Memories of Winter - KaiSoo

13 - Reflejo estelar.

Estaba anocheciendo. El sol se despedía con sus últimos tonos rojizos en el cielo mientras la luna tomaba su lugar junto a las estrellas hasta que, de pronto, los puntos celestes eran nuestra única iluminación. Kyungsoo y yo decidimos que sería bueno regresar para no preocupar de más a nuestros padres. Y aunque no tenía ganas de hacerlo, opté por hacerle caso.

—Espera —dije, cuando nos levantamos para bajar la colina—, ¿no será peligroso andar en el bosque de noche? Está muy oscuro, y...

Antes de que pudiera decir otra cosa, Kyungsoo encendió su linterna.

—Te dije que siempre vengo aquí —se burló. Yo sonreí y alcé los brazos en señal de rendición.

—Tú eres el líder. Te sigo.

Así comenzamos a andar, de nuevo por un sendero oscuro, pero ya no tan solitario ni silencioso. De hecho, se sentía agradable y reconfortante.

—¿Hay alguna novedad de la escuela que debería saber? —preguntó él.

—Creí que Chanyeol y Baek te mantenían al tanto de lo que sucedía —esquivé la rama de un árbol y seguimos caminando.

—No tanto en realidad —se encogió de hombros—. Chanyeol me traía los apuntes, pero solo me hablaba de lo mucho que te odia y odia el cálculo —suspiró pesadamente—. Ya no es tan agradable hablar con él...

Lo miré de reojo. Estaba cabizbajo.

—Lo siento —dije apenado.

—No es tu culpa —me sonrió—. Entonces, ¿algún chisme?

—No en realidad. Soy el que menos le presta atención a los demás, así que no hay nada que pueda decirte —fruncí los labios—. Aunque...

—¿Si? ¡Cuenta! —insistió emocionado. Me hizo sonreír.

—Minseok quiere abrir un club de natación —le conté—. De hecho, me dijo para ser el capitán del equipo. Quiere que vayamos a competencias y todo.

—¡Eso es genial! —exclamó—. ¿Vas a aceptar, cierto? Porque serías un gran líder.

Mi sonrisa se apagó un poco al escucharlo.

—Sí, bueno, no creo poder. Mi padre... quiere que trabaje en tu granja. Me dijo que no podía perder el tiempo en otras cosas —me encogí de hombros—. Esa fue la pelea de hoy.

Kyungsoo se vio sorprendido incluso bajo la tenue luz de la linterna. Un poco apenado, y quizás ¿triste? No lo sabía. Se llevó el pulgar a la boca, mordisqueándolo.

—Oh, Jongin... No estaba al tanto de eso —se sinceró—. Me parece, absurdo.

—Sí, eso dije yo —bufé una risa—. Al parecer es un acuerdo entre nuestros padres. Pero primero querían que me adaptara al pueblo para proceder.

—Mi padre nunca me dijo nada. Bueno, no es como que cuente las cosas, en realidad —rodó los ojos—. Pero no creo que esto sea justo.

Había una especie de tensión en el ambiente. Por unos cuantos minutos, todo lo que se escuchaba era el cantar de los grillos y las ramas quebrarse bajo nuestros pies. No tenía ganas de hablar de mis problemas, ni menos cargar a Kyungsoo con ello.

—Bueno, creo que necesitaré tus clases de agricultura después de todo —bromeé. Esto pareció explotar la burbuja de incomodidad en la cara de Kyungsoo.

—Oh, no creo que las necesites —se giró hacia mí y empezó a caminar de espaldas mientras sonreía—. Pero puedo dártelas si quieres. Solo quiero que sepas que soy un profesor muy estricto.