Mire a Sarah y le dije:
-Sarah, aunque me parece bastante mal que culparas a Oliver, sé lo intimidante que es Rafe y en esa situación hiciste lo que tuviste que hacer para estar a salvo y lo entiendo. Y aunque no este de acuerdo del todo con lo que has hecho, por supuesto que te perdono.-
Vi que mientras le decía eso empezó a llorar levemente, por lo que cuando acabe de hablar, nos abrazamos.
-Muchas gracias Abby, de verdad, por todo.-Me dijo sollozando apoyada en mi hombro.
Estuvimos hablando un buen rato, ya que las dos queríamos olvidarnos de esta noche y tampoco podíamos hacer mucho en ese momento para ayudar. Al final, luego de hablar un rato, nos quedamos dormidas.
Nos despertamos tumbadas en mi cama, era casi mediodía. Las dos seguíamos bastante afectadas por lo de anoche, así que no hablamos, no nos levantamos, no hicimos nada, hasta que mi madre entro para ver como estábamos. Nos había traído la comida, ya que la hora del desayuno ya había pasado. Ninguna de las dos tenía hambre, pero aceptamos la comida igual. Mi madre intentó hablar con nosotras, pero entendió que necesitábamos más tiempo y se fue de la habitación.
Pasaron dos horas, Sarah ya estaba mejor, así que me propuso (mejor dicho me forzó) a ir a la piscina. La verdad es que al principio no quería, pero remojarme un poco me vino bien para sentirme mejor. Fuimos a ver a Oliver al hospital, pero seguía inconsciente, así que decidimos ir a un restaurante a cenar. Estaba al lado de la playa, habíamos planeado irnos a bañar al acabar de cenar.
Sarah se puso un vestido rojo corto, joyas doradas y se dejó el pelo suelto. Yo me puse un vestido verde largo, unas joyas doradas también y un bolso de color negro. Las dos llevábamos tacones negros y un maquillaje parecido, medianamente natural. Una vez estábamos las dos listas, nos despedimos de mi madre y nos fuimos. Durante todo el camino al restaurante, note que alguien nos seguía, pero como ninguna vio a nadie, lo dejamos correr.
Llegamos al restaurante y cogimos una mesa al lado de la ventana. Cada quien pidió su comida y empezamos a cenar. Yo me había pedido unos espaguetis a la carbonara y Sarah unos macarrones a la boloñesa. Durante la cena hablamos muy poco, era difícil encontrar un tema de conversación, ya que solo podía pensar en Rafe y Oliver.
-¿Bueno, quieres ir a bañarte?- Pregunto Sarah.
-Sí, pero, primero quiero ir al baño. ¿Vienes?-
-No, ves tú, yo voy a pagar y así nos vamos. ¿Te parece?-
Asiento con la cabeza y me dirijo al baño. Cuando ya me estaba lavando las manos, justo antes de salir, alguien cerro la puerta. No había otras chicas en el baño, así que me asuste mucho. Oí unos pasos detrás de mí y cuando me gire casi me caigo al suelo.
Era Rafe, estaba con la misma ropa de anoche, con la sangre de Olive por todas partes, llevaba una gorra y parecía más enfadado que nunca. Intente empezar a correr, pero la puerta estaba cerrada y no se podía abrir de ninguna manera, supongo que él tenía la llave. Antes de que pudiera gritar, una de sus manos rodeo mi cintura mientras la otra tapaba mi boca para callar mis gritos. Me empujo hacia una pared, mi espalda tocaba el mármol frío y él estaba delante de mí, todavía tapándome la boca con fuerza. Intente escapar, pero era inútil intentarlo, ya que él tiene mucha más fuerza que yo.
-Te voy a quitar la mano de la boca solo si me prometes que no vas a gritar- Tenía las pupilas muy dilatadas, sus ojos parecían casi negros del todo. Asentí con la cabeza de modo a respuesta de su pregunta.
-¿Pero como grites, habrá consecuencias, lo entiendes?- Se notaba la ira en su voz. Volví a asentir la cabeza, así que quito su mano bruscamente de mi boca.
-¿Rafe que haces aquí? La policía te busca, y por si no lo habías notado, no quiero ni mirarte.- Claramente le enfureció lo que le dije, pero no podría importarme menos.
-Yo... Quería...- Hizo una pausa antes de acabar la frase.- Quería disculparme, por todo lo que te he hecho.- Parecía un poco forzado, pero sé lo mucho que le costó decir eso, así que intente no ser muy cruel con él.
-Mira, te doy las gracias por pedirme perdón, pero no es a mí a quien deberías pedir perdón, sino a Oliver.- Al mencionar a Oliver apretó su mano, que todavía sujetaba mi cintura.-Una cosa es estar celoso, pero no puedes llegar a esto. Para empezar, quiero dejarte claro que tú y yo no somos nada, y nunca lo seremos. Para continuar, aunque el fuera mi novio, no tenías ningún derecho a pegarle. Si me gusta alguien más y quiero estar con él, tú no puedes impedirlo.-
-Claro que puedo, lo he hecho una vez y lo volvería a hacer. Eres mía, ya lo sabes.- Aunque me gusto un poco lo que dijo, me molesto mucho que dijera que lo volvería a hacer.
-¡Oliver es gay! ¿Es que no lo entiendes? Él no tiene el mínimo interés en mí ni yo en él.- Se le relajó un poco la mirada, pero yo seguía muy asustada. Durante el breve silencio que se formó, me pasaron por la cabeza todas las cosas que podrían pasar ahora mismo, desde que Rafe me deje en paz de una vez por todas a que me haga daño físicamente. Cuando se enfada es como una persona distinta, por eso nunca puedo estar segura de lo que va a hacer. Vi que no decía nada, así que rompí el silencio.- Rafe, ¿por qué estás tan enfadado? Ahora ya sabes que no hay nada entre él y yo, y a mí no me gusta nadie, así que ¿por qué no dejas que me vaya y ya está?-
-¿De verdad no lo sabes?- Me pregunto, así que agite la cabeza en modo de respuesta.-Porque no quieres estar conmigo? No lo entiendo. He hecho de todo por ti y ni siquiera me miras a la cara. ¿No lo entiendes? Te quiero y la idea de no tenerte solo para mí me mata.-
Sinceramente, me sorprendió mucho lo que dijo, no creía que todo lo que ha hecho fuese por mí. Sé que no está bien, y no debería, pero me resulta muy atractivo cuando es tan posesivo. Ha hecho cosas malas, y obviamente no lo iba a olvidar, pero sinceramente, me estaba planteando lo de darle otra oportunidad. No tendría, teniendo en cuenta, la de veces que me ha hecho daño, pero el amor ciega, y lo que sentía por él era demasiado fuerte como para decirle que no.
-Rafe, yo... No sabía que te sentías así, pero tienes que entender que has hecho cosas muy malas y no puedo estar contigo ahora mismo. Si quieres, podemos intentar ser amigos, pero como vuelvas a hacer algo parecido te juro que no te hablaré en toda tu vida.-
Se lo pensó un rato, claramente no estaba satisfecho con mi respuesta, pero era evidente que no estaba tan enfadado como hacía 10 minutos. Me miro de arriba a abajo antes de responder.
-Vale, solo amigos, pero, que te parece... ¿Amigos con derecho?- su mano se empezó a mover por mi cintura mientras su otra mano libre, subió hasta mi cuello y empezó a acercarme la cara a la suya.
No me siento muy orgullosa de lo que paso después, pero no podía resistir a la tentación. Rafe me atraía demasiado como para hacer nada, así que lo bese.
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SOLO TU Y YO || RAFE CAMERON
RomanceAbby Williams es una chica de 18 años que habia estado toda su vida viviendo con su padre, en españa, pero tras su muerte, tuvo que irse al otro lado del mundo, con su madre.