Canción de Hielo y Fuego Robb (Terminada)

Capítulo 13 Robb, Jeyne, Daenerys

Descargo de responsabilidad.
Canción de Hielo y Fuego no me pertenece, ni ninguna de las imágenes mostradas. Este fic fue creado por mí con el propósito de entretener.

Robb

Robb observó la habitación. Las paredes eran de piedra, el piso de piedra pulida, cortinas nuevas, y estaba bien iluminada por antorchas. El lugar era la habitación de un noble, y la limpieza no faltaba, todo estaba impecable. Aun así, un olor a podrido inundaba todo el lugar.

En frente de Robb estaba la razón de ese olor, su propio abuelo. Robb ya había oído muchas descripciones del olor de la muerte, y sin duda era este, pero con sus nuevos conocimientos y perspectiva de vida, este para él, no era más que un olor a podrido, un síntoma de alguna infección o enfermedad grave.

Una enfermedad que sufría su propio abuelo, que deliraba en frente de él, acostado en su cama, muriendo entre alucinaciones y dolores terribles. Robb no sabía qué tipo de enfermedad era la que sufría, él no era médico en su primera vida. Si tuviera que apostar, diría cáncer, pero igual podía ser una úlcera, una infección, o algo que él ni siquiera se imaginaba, él verdaderamente no tenía idea de ello. En este mundo, una simple gripe podía darte grandes posibilidades de ir a vivir al otro mundo.

-Robb... -Robb miró a su tío para indicarle que sus consejos ya habían sido escuchados, y no hacía falta más.

Robb ya había sacado a su madre, siendo lo más amable posible, y al maestre, sin mucho cuidado, porque insistía en saber lo que iba a hacer, y Robb no tenía tiempo de explicarle nada, un retraso, y su abuelo moriría. Tampoco era que pudiera explicar lo que estaba por hacer.

Robb miró a su tío mientras sacaba un pequeño frasco con el preparado que antes había hecho, apenas unas gotas. Su tío apretó los dientes, pero junto a Viento Gris, fue a vigilar la puerta. Robb sacó algunos polvos preparados por él bajo las instrucciones del cuervo de tres ojos, y marcó el cuerpo de su abuelo, siguiendo las instrucciones del cuervo sobre su hombro.

Después de unos cinco minutos, él vertió las pocas gotas del líquido grisáceo en la boca de su moribundo y alucinante abuelo, que no dejaba de llamar a sus hijas. Al parecer Edmure no era muy apreciado por él, pero Robb entendía que semejante idiota fuera una decepción para su padre...

Cuando las gotas tocaron la boca de su abuelo, su cuerpo convulsionante se detuvo, adoptando la rigidez y palidez de un cadáver, lo que hizo que Robb apretara los dientes por un par de segundos, pero luego, su abuelo volvió a respirar, y abrió los ojos.

Ojos llenos de concentración, conocimiento y conciencia de lo que había sucedido. Su cuerpo esquelético se sentó y miró las marcas que Robb había hecho. Él hizo una mueca viéndose a sí mismo.

-¿Lysa? -fue lo primero que preguntó Hoster Tully.

-Ha conspirado con Baelish para asesinar a Jon Arryn. Ahora que he matado a Baelish, ella ha enloquecido por completo, y ha confesado sus crímenes. Los lores del Valle la han encerrado, les he enviado una carta advirtiéndoles que mantuvieran la boca cerrada, y ya he explicado este asunto al rey, apelando a mis méritos para obtener un perdón.

»Stannis ha rechinado los dientes por media noche, pero ha aceptado que ella sea devuelta a Aguasdulces, como Lysa Tully, para vivir el resto de su vida, sin ser mencionada entre la nobleza -explicó Robb sin esconder nada.

-¡Mi niña! -lloró Hoster Tully con pesar y arrepentimiento, mientras una lágrima se derramaba de su ojo izquierdo, pero luego apretó los dientes, y miró el cuervo sobre sus hombros.

-¿Es esto lo que nos ha dado la victoria en esta guerra? -preguntó. Robb negó con la cabeza.

-Es mi magia, la magia del invierno, lo que nos ha dado la victoria. La magia de sangre exige grandes sacrificios, y mis señores no lo aprobarían -explicó Robb. Su abuelo dio un suspiro de alivio.