A pesar de que el encuentro con Taehyun fue de gran ayuda en el estado emocional de Yeonjun, decidió no asistir a la ceremonia de graduación. Aunque sus padres quisieron hacer una pequeña celebración en casa con toda la comida favorita del joven.
—Estamos orgullosos de que terminaras tus estudios, hijo —el señor Choi levantó su copa para un brindis en honor al logro.
Anteriormente, ser el centro de atención solía agradarle bastante, pero ahora, con tan solo recibir los múltiples halagos de sus padres se sentía abrumado. Demasiadas cosas en él habían sido cambiadas, y siempre se preguntaba si podía recuperar esa parte de sí mismo que parecía haberse esfumado.
—Gracias por su paciencia, les he dado muchas dificultades —dijo cabizbajo.
—Somos tu familia, es nuestro deber. Pero también lo hacemos por decisión, ya que te amamos —el hombre se levantó para envolver a Yeonjun. Era un chico muy alto, había bajado de peso últimamente, aunque su complexión corporal gozaba de buenas proporciones, sin embargo, en los segundos que estuvieron entrelazados, percibió a su hijo tan pequeño.
La señora Choi quiso darles privacidad, ella sabía que su Junnie era demasiado sensible, pero ese rasgo lo había heredado de su padre, así que le pareció bueno retirarse para que pudieran sentirse tranquilos.
—Me hubiera gustado hacerles la vida más amena —la voz de Yeonjun se quebró. Una oleada de arrepentimiento y culpa lo estaba ahogando. No solo hacía que sus padres vivieran constantemente angustiados, sino que su temperamento se había distorsionado al punto de llegar a ser arisco con ellos.
—Desde que naciste has hecho nuestra vida maravillosa, nunca dudes de eso. Lo único que te debe preocupar realmente es tu propia vida —el abrazo se deshizo. Posó ligeramente su mano en la mejilla del muchacho para que pudieran verse a los ojos, para luego estrecharle cariñosamente el hombro. Ambos estaban haciendo un esfuerzo abismal para no romper en llanto—. Sabes, podría ser buena idea que viajaras.
—¿A dónde?
—A otra ciudad, o hasta a otro país. ¿No querías visitar Londres? Recuerdo que dijiste que la moda es un ámbito importante en Europa. Podrías tratar de conseguir trabajo allá.
Yeonjun levantó una ceja. No estaba entendiendo del todo lo que su padre le estaba comentando. Además, a malas penas y tenía la voluntad de ir a un parque cercano, subirse a un avión yendo a otro continente le parecía una locura. Sí, estaba genuinamente interesado en la moda, antes tenía el deseo de convertirse en modelo, aunque su meta cambió a querer trabajar para alguna revista escribiendo artículos, y tomando fotos. A través de la universidad y de redes sociales había obtenido ciertos contactos que le pudieran ayudar para obtener un puesto decente, sin embargo, nunca cruzó por su mente ser tan ambicioso.
—Te has impuesto límites durante mucho, y eres el único que puede deshacerse de ello. Viaja, descubre, conoce. Sé libre... El mundo es tan vasto, tengo la certeza de que podrás encontrar tu lugar.
—Al principio tu papá y yo te apoyaremos con los gastos hasta que te establezcas —la señora retornó con un bote de helado entre las manos—. ¿Acaso no somos los mejores padres del mundo?
"Por supuesto que los son", pensó Yeonjun mientras veía la gran sonrisa de su madre al tiempo que servía el postre; por supuesto, era de chocomenta, su sabor favorito.
—¿Y si no estoy preparado? —el chico tenía una mezcla entre duda y emoción. Había sido contagiado por los ánimos y las ilusiones de sus familiares, llenándolo de un sentimiento lo más cercano a la felicidad que no había podido sentir en meses.
—Jamás estaremos lo suficientemente preparados, sin importar la situación, pero el punto es intentar.
Estaba sin palabras. Había desprendido el manto que le imposibilitaba ver que nunca había estado solo realmente; el abandono era una mera sensación fabricada para castigarse a sí mismo. Le dolió caer en cuenta de que, sin querer, había desconocido la protección de sus padres, aún así, el amor que les tenía seguía existiendo por más que tuviera el alma lastimada, e iba a existir por siempre.
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Loss |YeonKai|
FanfictionAl cumplir los veinte años aparece una marca en el cuerpo: la inicial del nombre de tu alma gemela. Yeonjun descubrió que jamás encontraría a su alma gemela.