04. La Confesión

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El pelinegro se miró al espejo terminándose de vestir con unos jeans rotos negros y un hoodie del mismo color, atando su cabello en su respectiva coleta. Se lanzó en su cama, suspirando y mirando el techo, listo para su "cita" que al final se había convertido en una salida para hacer un picnic con todos sus amigos en un parque de la ciudad. Al principio los chicos de Kioto discutían de a donde deberían de ir, si al cine, a comer a algún restaurante o si solo debía ir a algún arcade a pasar la tarde, más al notar la incomodidad en el rostro de Kokichi, decidieron optar por un plan mucho más tranquilo y ameno. Entendían que aunque él no lo expresara, conocían que tal vez los sitios con mucha gente o bullicio lo pondría nervioso a la primera, así que preferían evitar exponerlo a tanto de golpe y que el chico se fuera acostumbrando de a poco.

Giro en su cama y observó la foto que había enmarcado en su mesa de noche, la foto que le había regalado Miwa. De cierta forma estaba contento de que pudieran salir todos juntos y que lo estuvieran apoyando a adaptarse, pero saber que su plan de confesión se había ido a la basura lo tenía desalentado, casi aceptando que el destino no quería que Miwa supiera sus verdaderos sentimientos.

Escuchó su puerta siendo tocada efusivamente, frunciendo el ceño al notar la hora de su teléfono y levantándose de mala gana. Cuando la deslizó se encontró con Todou que lo miraba con una sonrisa y Noritoshi que estaba concentrado en su teléfono.

- ¿Listo para tu cita? - Kokichi se recostó en el marco de la puerta y se cruzó de brazos.

- Aún no es la hora de encuentro - murmuró, todos habían acordado encontrarse a las tres de la tarde en la entrada del instituto. Todou negó con la cabeza varias veces.

-Tienes tanto que aprender, amigo - lo señaló con el dedo índice - Perdiste la batalla, pero no la guerra, esta es tu oportunidad para que Miwa te vea como un gran partido, así que pasó número uno: siempre se busca y se deja a la dama en la puerta de su casa, o en este caso de su habitación, así que andando.

- Pero-

- Todas se encuentran en la habitación de Mai arreglándose - mencionó Noritoshi escribiendo en su teléfono, al parecer texteando con la mencionada. Kokichi tomó una gran bocanada de aire antes de cerrar su puerta y salir claramente nervioso.

- Andando.

🤖🗡

Mai dejó de responderle a Noritoshi algo extrañada por tantas preguntas repentinas, volviendo a mirarse en el espejo terminando de colocar rímel en sus pestañas. Momo estaba a su lado terminando de arreglar su cabello mientras que Miwa estaba sentada en la cama organizando las cosas que necesitaban para su día de picnic, tratando de que todo estuviera en orden y verificando que no olvidarán nada. La peliazul quería que ese fuera un día perfecto para todos pero sobre todo para Kokichi, deseando que se convirtiera en un día inolvidable donde el pelinegro pudiera ser el mismo. Mai la miró de reojo, que contaba por milésima vez la lista de cosas de la canasta, aún con las preguntas extrañas de Noritoshi rondando por su mente, lista para soltar la pregunta que tenía atravesada en su garganta desde que habían planificado la salida el día anterior a ver si podía sacar conclusiones de ello.

- Y bien, ¿Cómo surgió la idea del picnic? - preguntó cerrando su rímel y girándose hacia a Miwa, cruzándose de brazos.

- Si, todo fue tan repentino - segundo Momo, aun mirándose al espejo. Miwa les sonrió.

- Fue idea de Muta, ayer me preguntó si quería que saliéramos, y me pareció fantástico - comentó volviendo a revisar la canasta. Mai levantó las cejas analizando lo que decía Miwa.

- Espera, ¿él te lo preguntó a ti? ¿A solas? - preguntó, a lo que Miwa asintió ingenua. Mai giró su cabeza lentamente en dirección a Momo, quien hizo lo mismo como si estuvieran conectadas por el chisme, y cuando sus miradas conectaron, algo hizo click en sus mentes, consiguiendo la resolución de toda aquella fulana "salida de equipo". Sin poder evitarlo ambas reventaron en risas que asustaron a Miwa - ¿Qué fue lo que te preguntó exactamente? - preguntó Mai entre risas, Miwa ladeó la cabeza sin comprender y tocó su barbilla tratando de hacer memoria de las palabras exactas del pelinegro.

Dream || MechamiwaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora