<< Raro>>

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Una mujer de cabellera verde revisaba algunos asuntos en su computadora mientras daba un sorbo a su taza. A estado más ocupada últimamente y quería desocupar un poco su agenda. Cuando estaba a punto de dar un segundo sorbo a su taza se empezaron a escuchar pasaos torpes y muy apresurados ir hacia aquella habitación en donde se encontraba. Esperando a que la persona entrará tranquilamente bajo su taza, aunque fue todo lo contrario, pues la puerta se abrió de golpe dejando ver a un hombre muy agitado y bastante desaliñado que ni se inmutó cuando abrió la puerta de una patada.

--¡Alador!-- regañó la mujer ante la brusca intromisión de el hombre.

El hombre se acercó apresuradamente al escritorio de su esposa y dejo el portátil que llevaba en manos aún muy agitado.

--¿qué te sucede?-- preguntó la verlo tan alterado por lo que sea que estuviese pasando.

--Mira esto-- por fin habló,  señalando la pantalla que mostraba el mapa de el país y en este un punto rojo que se estaba acercando a su ubicación, HuesosBurgo.

Hace años no se había preocupado por algo así, creyó que ya todo se había solucionado pero al verlo casi tira su taza que aún sostenía su mano.

--¿son...-- no completo la pregunto y no había falta que lo hiciera, su esposo la entendió.

-- si, nos están rastreando de nuevo-- contestó.

-- ¿Pero Como? ¿no se supone que los habían perdido hace mucho?-- la mujer empezaba a estar en el mismo estado que su marido, el caso era bastante importante para estarlo.

--lo habíamos hecho, pero parece que algo volvió a llamar su atención...de casualidad ¿no has intentado encender el transportador sin el campo de protección?-- preguntó para averiguar la causa de el nuevo rastreo.

-- Claro que no, sabes perfectamente que  para que podamos encenderlo y sea seguro nos falta todavía muchos detalles- recordó como su mayor invento, después de tantos años, aún no estaba en buen funcionamiento.

--cierto, entonces...¿ qué Es?-- los dos se quedaron en silencio buscando explicaciones de como los estaban volviendo a rastrear. Era bastante preocupante, mucho más después de escuchar el expediente de el hombre quien los perseguía y de su compañero.

-- deberíamos hablar con Bump de esto, tal vez pueda ayudarnos como hace algunos años-- sugirió la mujer.

-- tienes razón, vamos-- el hombre volvió a tomar la computadora en manos listo para salir.

--¿ahora mismo?-- preguntó la mujer.

-- mientras más rápido mejor, no podemos arriesgarnos a que nos encuentren, Wittebane no es un hombre agradable y ni hablar de su compañero, Jacob-- la mujer simplemente asintió tomando su bolso y siguiendo a su esposo.

Ambos subieron al carro con rumbo a Hexide. Sus hijos estaban ahí pero en ese momento no les daría explicaciones, al menos no las verdaderas. Habían crecido en ese lugar sin saber la verdad y así se quedaría hasta que pudieran regresar.

Una vez aparcados en el estacionamiento del lugar bajaron del auto y entraron, intentado parecer lo más callados posibles aunque estuvieran alterados.

--¿Mamá, Papá?--

A medio camino la voz de su hija menor los interrumpió.

--¿qué hacen aquí?-- la chica se acercó a ambos intrigada por la causa de que sus padres estuvieran ahí sabiendo lo mucho que se encerraban en sus trabajos.

-- No te preocupes cariño, solo venimos a ver al director, ya sabes, ver si todo esta en orden-- el mayor dio una excusa válida para la chica y le acaricio la mejilla para que se tranquilizara.

Entre tiempos~ Lumity Human AuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora