Solo Dios sabe cuántas pruebas tendría que afrontar, aún recordaba esos ojos inexpresivos y carentes de vida llenos de una locura increíblemente grande para una mujer que había vivido bajo leyes de hierro durante todo el tiempo que sus ojos carecieron de los colores del mundo.
Recordaba perfectamente la forma fría en que intento arrebatar la vida de su propia hija porque ya no le era útil, porque se había vuelto en su contra
No muy diferente de su propia madre.
Era ese sentido el que llegó a volverlos lo más cercano a una relación de hermanos, si su padre hubiera tenido los medios para separar a Kagami de su madre, su adición a la familia Wayne nunca habría sido una duda.
Hasta que Graham de Vanily se metiera en el medio, todavía cuentas que saldar con el rubio.
Dejo que Marinette lo arrastrará a hasta las dos mujeres cuya expresión imitaba a la suya, sin embargo, podía ver confusión gravada en las facciones de la mayor, probablemente debido a que poco o nada de sonido llegaban a producir sus pasos.
— Madame Tsuguri, Kagami, es un gusto verlas—saludo la azabache con una ligera reverencia a ambas, agregando un ligero y rápido abrazo a la menor de ellas.
— Marinette-san —saludo la chica devolviendo con algo de dificultad el abrazo, pero con una sonrisa ligera.
— Señorita Dupain-Cheng—asintió la mujer antes de mirar en su dirección esperando a que ella los presentará.
— Madame Tsuguri, Kagami, este es mi amigo, Damian...—dejo espacio para que él se presentará correctamente.
Se movió con gracia y fuerza al frente de las dos mujeres, ofreciéndoles una reverencia tradicional, se presentó con todo el respeto que pudo reunir en honor a su amiga/hermana.
—Damian Wayne, Tsuguri-sama, Tsuguri-san, es un placer conocer a la descendencia de tan ilustre familia.
Recibió la mirada sorprendida de la menor de las dos y el ceño fruncido de la mayor, obviamente reconocían su nombre, el nombre de su padre.
Y las grandes posibilidades que podía tener.
O los grandes problemas.
Decidió dejar eso del lado, recordándose a sí mismo que debería hablar con Marinette a la brevedad posible sobre lo que significaba que fuera un Wayne.
Recorrieron las instalaciones educativas con el mayor de los detenimientos, explicando las diferentes áreas, detallando el plan de estudios y demás, lo cual no resulto muy diferente de lo que estaba acostumbrado, tenían un excelente gimnasio y talleres de todo tipo, sin embargo, había un detalle crucial.
Marinette no asistía allí.
Aunque todo era una farsa, siguió recorriendo el resto de los institutos junto a Marinette, disfrutando de las preguntas curiosas que salían de su boca a cada instante, la alegría de ver de nuevo a su vieja amiga Socqueline y los ojos brillantes cual zafiro de su Habibti al ver el inmenso taller de arte del Lycée al que asistía Luka.
Estar en presencia del músico era ... interesante, por decir lo menos, incluso a una edad tan joven, su aura irradiaba una sensación de astucia y algo de peligro junto con una serenidad casi etérea, de no ser porque estaba 100% seguro de que no era un metahumano y que lo conocía lo suficiente como para estar acostumbrado a su forma de ser, su interacción con él habría sido de todo menos amigable.
Incluso si no era de lo más amable con él en esos momentos.
Marinette se olvidó completamente de ellos cuando llegaron al taller de teatro, al ser un Lycée dedicado por completo a las artes, la inversión que suponía para cada uno de los clubs era bastante significativa y por lo tanto los vestuarios eran sumamente elaborados. Lo que terminó en que uno de los amigos del músico la llevará por el lugar dejándolo a solas con el chico de cabello bicolor.
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From the Future
Fanfiction-¡No!-su voz se rompió a medio grito. Corrió hacia la mujer que ahora yacía en sus brazos herida. ........... Él levantó la vista y la miró con odio, con todo el odio que podía reunir y sentía en su sangre, que ardía con rabia. -Tranquilo, Cariño-so...