Unidos por unas tejas | Booabyjvibe | (En proceso)

⋆𝘊𝘢𝘱í𝘵𝘶𝘭𝘰 7

゜ ・ Tal vez estoy encontrando una familia 。。・

Una invitación a comer pizza.

Si, Diego me acaba de hacer una invitación a comer pizza.

Me encuentro en frente de mi casillero, y él está esperando mi respuesta con una sonrisa. ¿Quien se puede negar a una sonrisa de Diego? Tan solo verlo te hace pensar que todo es mejor a su lado. Esa sonrisa emana mas confianza que cualquier cosa. Te hace sentir que puedes conquistar el mundo.

Si, tal vez estoy exagerando un poco... pero es que así se siente.

Bueno, a lo que estaba antes. Diego me ha invitado a ir a comer pizza a algún local con su familia. Eso significa ir con su mamá, y con Kim. No he vuelto a ver a su hermana, y me asusta hacerlo de nuevo.

Diablos Ellie, ¿Como te va a asustar una niña de seis años?

Bueno, Diego nunca me dijo la edad de su hermana.

Intento de probar que una niña pequeña no te da miedo fallido.

En fin.

-Ehh... -Si, quiero aceptar su invitación, pero tendríamos que salir algo tarde para que mis padres no sepan que he salido, y no estoy de humor para tener que explicarle a Diego el porqué mis progenitores son unos amargados que no me dejan disfrutar la vida porque según ellos yo no les dejé disfrutar la suya.

Diego ladea la cabeza, aún esperando mi respuesta.

-Vamos Ellie, di sí o no. ¿Acaso no quieres ir? Si quisieras ya habrías dicho que si -Coloca sus brazos en forma de jarra y frunce el ceño.

-¡No! No, claro que no. Si quiero ir... sabes... si iré. Claro, ¿porque no iría?

Eso sonó demasiado idiota.

-Solo... ¿a que hora es?

-¡Genial! Mmm... yo creo que mi mamá no querrá que sea muy tarde, porque mañana tenemos clases.

-¡No! Digo, si -Hago una mueca de frustración porque a penas me estoy podiendo expresar de buena forma- Me refiero a que no importa la hora. Tengo... que hacer tarea en la tarde, entonces mientras más tarde mejor, así alcanzo a hacerla. Si quieres, te aviso cuando la termine y vamos.

-¿Tarea? -Me mira con los ojos entornados.

-Si, una tarea... de literatura. No estamos juntos en esa clase, tranquilo.

-Pero tenemos la misma maestra.

-Argh, Diego, deja de hacer tantas preguntas.

-Esta bien, está bien. Bueno, entonces ahí me avisas.

Extiendo mi mano y me hago un pulgar arriba con la sonrisa más incómoda de mi vida.

[...]

Y bueno, aquí me encuentro en mi escritorio, terminando la tarea de literatura. Si, no hago comillas en la palabra tarea, porque al final si había tarea. Me enteré porque había un grupo de compañeros de mi clase hablando de ella. Resulta que ahora tengo alrededor de una hora para terminar un ensayo sobre Edgard Allan Poe.