Loss |YeonKai|

Loser (parte I)

★𝐬𝐨𝐨𝐠𝐲𝐮

Existía una sola cosa más estresante que el tener que completar dos proyectos, leer información de documentos con una extensión inverosímil, y estudiar para los exámenes finales: su cumpleaños número veinte. Y la única escapatoria que se le ocurrió a Choi Soobin fue perderse por completo en sus videojuegos. La preciada consola, su compañera y adquisición con más valor sentimental, había funcionado excelentemente durante años, pero en ese día estaba superando sus límites dado a que el joven no se había despegado de ella. Pero esa era la técnica, distraerse totalmente e impedir el tener un solo segundo para pensar.

Para Soobin, definitivamente, consumir horas en videojuegos o series animadas era la mayor fuente de felicidad, pocas cosas le traían satisfacción a parte de tener tiempo de calidad a solas. Probablemente su carrera universitaria guardaría un lugar importante si no fuera por la excesiva carga de tareas. Igualmente, en su corta lista, estaba la compañía de sus amigos, pero desde que Yeonjun había cortado contacto con ellos, el grupo de cuatro chicos estaba bastante distante. Como fuera, se veían diariamente en la universidad, y podía soportar, a grandes rasgos, la nueva dinámica con sus amigos. Aparte, descansaba un poco del insoportable y ruidoso comportamientos de Choi Beomgyu...

—¡Mierda, este nivel es imposible! —se quejó ante la octava muerte de su personaje.

Esa tarde estaba sumamente irritable, tuvo que rogarle a su madre para que no se llevara a cabo ninguna celebración por su cumpleaños, y se encerró en su habitación con la excusa de que estaba cargado de deberes, pero, en realidad, estaba desesperado por huir.

Soobin creía tener bajo control la situación de la marca. "Que pase lo que tenga que pasar", se decía siempre a sí mismo. Aunque, de algo estaba seguro, su aparición lo cambiaría todo.

Si, tenía bien presente las múltiples explicaciones por parte del mayor de sus amigos, e igualmente había escuchado atentamente las aclaraciones lógicas de Taehyun: las almas gemelas no deben ser un vínculo meramente romántico. Pero el joven era testarudo, sobre todo porque la mayoría de su familia se había forjado de aquella unión, desde sus padres, sus abuelos, bisabuelos, tíos, hasta los varios vecinos que colindaban con los cuatro lados de su casa. Era como si la vida se esmeraba en rodearlo de lo que tanto trataba de repeler.

No tenía nada en contra del romance, consumía excesivas cantidades de series y comics con el "amor" como temática central, era habitual que se enamorara de uno de los personajes y deseara vivir esa experiencia en carne propia; sin embargo, cada vez que pasaba de la ficción a la realidad, se daba cuenta de que no le agradaba del todo, ya que, la importancia de la intimidad en el noviazgo era imposible de ignorar.

Al cumplir diecisiete, el muchacho obtuvo varios descubrimientos a cerca de su persona: era gay, y asexual; además de eso, llegó a la conclusión de que el sexo le parecía sumamente repulsivo. Así que le parecía cada vez más desconcertante lo estrechamente proporcionales que eran el amor romántico y el sexo para la mayoría de la población, y siempre tachó de estúpida la creencia de que era algo obligatorio para demostrar sentimientos reales. Definitivamente le causaba nauseas tan solo imaginar tener que pasar por eso.

En la actualidad ya estaba mucho más informado sobre el tema, comprendiendo que las personas asexuales iban abriéndose paso en la sociedad y ganando reconocimiento de manera efectiva; igualmente, halló comodidad al alejarse de las relaciones románticas, por lo que, su vida estaba tomando un rumbo pacífico gracias a aquella decisión.