From the Future

Capítulo 1

No podía despertar.

Una sinfonía de ruidos y voces llegaban a sus oídos sin transmitir ningún mensaje verdadero mientras su mundo daba vueltas en la inmensa oscuridad que envolvía sus ojos.

¿Qué era lo que había sucedido?

Trato de recordar, busco desesperadamente en su memoria lo último en lo que podía pensar.

Estaba de patrulla con su padre.

Sus hermanos estaban siendo idiotas otra vez.

Todo estaba tranquilo en la ciudad.

¿Entonces que...?

Otro recuerdo apareció.

......

—¡Nos encontraron! ¡Capturaron a Argos y a Coq féroce! —gritó una voz claramente masculina, mientras los pasos se acercaban a él.

—¡Los detendremos, deben completar el ritual ahora!—prácticamente ordenó la voz de otra mujer.

........

La estática corto sus sentidos por un momento y se retorcio cuando una imagen apareció en su cabeza.

..........

—¡No sean ridículos, estaremos bien!—exclamó una rubia de ojos azules, destacando su parecido a su hermana, antes de lanzarse al combate junto a un hombre con temática de serpiente.

.......

Una abeja y una serpiente

Vesperia y Viperion

Zoé y Luka.

Esos eran sus nombres.

¿Por qué sabía sus nombres? Él nisiquiera conocía a ninguno de los dos ¿Entonces porque también sabía que la chica tenía una hermana a la que odiaba infinitamente?

...........

—¡Entiende por un carajo, Demon Spawn!—ese era Jason.

¿Porque se veía mayor?

¿Qué estaba sucediendo?

—Ambos tienen que largarse de aquí, Damian—exclamó Jason mientras recargaba sus armas—Son los únicos capaces de revertir toda esta mierda, uno debe cubrir sus espaldas.

—¡No te estamos dejando, Jay!—exclamó otra voz femenina.

...........

El conocía esa voz, pero no podía ponerle un rostro.

Su corazón se apretó dolorosamente y él comenzó a removerse en su lugar llevando las manos a su pecho tratando de aplacar el dolor.

Algo lo sujeto y lo obligaba a mantenerse quieto en donde quiera que estuviera.

Tenía que despertar, ahora.

Sabia, de algún modo, que odiaría lo que seguiría.

Pero no despertó.

........

—¡Jay! ¡No!—gritó en carne viva la mujer que sostenía entre sus brazos mientras Jason  comenzaba a sellar  la entrada.

—Te amo, Pixie— suspiró y negó su hermano con la cabeza a sus esfuerzos.

Lucia un traje distinto, con una temática casi animal, recargando sus armas y encarando al ejército que se cernía sobre el, Jason lo miró por última vez—Cuídala Damian.

—¡Jason!—vocifero atrayendo su atención en el último segundo, no  lo perdería, no perdería a alguien más sin decírselo, no otra vez— Eres un imbécil hermano y te amo .

El chico de franja blanca abrió los ojos sorprendido y  sonrió  acuosoamente antes de asentir—También te amo, hermano. Abraza al anciano de mi parte.

Después, la puerta se cerró y las ruinas en que se encontraban se se sumergieron en la oscuridad dejando solo a Jason contra el ejército de sombras al otro lado del muro.

.............

Su dolor comenzó a intensificarse y la desesperación por liberarse también, sus agarres se hicieron más fuertes y la sensación de ahogamiento se hizo presente.

............

—Lo lograremos— trato de sonar reconfortante para la mujer que tenia enfrente— pero debemos comenzar ahora.

.....

—¡No!—su voz se rompió a medio grito.

Corrió hacia la mujer que ahora yacía en sus brazos herida.

—D-Damian—pronuncio con dificultad mientras la sangre se acumulaba en su garganta.

—Ja,ja,ja, ja,ja,ja, ja. Yo ganó— declaró la voz de esa mujer con satisfacción, una de las responsables de toda la desgracia que azotaba su mundo—Era hora de que conociera su lugar, en la miseria junto a la muerte.

El levantó la vista y la miró con odio, con todo el odio que podía reunir y sentía en su sangre, que ardía con rabia.

—Tranquilo, Cariño—sonrió—pronto olvidaras que siquiera existió.

El gruñó en respuesta y se alejó un poco más con la mujer en sus brazos.

—D-Damian—lo llamó y el se encontró con sus hermosos zafiros mientras ella tomaba su mano—Je t'aime, mon beau rouge-gorge.

Después todo se volvió negro.

.........

Su cuerpo se contrajo y pronto un grito desgarrador salió de su garganta pronunciando el nombre de la mujer que más amaba en el mundo.

—¡Marinette!—gritó.