. Cuídate mi amor, feliz día. - lo saluda Silvina besando su frente y Lisandro sonríe despidiéndose de ella para salir hasta la vereda.
- Buen día, buen día. - saluda Lisandro acomodándose cierto buzo negro que le pertenecía al moreno.
- ¿Todo bien rubia? - dice a modo de saludo y besa su mejilla.
El gualeyo ríe, asiente y sube en la moto cuando Cristian lo apura, ya no quiere ni una llegada tarde anotada en la planilla del cuaderno de comunicados.
Van en la moto unas cuantas cuadras y se bajan en el pasaje que está a un costado del colegio, donde hay un pequeño aparcamiento para motos.- ¿Quién me manda a faltar tanto? - dice el cordobés al aire mientras caminan al portón de entrada juntos.
- Te diría que Nahuel, Leandro y Nico, pero en realidad vos sos el que organiza los faltazos. - asiente soltando una risa mientras entran a la institución.
Cristian carga con ambas mochilas mientras el más bajo camina a su derecha con suma tranquilidad.
- Ota organizó más faltazos que yo. - se excusa abriendo la puerta y dejando pasar al gualeyo primero.
- Ajá Cuti, ajá. - se burla el rubio caminando hasta el último asiento a un lado de la ventana.
Obvio que estaban ahí a pedido de Cristian porque todo el grupito quilombero de sus amigos se sentaba al fondo.
- Y si es verda'. - asiente Romero sentándose a su lado.
El curso aún está vacío porque llegaron temprano, pero con el correr de los minutos unos pocos pares empiezan a llegar.
- Hola mis amores. -
- Fa re trolo. -
- Hola, Ju. -Dicen al mismo tiempo y los tres se carcajean juntos.
Julián deja sus cosas en el banco que está al frente del propio y se sienta guardándole su respectivo lugar a su novio.