Ya estamos en casa, acabo de pedir las hamburguesas, deben estar por llegar. Pepe está mirando televisión mientras yo le escribo a mi madre. Aquí son las diez de la noche, y allá en Japón ya es mediodía, esto del horario es bastante complicado, solamente puedo hablar con mis amigos de Japón en las primeras horas de la noche, o en las primeras horas de la mañana, a partir de las once de la mañana es imposible porque allá serían las once de la noche, y la gran mayoría ya están durmiendo, lo mismo aquí pero al revés. Nosotros tenemos que dormir temprano por el trabajo y por el entrenamiento, para nuestra edad tenemos una vida muy ocupada.
─¡Aaaaah, tengo mucha hambre!─ se queja Pepe.
─Entonces deja de mirar programas de cocina o hará que te dé más hambre─ le digo.
El muy bobo está mirando un programa de cocina de esos que siempre pasan en la noche, y ahora están enseñando a hacer hamburguesas caseras con queso cheddar y panceta, además de unas nuggets de pollo caseras, papas fritas, y de postre un frappé de oreo, algo así como los combos de McDonald's, bueno, el capítulo de hoy del programa nos está mostrando cómo hacer uno.
─¡Es que no hay nada para mirar!
─¿Novelas? ¿Resúmenes de partidos en YouTube? ¿Alguna caricatura?
─Las caricaturas de ahora son un asco.
─No todas, South Park es buenísima.
─¡AAAAH, ¿DÓNDE ESTÁ MI HAMBURGUESA?!─ se cae del sillón y se pone a rodar por el sillón, pobrecito, jaja.
─Oye, adivina de dónde pedí las hamburguesas─ le guiño el ojo.
─Tengo tanta hambre que mi cerebro no me permite pensar.
─¡Ay, por favor, Pepe! ¿Qué tan difícil puede ser?
─No creo que mucho, pero cuando tengo hambre parezco más burro que un compañero que tenía en la secundaria, y vaya que era burro.
Yo me río.
─Qué malo. A ver, te voy a dar una pista, pedí tremendo combo de una de estas cadenas de comida rápida: Mostaza, Burger King, o McDonald's. ¿Cuál crees que pueda ser?
─No tengo ni la más mínima idea, pero con cualquiera de las tres me conformo─ dice, babeando, realmente se está muriendo de hambre, yo también, pero yo soy mejor para ocultarlo─, más si es de Mostaza o McDonald's.
─¿Entonces te rindes?
─McDonald's.
─Exacto. Pedí dos hamburguesas dobles con cheddar y panceta, una cajita de diez nuggets y las papas fritas medianas. No pedí refresco porque aquí tenemos agua.
─Bien pensado, además no hay que gastar plata en cosas que no necesitamos, porque a fin de mes tenemos que contar las monedas para pagar el alquiler.
─Hablando de contar monedas, tengo que contarlas para cuando te tenga que devolver la plata.
─¿Qué plata?
─Te saqué los reales que tenías en tu alcancía bajo la cama, porque sino no iba a tener con qué pagarle al repartidor cuando llegue.
─¡¿CÓMO?! ¡Pero si serás...!─ se levanta del piso y me agarra de la camiseta.
─Ya, ya─ digo entre risas─, te la voy a devolver, te lo prometo. Te juro que cuando llegue la comida vas a quitar esa cara de enojado y me lo vas a agradecer.
─Pero perfectamente pude haber sacado yo la plata y pagarle yo, no tenías que meterte bajo mi cama y robarme.
─Jaja, perdón.
Ya estamos comiendo, Dios mío, qué cosa más deliciosa. Amo la comida de McDonald's, es infancia pura. Recuerdo cuando iba a McDonald's con mis amigos luego de habernos unido tanto en el torneo nacional de primaria, Ishizaki, Manabu, Urabe, todos...
Antes de seguir divagando en mis recuerdos, escucho el eructo de Pepe, que indica que quedó satisfecho con la comida, siempre hace lo mismo.
─Provecho─ le digo, un poco asqueado.
─Gracias, tenías razón, ya no estoy enojado por el hecho de que me hayas robado la plata.
─¿Ves? Por comida, cualquier robo vale la pena.
─Ya, me voy a dormir. Ahora que tengo el estómago lleno, puedo dormir en paz. Tú también deberías dormir, pronto será tu enfrentamiento uno a uno con Santana, ¿no? Un buen acto de preparación es dormirse temprano para despertar con energías. Buenas noches─ se va a nuestra habitación.
Santana...
Ustedes no saben, pero desde que conocí a ese jugador, me he motivado aun más para dar todo de mí en los entrenamientos. Es que... es tan bueno... Pero lo que más me llama la atención de él, es que no sonríe jamás, siempre tiene la misma cara seria, esa expresión de vacío, como si nada le importara en la vida, ni siquiera el fútbol, porque parece que no lo disfruta para nada, es decir, es totalmente opuesto a mí: siempre que piso una cancha de fútbol, observo a todos los que vinieron a apoyarme, y tengo un balón de fútbol en mis pies, me pongo tan feliz, que lo demuestro mostrando mis habilidades en el campo, con una enorme sonrisa en el rostro, como si el balón fuera una parte de mi cuerpo.
Me encantó jugar contra Santana la primera vez que lo conocí, por suerte gané el partido, porque fue muy complicado, en un momento Santana hizo un disparo tan poderoso que me lastimó, y sonreía como psicópata... Las únicas veces que sonreía era cuando se ponía desafiante. Me causa mucho misterio, es muy serio, no parece tener sentimientos, y tiene unas habilidades fuera de este mundo. Ya le pedí que tuviéramos un duelo uno a uno para ver quién es el mejor de nosotros dos, y milagrosamente accedió. Estoy trabajando muy duro en mis entrenamientos para poder superarlo totalmente, y demostrar por qué un japonés está en Brasil, la tierra del fútbol.
Eso de las habilidades extraordinarias me recuerda a mis amigos de Japón. Suspiro. Cómo los extraño...
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𝗥𝗘𝗖𝗨𝗘𝗥𝗗𝗢𝗦 𝗗𝗘𝗟 𝗔𝗬𝗘𝗥 ❱ Capitán Tsubasa ✔
FanficTsubasa Ozora tiene diecinueve años de edad, vive en Brasil junto a su amigo Pepe, y está muy feliz con su nuevo estilo de vida y no se arrepiente de nada, y más porque dio todo de sí para poder llegar hasta donde está hoy. Sin embargo, por más que...