Padre: - ¡Ya llegué, hermosa!
Madre: - ¡Estoy en la cocina!
El padre se dirige al paradero de su esposa. La abraza con fuerza y suspira pesado.
Madre: - Voy a traerla a Emily, ¿podrías servir los platos?
Padre: - Ya hablamos de esto, tenes que superarlo de una vez, no es sano.
Madre: - ¿Vas a servir o no?
El padre vuelve a suspirar, y lo único que hace es obedecer callado entre lágrimas.
Luego de unos minutos sirve tres platos de comida, pone los cubiertos y los vasos, se sienta en la mesa y toma con fuerza su cabeza tratando de dejar de pensar aunque sea por un rato.Madre: - Emily me dijo que prefiere comer en su habitación, así que, le llevaré su plato de comida.
La madre toma una bandeja y pone en ella el plato de comida, con una servilleta, un par de cubiertos y un vaso con agua.
Padre: - Basta, no podemos seguir así, ni siquiera es correcto legalmente, el accidente ya sucedió hace casi tres meses, esto debe parar ya.
Madre: - Cállate, debo darle de comer a mi hija, ni vos ni nadie me va a separar de mi niña.
La madre se dirige a la habitación de la niña y apoya la bandeja en una mesita de luz. Saca la sabana que cubría el cuerpo de su hija y no puede evitar hacer una cara de asco al sentir el putrefacto olor que la invade.
Madre: - Luego vendré a buscar las cosas, provecho, hijita.
La madre le da un beso en la frente e inmediatamente se limpia los labios por la asquerosa textura de la gelatinosa piel de su hija. Se levanta y cierra la puerta guardando el horrible olor de su hija de nuevo en la habitación.
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Cuentos Cortos para el aburrimiento.
Rastgelesolo cuentos cortos, te podes encontrar de todo.