Después de la confesión de Oliver, estuvimos charlando un rato y nos fuimos a mi casa para que me ayudara a elegir un vestido para la fiesta. La verdad es que eligió uno muy bonito, ahora se empezaba a notar más que era gay. Cogí unas bolsas de patata de mi cocina y nos tumbamos en mi cama para ver la tele. Era genial tener una tele en la habitación. Se quedó a cenar conmigo y con mis padres y luego se fue a su casa. Entre Rafe y la confesión de Oliver, me costó mucho dormir esa noche. ¿Y si me encontraba a Rafe en la fiesta? Verle, me ponía de los nervios. Para distraerme, mire el móvil un rato, y luego finalmente me dormí.
Cuando me desperté a la mañana siguiente, eran las 12. Estuve mirando series hasta la hora de comer. La verdad es que casi no comí, estaba nerviosa. Había quedado esa tarde con Sarah para prepararme para la fiesta. Estaba tumbada en mi sofá cuando sonó el timbre.
—¡Sarah! ¿Qué tal? ¿Traes el maquillaje?-Dije mientras abría la puerta y la dejaba pasar.
—Sip, está en esta bolsa. Lo que no he traído es un vestido, los tuyos me gustan más y además tenemos la misma talla.— Dijo mientras subía a mi habitación.
—¿Oye si tanto te gustan mis vestidos, porque no te los compras?, Quiero decir, ni que estuvieras corta de dinero.— Dije yo mientras reía.
—Venga, hay mucho trabajo que hacer.-
—¿Sarah, es solo una fiesta, porque te importa tanto?-
—Pues porque la mejor manera de que superes a Rafe es que conozcas a otro chico superguapo. Así que tú también tienes que estar superguapa para conseguir la mayor cantidad de tíos posibles.
—Estoy segura de que hay otras maneras de superarlo, aparte de ser una putilla.
—Bueno, es igual, tú ponte esto y eso.— Dijo señalando a un vestido negro corto y unos tacones negros.
Cuando las dos nos habíamos puesto los vestidos, me maquillo y luego se maquilló ella. Al final las dos parecíamos unas diosas y la verdad es que no estaba nada mal. Fuimos a la fiesta media hora antes porque Sarah quería sitio en el sofá. Cuando llegamos todavía no había nadie, así que cogimos unas bebidas y nos sentamos. Estuvimos el rato charlando cuando empezó a llegar la gente. En solo 10 minutos, la casa estaba llena, la música sonaba a todo volumen y había vasos de bebidas por todos sitios. No había ningún rincón vacío. Entonces llego Topper.
—Hola preciosa, quieres ir a por unas bebidas?— Dijo Topper cogiéndole la mano a Sarah.
—Claro, porque no?-
—Oye Sarah, me dijiste que no te pasarías toda la noche con él.-Dije, ya que no quería quedarme sola.
—Lo siento Abby, solo serán unos minutos, te juro que luego vuelvo. Además, así seguro que se te acercara algún chico. Adiós.-
Dicho esto se fue con Topper donde las bebidas. Yo me quedé sentada en el sofá, me sentía muy incómoda yo sola en situaciones sociales. En ese momento se sentó alguien a mi lado.
—Hola guapa, como te llamas?-
Me giré y vi a un chico bastante guapo, sentado a mi lado, y acababa de hablarme. Estaba muy nerviosa. No me interesaba mucho. Era guapo, claro, pero la verdad es que no quería ninguna relación, pero me pareció una oportunidad para olvidar a Rafe, así que intente no hacer el ridículo.
—Abby, Abby Williams. ¿Y tú?— Dije mirándolo.
—Marcelo Jones. Tienes un bonito nombre.-
—Tú también-
—¿Y como es que una chica tan guapa como tú está aquí sola?-
—Mi amiga se ha ido con su novio y la verdad es que no me gusta mucho hablar con la gente.-
—Oh, bueno, perdón si te he incomodado.-Dijo él con cara de pena.
—No, no, tú eres majo, pero a veces hay tíos muy gilipollas.-
—Pues para tu suerte yo no lo soy, quieres ir a bailar?-
—Claro, pero te advierto que no sé bailar.-No es que no supiera bailar, es que nunca lo hacía.
—No te preocupes, yo te enseño.-
Fuimos a la pista de baile, había mucha más gente, pero encontramos un hueco para poder movernos bien. Nos empezamos a mover y a bailar, cada vez nos acercábamos más el uno al otro. Olí su colonia, me gustaba mucho. Él me puso las manos en la cintura y me susurro:
—¿Quieres ir a otro sitio, para tener más privacidad?-
—Claro-
Fuimos a dentro de la casa y empezamos a subir por las escaleras agarrados de la mano. Estábamos por el pasillo cuando de repente alguien golpeo a Marcelo en la cara y cayó al suelo. Era Rafe.
—Rafe, pero que haces? ¿Estás loco?-Dije mientras él me miraba con cara de psicópata.
—Marcelo, estás bien?— Vi que le estaba sangrando la nariz.
Estaba intentando ayudarlo a levantarse cuando Rafe me cogió de la cintura y me saco de allí como si yo fuera un saco de patatas.
—Rafe, para! ¡Suéltame!-
—¿Para que, para que vayas corriendo con ese idiota?-
—No es un idiota, no lo conoces. Además, ¡no somos nada!-
Salimos de la casa y fuimos a una parte del jardín donde no había casi nadie.
—Rafe porque coño haces esto, fuiste tú que me dijiste que no querías volver a verme! No puedes meterte en mi vida cuando te dé la gana.— Dije explotando de la rabia.
Esto no era por Marcelo, obviamente me preocupaba que se hubiera hecho algo grabe, pero solo lo había conocido de esta noche. Esto era por Rafe, me tenía confundida. Lo rechacé yo, y él me elimino de su vida pro completa. ¿Por qué no se metía en sus propios asuntos?
—Abby escúchame, quieres?!— Dijo mientras me cogía fuerte por los brazos. La verdad es que su mirada me asusto bastante.-Ese tío, se lleva a las chicas a una habitación, las droga y las viola. Sé que lo ha hecho en muchas fiestas y a ti te iba a hacer lo mismo. Así que para de comportarte como una niña inmadura que le han quitado su helado.-
—¿Y como sé que dices la verdad? Ahora tú lo único que quieres es que no me acerque a otros chicos porque todavía me quieres. Seguro, te lo has inventado todo, Marcelo me ha tratado muy bien, él nunca haría eso.-
—¡Lo has conocido hace apenas 1 hora! Además, no te creas tan importante, solo estaba intentando protegerte. Pero no te preocupes, a partir de ahora si quiere dejo que te droguen si te apetece tanto.-
Cuando acabo la frase, se fue a dentro de la casa, y yo me quede ahí, de pie, sin saber qué hacer. Estuve un rato parada a fuera de la casa, y cuando pasaron unos minutos, me fui a buscar a Sarah para decirle que me iba. Estuve unos minutos buscándola, hasta que la vi corriendo hacia mi bastante alterada.
—Abby, gracias a dios, nos vamos ya.— Dijo claramente preocupada.
—Claro, pero, ¿qué te pasa? ¿Te ha hecho algo Topper?-
—No quiero hablar de esto aquí, vámonos a tu casa.-
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SOLO TU Y YO || RAFE CAMERON
RomanceAbby Williams es una chica de 18 años que habia estado toda su vida viviendo con su padre, en españa, pero tras su muerte, tuvo que irse al otro lado del mundo, con su madre.