capitulo 40

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obligacion leer ultima parte de nota de escritora!

El silencio era intenso, ambos no podíamos creer ver al otro enfrente. No podía sacar mis ojos de los suyos, sentía como si llegaba a mirar a otro lado el desaparecería. Abrió la boca para hablar pero luego la cerro como si no estuviera seguro de lo que diría. Pero un trueno de afuera hizo que vuelva a la realidad-

-Lo lamento... yo pensé – dije sacándome una lagrima de la mejilla con la manga del sweater- que no había nadie... –me interrumpió.

-está bien – dijo por lo bajo.

-no, enserio. Traje el auto, me iré – dije dándome vuelta nerviosa, pero sentí su mano en mi brazo. Haciendo una descarga eléctrica que viajo en toda mi espalda, me di vuelta.

-está lloviendo afuera- dijo tranquilo, sentía que iría a morir de un paro cardiaco en cualquier momento. No podía respirar me faltaba el aire, el parecía malditamente tan tranquilo.

- estas pálida, te buscare un vaso con agua. Siéntate –dijo caminando hacia la cocina con la tenue oscuridad, cerré mis ojos con fuerza intentando ver las posibilidades de escapar. Pero eran nulas, salvo que quisiera quedar como una maldita lunática. Camine sentándome en el sillón este parecía mucho más limpio que todo lo demás. –Lamento decirte me encantaría convidarte con algo para comer, pero... lo único que hay es algo de atún vencido –dijo levantando un pequeño paquete- y una mayonesa.. que no se ni de qué año es – dijo tirando ambas cosas a la basura, para luego agarrar el vaso con agua que había dejado en la mesada y acercarse a mí- toma – acepte el agua, él se mantuvo distante, parado con sus manos en los bolsillos del pantalón. El lugar estaba frio como una heladera.


[Narra Ethan]

No podía ser que este ahí, no podía creerlo. Tantas veces que me habia imaginado distintas formas de encontrármela, aquí estaba. Su mirada estaba fija en el vaso de agua, pensativa. Me dispuse a mirarla, tenía su cabello más corto, haciéndola ver un poco más aniñada, su pelo rubio como siempre brillaba.

–Me gusta – me miro confundida- digo... tu cabello – al parecer los nervios no me estaban ayudando del todo, ella asintió. Mirando para otro lado, se notaba incomoda.

-¿estás bien? – dije mirándola, ella centro su mirada en mi.

-si – dijo en un susurro agudo.

-sé que esto es algo incómodo pero... – me interrumpió.

-pero nada. –dijo levantándose, para luego respirar hondo- lo lamento Ethan, pero esto no está bien. Yo no tuve que haber venido, no entiendo por qué... – hablaba rápidamente, como si se sintiera obligada a hacerlo. Sus ojos se cristalizaron, su perfil estaba iluminado por la luz que daba la lámpara, sonreí. Ella me miro con el ceño fruncido- ¿acaso te divierte esta situación? – suspire llenando mis pulmones de aire, había olvidado cuanto me gustaba verla enojada.- me voy –dijo con un suspiro de frustración, pero cuando paso por al lado mío la pare, se quedó quieta como una tabla mirándome.

-te extrañe – dije eso se había escapado de mi boca, ella se quedó mirándome como si hubiera dicho una palabra prohibida, sus ojos amarronados brillaron, su perfume me embriago, quería besarla. Lo Quería hacer, no me importaba, la anhelaba. Esos ojos como los había extrañado, acerque mi rostro al de ella –realmente lo hice – esto era lo que buscaba, ella hizo que me olvide de todo. Ella era lo que buscaba y la tenía. Pero su ceño se pronunció y me empujo.

-¿acaso no te acuerdas como termino todo? – suspire.

-paso un año – dije como si fuera obvio, ella parecía seguir lastimada por eso.

Mas alla de lo que vesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora