IV. 𝐔𝐍𝐀 𝐍𝐈𝐍̃𝐄𝐙 𝐇𝐄𝐑𝐌𝐎𝐒𝐀

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Ahora que estoy recordando muchas cosas de mi niñez, se me está yendo el sueño. Pepe ya debe estar en el quinto sueño, jaja, pero yo sigo con los ojos duros, mirando a la nada, pensando en todo... literalmente.

Tal vez si sigo pensando, en algún momento me quedaré dormido. Date prisa, maldita sea, que ya deben ser la una de la mañana, y nosotros tenemos que despertarnos temprano para ir a trabajar (y encima eso, no tengo ganas de lavar platos, aaa).

¿Qué les podría contar? Ya les hablé de Roberto, ya les hice un resumen de los campeonatos que he ganado hasta ahora. Mmmm... ¿qué tal si les hablo de la vez que casi me atropella un camión cuando tenía apenas un año? Wow, tremenda anécdota, jaja, pero es cierto, con tan sólo un año casi me arrolla un camión en la calle. 

Mis padres estaban ayudando al taxista a descargar el baúl de atrás con nuestras valijas, en ese entonces vivíamos en Tokio. Yo estaba jugando con mi balón de fútbol, de lo más tranquilo, en la acera, y en un momento mis padres me descuidaron y yo me alejé de ahí porque mi balón se había ido rodando a la calle. Yo estaba parado en medio de la calle, agarré mi balón con la sonrisa que llevaba siempre, pero en ese momento escuché un sonido muy fuerte: el bocinazo del camión. Mis padres llegaron al lugar, no les iba a dar el tiempo de cruzar la calle y salvarme, entonces se quedaron mirando con horror, mientras yo solamente veía el camión acercarse más y más a mí, no recuerdo haber sentido miedo, solo miraba, hasta que el camión frenó, y como tenía el balón protegiéndome el cuerpo, al momento del impacto, el balón lo absorbió y salí volando hacia un jardín al otro lado de la calle. Lo sé, esto suena sacado de una serie de caricatura o algo así, pero les juro que realmente pasó así, ni mis padres lo podían creer, hasta el día de hoy dicen que fue un verdadero milagro. 

No sé, creo que... desde ese momento dije: el balón es mi amigo. Creo que ese es mi eslogan. O sea, desde ese momento me empezó a gustar más y más el fútbol, literalmente el fútbol me salvó la vida. Todos estos años jugué por mi cuenta, porque casi no tenía amigos, la única niña con la que más o menos me hablaba era con Yayoi, una amiga de la escuela a la que asistía hasta los doce años cuando me mudé a Shizuoka. El resto de los niños de mi escuela me veían como a un raro por estar todo el día pegado al balón y hablarle como si fuera una persona. Pssh, por favor. Si no hablaste con un objeto inanimado cuando eras niño entonces no tuviste infancia, vamos a ser realistas, pero estos niños no lo eran. Nunca les tuve rencor ni nada, la verdad es que mi balón y mis padres eran la única compañía que necesitaba, desde siempre he sido muy maduro e independiente (bah, no desde siempre, no a los cinco años, o sea, pero conforme han ido pasando los años, he sentido que he sido una persona que no dependía de tener amigos para ser feliz, o que se tomaba las cosas serio, cuando tenían que ser serias), y fui feliz totalmente con lo que tuve, nunca necesité amigos.

Hasta que conocí a Ryo Ishizaki, mi primer amigo. Fue cuando entré a la primaria Nankatsu. Hasta la fecha, sigue diciendo que yo fui como un ángel caído del cielo para él y el equipo de la escuela, porque gracias a mí y gracias a que Roberto se volvió el entrenador del equipo, pudieron volverse la mejor versión del equipo Nankatsu, y empatar un partido determinante contra su más grande rival, el equipo Shutetsu, donde conocí a Genzo Wakabayashi y a Taro Misaki, mis otros dos mejores amigos junto con Ishizaki; gracias a mí crecieron. La verdad es que me hace sentir muy feliz el hecho de que soy influyente para alguien, nunca me consideré especial para los demás, pero los amigos que hice a partir de los doce años, me hacen sentir muy bien.

Un recuerdo muy lindo que tengo con mis amigos es uno en el que fuimos a McDonald's juntos, fue en la época del Mundial de Rusia 2018, y en McDonald's daban los juguetes de los jugadores más destacados por así decirlo, Messi, Modric, Mbappé, etcétera, y yo fui con Ishizaki, Misaki y Wakabayashi antes de que estos dos últimos se fueran a Francia y Alemania. Recuerdo que a mí me tocó Messi, ese juguete significa mucho para mí porque es uno de mis jugadores favoritos y uno de mis más grandes ejemplos a seguir, hasta me terminé trayendo el juguete conmigo para que me dé suerte aquí en Brasil, jaja...

A Misaki le tocó Modric, a Wakabayashi Ronaldo y a Ishizaki Mbappé.

─¡Jaja, soy campeón del mundo!─ dijo Ishizaki, agarrando a su juguete de Mbappé.

─Sueña con que vas a ser campeón del mundo, Ishizaki─ le contestó Wakabayashi, y Misaki y yo reímos.

─Pues no me sorprenden esas palabras viniendo de ti, engreído.

─Yo estoy feliz con mi juguete de Modric, me encanta su forma de ser y de jugar, es una gran persona─ comentó Misaki.

─Tú eres Modric en la vida real, Misaki─ le dije.

─Y tú vas a ser el Messi japonés que nos va a llevar a lo más alto─ me dijo Ishizaki, los tres me miraban con una sonrisa─. Vas a ser el mejor jugador del mundo, incluso mejor que Messi.

─Muchas gracias por tus palabras, Ishizaki. Voy a ser el mejor jugador del mundo, e iré a Brasil a cumplir mi sueño─ dije, con mucha ilusión.

Luego de esa plática, nos comimos todo el banquete que se trajo Wakabayashi (como es millonario, pudimos comer como reyes, jaja).

Dejamos unas nuggets y papas y Wakabayashi compró dos hamburguesas más, y lo último que hicimos en McDonald's ese día fue jugar al Bottle Challenge

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Dejamos unas nuggets y papas y Wakabayashi compró dos hamburguesas más, y lo último que hicimos en McDonald's ese día fue jugar al Bottle Challenge. El que lograba dejar la botella parada, podía agarrar una papa, una nugget o empezar a comer una hamburguesa. Al final, el que comió más fue Misaki, porque, no sé cómo lo hacía, pero era muy bueno en ese juego.

─Familia, hoy se come─ Ishizaki intentó dejar la botella parada, pero no pudo─. ¡No!

─Jaja, muévete─ Genzo lo intentó, pero también falló─. Fuck!

─Permiso─ Misaki lo hizo y logró; agarró una nugget. Lo volvió a hacer y lo logró de nuevo; agarró una papa frita, y a la tercera arrancó un pedazo de la hamburguesa. Luego falló y me tocó a mí yo soy muy malo en ese juego, pero al menos pude comer algo al final del juego, jaja.

Suspiro. Qué recuerdos. Creo que es uno de mis recuerdos favoritos, a veces que voy al McDonald's con Pepe hacemos ese juego con la comida, pero miren que él es un tramposo, una vez se comió la hamburguesa completa, ¡tragón!

Uy, me está dando sueño. Creo que en cualquier momento caigo en un sueño profundo, y mañana me voy a despertar con más sueño todavía, jaja. Les voy a seguir contando mañana.

𝗥𝗘𝗖𝗨𝗘𝗥𝗗𝗢𝗦 𝗗𝗘𝗟 𝗔𝗬𝗘𝗥 ❱ Capitán Tsubasa ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora