Aquí y ahora

382 22 22
                                    

Las pupilas de Aziraphale se dilataron, Crowley tenía sus manos en el cuello y la pierna de su ángel, ambos gemían.

-Crowley... golpéame- suplicó.

El demonio lo ignoró deliberadamente, todo eso era muy divertido pero por ningún motivo golpearía al ángel que ama, en lugar de eso, intensificó el movimiento de su cadera, hizo gritar al ángel, sus movimientos eran más rápidos, más fuertes.

El celestial perdía el aliento por la intensidad de su caído, quien gruñía, Aziraphale soltó un gemido agudo, la mano del demonio volvió a la boca del etéreo y gruñó su nombre, el ángel tomó sus rodillas y las jaló hacia su pecho para que el demonio pudiera entrar mejor, el ángulo que tenía para ver a su demonio lo excitaba aunque Crowley ni siquiera lo tocara, su torso delgado, su cuello largo con sudor lo hacia brillar, sus ojos de serpiente entreabiertos pues no quería perderse un solo gesto de su ángel, sus brazos marcados por la fuerza que ejercía sobre él, su cabello largo y rojo húmedo por el sudor, era hermoso, el ángel lo veía perfecto y estar conectados en cuerpo era algo que ningún milagro podría lograr hacerle sentir lo que un caído estaba haciendo.

-¡Por favor, Crowley, golpéame!- gritó.

- De ninguna manera, ángel- jadeaba- no voy a lastimarte nunca.

El ángel tomó la mano del demonio y se auto concedió una cachetada.

-¡Que me golpeés, demonio!- Crowley se sorprendió de una manera muy gratificante, la manera en que su inocente ángel se podía liberar con él lo excitaba de manera indescriptible, la manera en que podía permitirse algo tan humano junto a un demonio hacia que se sintiera amado y cuidado, incluso desnudos, incluso teniendo sexo desenfrenado.

Así que su mano chocó contra sus mejillas una vez, el ángel gimió.
-Otra vez- jadeó.

El demonio repitió el movimiento, su cadera no dejo el ritmo que tenía, Crowley podría seguir por otro par de milenios si tuviera la oportunidad.

-¡Más fuerte!- Gimió el ángel, el demonio gruñó, sus ojos podrían haber hecho que la tierra explotara.

-Ángel, estoy a punto-.
-¡Yo también, más fuerte!-.

El orgasmo, juntos y al mismo tiempo con la última cachetada, ambos gritaron, gimieron y jadearon.

Crowley cayó sobre el pecho del ángel, éste a su vez soltó sus piernas para recibir el cuerpo del infernal, las manos del demonio acariciaban en silencio el cabello del celestial, se quedaron callados por unos minutos.

- Querido... ¿Estás bien?-

-Angel, estoy mejor que bien ¿Disfrutaste tus crepas?- preguntó el demonio con sarcasmo en su voz.

Aziraphale se sonrojó, Crowley lo miró a los ojos, tomó su cara y besó su frente.

-Idiota... Eres perfecto- Dijo tiernamente con su nariz sobre la del etéreo.

- Tú también, querido- su sonrisa tímida era todo para el demonio.

...
...

BASTANTES AÑOS DESPUÉS

-¡Bueno, vayamos a comer algo!-

Aziraphale giró sobre sus talones, Crowley tenía esperanza.

-Digamos que te debo una cena por...-

-Paris, 1793-

-Ah sí, el reinado del terror ¿Fue uno de los nuestros o de los suyos?-.

-No lo recuerdo... Comimos crepas- El ángel sonrió y subieron al Bentley.

...
...

EN EL PRESENTE

Crowley estaba sentado sobre el tapete de la librería, lloraba intensamente, borracho y con cada vez menos ganas de seguir existiendo.

-¡Eres un idiota, Aziraphale, un completo idiota!- golpeaba su cabeza contra la botella de vino que el ángel estaba guardando para cuando hicieran oficial su matrimonio.
.

FIN

**Espero lo hayan disfrutado y estén llorando mucho**

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 03, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

CrepasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora