Las vacaciones de Verano era lo más esperado por todos los alumnos del Instituto QSMP, en especial por los que estaban terminando su ante último año, dando paso al último año de Secundaria. Y era de esperarse que todos lo festejarían a su manera.
Algunos irían de viaje con sus familias, otros no dormirían con tal de ir a cada fiesta que se anunciara y por último, unos pocos se quedarían en sus hogares convirtiéndose en completos Anti sociales.
Y ese último era el caso de Roier.
Roier podía contar a sus amigos con los dedos de una mano ya que solo eran tres: Mariana, Aldo y Quackity. Y no necesitaba más.
Bueno, se veía divertido ser popular en la escuela pero Roier ya había comprendido cuál era su lugar desde que dió su primer paso dentro del instituto.Y fue rechazado en cada grupo social.
Él no era el chico más guapo de la secundaria, ni tampoco el mejor jugador de algún deporte (en realidad apenas le gustaba correr). Sus compañeros no recordaban su existencia.
Roier solo era Roier. El chico al que le gustaba el Teatro.
Y Teatro no era el taller más popular entre los estudiantes de preparatoria que digamos.Pero dejando eso de lado, Roier ahora podría estar jugando Valorant, haciendo una maratón de películas Musicales o cualquier otra cosa que requiera quedarse en casa de no ser porque inesperadamente recibió una invitación de último momento a una fiesta.
Su primer fiesta.
— ¡Quackity, por favor!
Rogaba el castaño a su mejor amigo por medio de una llamada.
— El amigo de Rob dijo que no había problema en que fuéramos. Por favor.
— Roier, sin ofender, pero me vale tres hectáreas de verga lo que diga tu compañero de Teatro o su amigo pendejo. —Contestó Quackity, del otro lado de la línea provocando que su amigo soltara un alarido de queja.— No pienso ir a ninguna fiesta.
Bien, quizás estaba siendo algo egoísta con su amigo en intentar obligarlo a ir a un evento social tan de repente, pero para Roier era una gran oportunidad para que él y sus amigos dejaran de ser el eslabón más bajo de la pirámide social de la secundaria.
Roier aún tenía esperanzas.
— Patito, por favor. ¿No estás cansado de ser socialmente inferior? ¡Porque yo sí!
— Roier, no necesitas ser socialmente aceptado para ser alguien. Que te valga verga lo que piensen los demás.
Y Quackity tenía razón pero eso no evitaba que Roier quisiera ser como los chicos populares, hablar con ellos, sentarse con ellos. Solo quería resaltar como la futura estrella que era porque eso es lo que merecía.
Roier estaba destinado a convertirse en un actor exitoso y triunfar en la vida. Y lo sabía.
— Eso lo tengo claro. ¿Pero no sería genial salir a divertirse un rato? —Volvió a insistir el menor. Quizás no debería arrastrar a Quackity a una fiesta pero como su proclamado Mejor Amigo tenía la obligación de acompañarlo.— Apuesto a que has estado todo el día pegado al ordenador. Solo sal un rato conmigo ¿Por favor?
Se estaba preparando mentalmente para otra respuesta negativa pero luego de un largo suspiro del otro lado de la llamada, el joven de Beanie volvió a hablar sorprendiendo al castaño.
— Está bien. Voy contigo.
Roier soltó un chillido de emoción muy poco varonil.
— ¡Gracias, Quacks! ¡Te amo!
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I Don't Dance | SpiderBear
FanfictionArtes no era la asignatura preferida de Spreen y eso estaba más que claro. Pero por culpa de su pereza y holgazanería ahora tiene que pasar horas extras en el taller de Teatro. • En esta historia solamente se emparejan personajes ficticios de Minecr...