— No puedo creer que hayas hecho eso.
— Yo tampoco.
Respondió el aludido sin despegar la vista de la pantalla en frente suyo.
Robleis había llegado de sorpresa a su casa porque, según él, tenía una "conversación pendiente" con Spreen, que evidentemente terminó en ambos chicos jugando al FIFA en la Playstation del menor.
— Es que, lo que hiciste ni siquiera se le puede llamar actuación. —Dijo, y al segundo siguiente movió bruscamente el control soltando un quejido.— Sos un hijo de puta. ¡¿Cinco goles?! ¡Estás enfermo!
Spreen soltó una carcajada con malicia.
— Como se nota que sos trolo si hasta entregas el orto en el Fifa. —Robleis bajó el control y le dió una mirada de reproche, a la que reaccionó levantando las manos con inocencia.— Tengo la Gay Pass. No me podés decir nada.
Su amigo suspiró.
— De todas formas… hay algo que no me estás contando.
Uh.
Spreen creyó que había logrado distraer a su amigo con el juego pero al parecer no.
¿Es que tiene un puto sexto sentido homosexual o algo?
El de cabello azabache presionó un botón para seguir con un nuevo partido intentando ignorar a su amigo pero éste inmediatamente le puso Pausa al juego.
— No te hagas el boludo. —Lo regañó, así que en respuesta bufó.— Ahora decime; ¿Qué hacés en el club de Teatro?
Spreen hizo una mueca con sus labios.
Robleis no era Carre. Él era mucho más insistente y convincente. Además de que él no lo juzgaría porque, bueno, también está en el club.
Era algo estúpido ocultarle ese tema.— Bueno, te voy a contar. Pero no podés decirle a nadie más.
— No te preocupés. De mi nadie se va a enterar.
Y eso era verdad. Podía confiar en él. Así que dejó el control en la pequeña mesa delante de la TV y volteó a verlo.
— ¿Te acordás que te dije que Arte es una poronga?
— Sí, lo dijiste unas cuantas veces.
— Bueno, digamos que…
— La desaprobaste, ¿No?
— Sí. —Ok, no fue tan difícil.— El problema es que también reprobé dos materias más así que no me permitían seguir con los entrenamientos y tampoco participar del campeonato.
Robleis negó con una leve sonrisa burlona.
— Sos un boludo.
— Ya sé. —Aceptó con tono molesto.— Por eso tuve que intentar convencer a los profesores para que me den otra oportunidad… Y la única que me la dió fue la de Arte, pero con una condición…
El mayor soltó un jadeo de sorpresa y luego una gran carcajada mientras se dejaba caer en el respaldo del sillón.
— ¿Tanto te vas a reír?
Se quejó el más joven mientras desviaba su mirada al televisor para volver a tomar el control y elegir un juego individual.
Que la chupe Robleis.
El afligido se secó una pequeña lágrima provocada por la risa y volvió en sí. Poco le importó que el otro chico se pusiera a jugar solo. El chisme estaba más interesante.
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I Don't Dance | SpiderBear
FanfictionArtes no era la asignatura preferida de Spreen y eso estaba más que claro. Pero por culpa de su pereza y holgazanería ahora tiene que pasar horas extras en el taller de Teatro. • En esta historia solamente se emparejan personajes ficticios de Minecr...