Un príncipe en apuros

13

Creo que aveces la vida no va a favor de uno.

Dream se levantó algo mareado, podía ver que estaba en su cama, ¿a caso el no estaba en la feria con drista?

Rápido, trata de  levantarse en busca de su hermana pero algo lo detiene antes. O mejor dicho, alguien.

—¿Estas bien dream?

Esa voz.

—ten más cuidado cariño

—¡¿que haces aquí fundy?!

—solo vine a cuidarte. Te habías puesto muy mal y solo te traje a ti y a tu... hermana, acá.

—más te vale no le hayas hecho ¡nada!

Dream se suelta de el agarre de fundy y se va al cuarto de su hermana. Al llegar se sorprende que este arropada y bien dormida. Si lo había hecho fundy era un milagro.

Sale del cuarto sin hacer tanta bulla. Al cerrar la puerta vio a  fundy, que lo esperaba. Tenía una sonrisa que dream jamás había visto en el. Era algo distinta a las falsas sonrisas que siempre vio en el desde que lo conoció.

—¿que quieres?

Fundy se acerca más a dream y lo mira a los ojos, su expresión era más triste. Bajo su mirada y empezó a jugar con sus manos.

—¿recuerdas... a mi papá?

—si... ¿pasó algo?

Fundy se aleja de dream, y mira hacia otro lado para que no vea que va a llorar.

—luego de todo lo que pasamos... mi padre cayó en cama. Y bueno... —fundy río vagamente.— el... me prometió que estaría siempre para mí. Pero el falleció.

Dream se quedó callado, el padre de fundy era una buena persona. Por más que fundy le haya hecho tanto, el padre no tenía la culpa y aún lo quería.

—sabes, de veras que lo siento por todo clay, se que fui un completo idiota. Se que varias veces hice estupideces en nuestra relación, y quiero arreglar eso. Por favor...  dame una oportunidad.

Dream se acercó a fundy y le dio un abrazo, debía ser doloroso perder a un ser querido tan cercano. Y más si era con quien más compartias.

Al soltarlo, dream asintió y le dio otro abrazo. Aunque sabía que en el fondo su corazón estaba gritando de enojo porque solo había un chico a quien amaba en realidad.

...

George estaba acostado en su cama, tenía una mirada perdida y no se sentía con ganas de hacer algo.

Al virarse a un lado, noto que había un libro, no recuerda haberlo traído, pero al tomarlo en sus manos, supo quien lo había colocado ahí.

Había una pequeña nota de su hermana. Seguro había entrado mientras el estaba dormido.

Leyó un poco pero sentía que no le estaba prestando atención a la lectura, y así se fue por unos minutos, leyendo la primera página para tratar de comprender todo. Pero su mente estaba muy revuelta, habían muchos pensamientos que la invadían y George ya estaba estrenándose.

Un pequeño toque en su puerta lo hizo volver al mundo, dio el permiso y vio a la chica, quien era su hermana.

—hola gogy... ¿todo bien?

George se recostó boca arriba otra vez, y asintió, para luego solo cerrar sus ojos.

Su hermana con cuidado se acostó también en la cama. Podía ver lo lindo que era el castaño, su hermano siempre fue un chico muy apuesto, inteligente y muy de buen corazón. Ella creía que su hermano sería el mejor para llevar la corona, pero ahora que lo veía estaba pensando lo contrario.