゜ ・ La galería de arte。。・
Si no tuviera suerte -Cosa que casi nunca tengo- y la maestra de artes no fuera tan liberal y relajada, creo que no me encontraría sentada en el asiento del bus.
La maestra Miller ni siquiera se molestó en revisar que las hojas de permisos estuvieran firmadas, y a mi siempre me ve rondando por la sala de arte. Supongo que le parecería extraño que yo no fuera a la galería.
El "Chico" no ha subido al bus aún, supongo que no ha llegado. La maestra se encuentra afuera pasando la lista de quienes suben, y lo único que hago es mirar por la ventana. La galería queda a unos veinte minutos del colegio en locomoción.
No pasan muchos minutos hasta que veo al castaño entrar al bus. Lleva un destello en sus ojos oscuros y se le pueden apreciar sus blancos y perfectos dientes detrás de la sonrisa que lleva puesta.
Supongo que las galerías de arte le gustan tanto como a mi.
A penas me ve me saluda. Yo no le respondo el saludo, pero el se acerca al puesto vacío qué hay a mi lado:
-¿Puedo sentarme aquí?
Me toma unos segundos abrir la boca para decir un "No", pero de pronto decido no hacerlo. Si quiero obtener respuestas a mis preguntas, necesito acercarme a él. ¿Eso significa hacerme su amiga? Si...
-Si -Le digo y de inmediato vuelvo a poner me vista en la ventana. No ando con energía para hablar con nadie.
El viaje empieza, y por suerte, el chico se queda callado todo el tiempo. Lo único que se escucha es el bullicio de las demás personas hablando.
Las preguntas no se van de mi cabeza
Por que el chico estaba llorando?
Por qué estaba la policía en su casa?
Obviamente podía relacionar esos dos hechos, pero no sabía cómo. Tal vez él se había puesto a llorar porque la policía estaba en su casa. No... eso es muy extraño. Tiene que ser algo que la policía iba a hacer, y ¿Tal vez el no quería que lo hiciera?
Bueno, al menos tengo una hipótesis.
Giro mi cabeza para verlo. Su perfil es bonito. La nariz recta y respingada en la última parte adornada con sus anteojos, y labios que aparentan ser perfectos desde donde los veo.
Logro ver el morado en su mejilla derecha, que es la que da hacia mi vista. Ya apenas se nota. No me he fijado si tiene nuevos.
Parece perdido en sus pensamientos. Su abundante pelo color castaño claro se le ve muy bien. Se encuentra jugando con sus dedos sobre su regazo. Sus manos son blancas y bonitas. Se le ven muy tiernas siendo cubiertas por el suéter azul que lleva puesto. Tiene la yema de los dedos de su mano derecha con algunos callos. Toca violín? guitarra? No lo sé
De pronto, con un movimiento rápido, gira su cabeza hacia mi. Dos puntos negros se incrustan en mi mirada.
No sé si me he puesto roja o no, pero me dio vergüenza. ¿Acaso sabe que lo he estado mirando todo este tiempo?
El me observa por unos segundos, y sus mejillas se tornan levemente rosadas y gira su cabeza hacia el frente nuevamente como si nada hubiera pasado
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Unidos por unas tejas | Booabyjvibe | (En proceso)
Подростковая литератураEllie no tiene una vida especialmente bonita. Padres ausentes, sin amigos; su único refugio son la música, los fideos instantáneos y su habitación. Hasta que por un accidente, conoce a su vecino. Ellie empieza a tener mucha curiosidad sobre él: ¿Po...