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El alcohol empezó a hacer efecto más rapido de lo esperado, Minho no estaba con todos sus sentidos al cien.

Las gotas de lluvia empezaron a impactar en el coche, Minho suspiró nervioso.

Apretó el volante con fuerza, al punto de poner sus nudillos blancos. Trató de calmar su respiración, siéndole cada vez más imposible al notar que la lluvia aumentaba y tal vez una tormenta se aproximaba.

Pequeñas gotas empezaron a deslizar por sus mejillas, su labio inferior temblaba. Sintió miedo. Miedo y culpa.

─ Bebe el jugo con más cuidado, cariño. Vas a ahogarte si bebes así.

Suzy retó con dulzura a su hijo, viéndolo por el espejo retrovisor del coche de a ratos. Minho se encontraba sentado obedientemente en el asiento de atrás, en el medio.

─ ¡Entonces Hyunjin se fue con él!─ reprochó el pequeño de cinco años. Ignorando las palabras de su madre totalmente, la mayor rió leve por esto.

─ Cielo, Hyunjn también puede tener más amigos.─ trató de explicar la pelinegra, siendo su piel un contraste totalmente delicado al ser tan pálida.

Minho desabrochó su cinturón con disimulo, acercándose un poco más a su madre para hablar más cómodo.

─ ¡F-fue mi amigo primero!─ chilló ofendido al recordar como Hyunjin estuvo todo el día con el chico nuevo que entró a la academia de baile.

Era una traición para el pequeño Minho.

─ Bebé, te vi. Ponte el cinturón, por favor.─ habló con amabilidad Suzy, prestando atención en el camino. Ese día había una tormenta desagradable, debía prestar atención al no ver casi nada.

Minho suspiró cansado mientras revoleaba sus ojitos, volviendo a beber de su juguito totalmente relajado.

─ Hazle caso a mamá, Minho.

El menor obedeció de inmediato al notar la mirada seria de su madre observarlo por el espejo. Lo había ajustado mal, pero para la cabecita de un niño de cinco años, eso no era importante.

Importante era hablar de su tragedia de hoy, y la traición de Hyunjin.

─ Mami..─ llamó el pequeño, sumido en sus pensamientos. La mayor emitió un sonido, dándole a entender que siguiera.─ ¿Tú crees que sea tan bueno como los chicos de la televisión?

Preguntó el menor recordando a los idols cantar y bailar a la misma vez sobre un escenario. Él deseaba subir a un escenario a bailar y que todos lo aplaudieran por aquello.

─ Claro que sí, príncipe. Serás el mejor bailarín de todos, y mamá será tu fan número uno.─ habló con emoción la mayor, riendo suave al ver la misma en su hijo.

Secó las primeras lágrimas con rabia, siendo seguidas por muchas más que no se estresó el retirar.

Paró el coche, necesitaba salir de ese lugar que se volvió tan sofocante. Olvidó la tormenta por un momento, y no le importó al estar de pie sobre el suelo.

Caminó bajo la lluvia de manera torpe, sus lágrimas se camuflaban con la lluvia pero sus ojos rojos lo delataban totalmente. Se veía muy destruido.

Paró en seco al reconocer el lugar donde paró de forma inconsciente, tomando asiento en un escalón de la puerta de un hogar.

Until The End ≀ MinsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora