08. Florecimiento de un Amor

363 27 13
                                    

🤖🗡️

El amor es un sentimiento incontrolable

Despierta en cada ser aquello que no puede imaginar

Sacando lo peor y lo mejor de sí mismo

Una vez un sabio dijo

Que el amor era la peor de todas las maldiciones

Pero, ¿Y si solo el amor fuera la cura de todos los males?

Zen'in bostezó mientras se estiraba y arrastraba sus pies a duras penas, eran las seis de la mañana y caminaba por el pasillo de las habitaciones después de haber recibido una llamada tempranera de su amiga la peliazul. No había vuelto a saber de Miwa desde que la había encarado en el jardín, y ahora solo le pedía que se reunieran sin darle muchas explicaciones, al menos esperaba que la dichosa reunión fuera para lo que creía que era.

Tocó la puerta de su amiga al llegar y no tardó en abrir, siendo arrastrada al interior de su habitación por un pequeño rayo azul. Mai levantó una ceja divertida pero se dejó llevar hasta que cerró la puerta y la sentó en su cama.

La peliverde la analizó, Kasumi seguía con su pijama al igual que ella, su cabello estaba suelto como siempre, pero su rostro se notaba distinto. Podía notar sus ojos hinchados, indicándole que había pasado la noche anterior llorando, haciendo que se le encogiera el corazón de solo pensar que la pequeña estuviera sufriendo, y sintiéndose un poco culpable de todo lo que había montado con Nishimiya para que la chica abriera los ojos.

— ¿Y bien? ¿Qué quieres tan temprano? Debemos ir a clases en dos horas y yo pudiera estar durmiendo aún — pronunció la Zen'in fingiendo indiferencia. Miwa murmuró un "lo siento" a la par que agachaba la cabeza, su mirada divagaba de aquí para allá buscando las palabras correctas para decirle a su amiga. Mai se acercó sentándose más cerca de ella, tomando su mentón y levantándola para que la observara — Cuéntame, ¿Qué pasa por esa cabecita tuya? — con su mano libre, le acarició el cabello con afecto, haciendo que se aliviara ante aquella muestra de cariño. La peliazul miró a su amiga y tomó una gran bocanada de aire antes de hablar.

— Tenías razón... — murmuró mientras que su rostro se tornaba de un intenso color carmesí, sacándole una sonrisa a Mai.

— Siempre suelo tenerla, pero esta vez se más específica, ¿En qué tenía razón? — pronunció Mai haciéndose la desentendida. Miwa jugó con sus manos unos instantes antes de contestar.

— Tenías razón en que... me gusta Muta— arrastró las palabras, su cara totalmente roja y avergonzada por estarlo admitiendo en voz alta frente a alguien más. Mai sonrió leve y suspirando se tendió en la cama colocándose sus manos detrás de la cabeza, observando cómo su amiga inmediatamente se cubría el rostro con sus manos toda nerviosa sacándole una risa — ¡N-no te burles!

— No me burlo, solo eres adorable, Kasumi — respondió entre risas. Miwa la imitó y se acostó a su lado mirando al techo pensativa, su rostro sonrojado seguía intacto — Y bien, ya que admitiste lo obvio ¿Qué piensas hacer? — la peliverde se acostó de lado para poder observarla.

— No lo sé... — la peliazul frunció el ceño aún observando el techo. El día anterior había llorado como nunca, el hecho de pensar que le gustaba Muta y que sentía celos de Nishimiya solo hacía que quisiera borrar esos sentimientos de su corazón para evitar arruinar su amistad con el pelinegro, sin embargo, el hecho de negar todo aquello que sentía y tratar de reprimirlo solo la hacía sentir peor. Al final del día, solo decidió hacerle cara a lo que realmente sentía por él.

Dream || MechamiwaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora