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Soledad no podía creer que era Roxana y como esta salió de ahí entre risas burlescas, soledad miro a todas partes y la vio huir, fue detrás de ella, porque era Roxana.

¿Cómo pudo estar vivía?

La vio morir

¿Acaso fingió su muerte?

Si es así fue tan cruel de su parte condenarla a una culpa que ella no hizo, no iba a quedarse así, quería respuesta, que no le importó salir por aquel callejo donde ella la vio, Roxana solo quería asustarla, la había seguido y acosado sabía que Soledad tendría un colapso de paranoia lo podía ver como entraba a s trabajo, a su casa.

Pero todo se iba cuando la miraba sonreír con Fernando, quien pensaría que después de tener a Gustavo lo estaba cambiando por Fernando siempre quedándose con sus sobras esos hombres que estuvieron con ella.

La mujer se detuvo con una mirada fría y descarada sobre soledad que estaba agitada por correr hacia ella.

Ahora puede ver a su prima tan diferente, parece que su ausencia le favorece más a ella que a la propia Roxana.

— ¿Cómo es que estas vivía? Te vi morir en esa habitación.

—Mírame estoy viva, regrese del mismo infierno, pero tú te vez tan patética luciendo ese vestido, acaso quieres quedarte con mis sobras, con Fernando, sabes que él me amo desde que éramos niños, y ahora lo quieres para ti.

—Tú no sabes nada.

— ¿No? Y dime que fue eso que vi en la sala—soledad frunció el ceño—Te vi coqueteando, se cuándo Fernando quiere algo más, como te vio, claro tal vez solo quería hacerte el favor de llevarte a la cama, conozco esa mirada en él, dios lo ardiente que es Fernando, su cuerpo de solo volverlo a recodar como me hacia el amor, como decía amarme solo a mí.

— ¡Cállate!

— ¿Por qué? Querías irte a coger con él, no seas mojigata, o es que no te gusto como folla Gustavo, si que eres una tonta.

—Mejor respóndeme porque estás aquí, cómo pudiste engañar a todos Roxana, cómo pudiste hacer una mentira tan grande y decir que yo te mate, lo que me hicieron lo que pase por tu mentira, porque eso es una maldita mentira.

—Bueno claro que lo era, si no estuviera parada frente a ti para decir que he vuelto y que no te dejare la vida fácil.

— ¡Porque! Que te he hecho Roxana, me has quitado todo, el amor de mis padres, odiándome con tus palabras, pero no voy a permitirlo, esta vez no Roxana, quedarte con todo, pero déjame a mí en paz.

— ¡PAZ! Porque debería, porque no desapareces.

—Y ser como tú, fingir mi muerte, rompiste a un hombre, le hiciste creer que yo te mate, se vengó de mí, por asesinarte mientras quien sabe tu que hacías de tu vida.

Roxana sonrió, claro que disfruto todo esos meses hasta que Dalton se le metió la idea de tener un hijo, alguien a quien dejarle su legado, no iba ser un blanco fácil para cualquier loco, aunque ese bebe le aseguraría una buena vida de riquezas, pero no era estúpida.

—Si no sabes cuánto lo disfrute, pero bueno ya estoy aquí.

—Con que mentira, con que mentira regresaras, que inventaras, porque después de esto te voy acusar por mentir—rozaba camino hacia ella.

Soledad no se movió no iba a temerle como siempre lo hacia la enfrentaría, mostraba su valor, mientras Roxana vio que ella no se movió para nada de ahí, solo la tomo de las mejillas con fuerza.

— ¡Porque no tiemblas maldita!

—Ya no te tengo miedo, no voy a tenerlo, me has lastimado tanto que me he hecho inmune Roxana.

—Siendo así, no te importara saber un secreto de familia—soltó sus mejillas—Mi tía me confeso algo, ¿Qué? Así mi tía sabe que estoy viva, está completamente feliz, como ya lo sabes, siempre he sido su preferida, nunca te has preguntado porque no te quiere, y no siente nada por ti—cizaño notando como los ojos de Soledad se cristalizan—Puedes ponerte dura, pero sabemos que siempre ha sido tan sensible a esto, de que tu madre no te amé, simple no eres su hija.

—Mientes.

—No mi tío, se metió con una mujer pobre, dios que asco una criada que tenía ganas de aspirar hacer la señora, mi tío solo se divirtió con ella, bueno salió embaraza, justo al mismo tiempo que mi adorada tía.

—No voy a creerte.

—No me creas pero hasta la abuela lo sabía, por eso siempre te adorado más que a mí, claro porque mi padre es hijo de la segunda mujer de tu abuelo, después de dejar a tu abuela, sabemos que todos un enredo familiar, mi tía conoció al medio hermano de mi padre se enamoraron ósea tu padre y bueno lo demás sale sobrando, por eso me adora a mí. Fue una pena que tu madre muriera en el parto desangrándose, —soledad negó—Mi tía perdió al bebe, y bueno naciste, no pudo tener más hijo, obligada por tu abuela en que mi tío te reconociera y que mi tía soportar a la humillación, quien viera a la maldita abuela ser una perra, nunca soporto que el abuelo la dejara, hasta tuvo surte que ellos se murieran quedándose con todo, por eso te dejo a ti como única heredera, para castigarnos, por eso esa maldita no dejo ser feliz a mi abuela con mi abuelo, nunca le dio el divorcio. Siempre me miraba con desprecio como mi padre.

—No voy a creerte.

—No importa si me crees, al final no eres nada, solo hija de una pobretona que se embarazo, y mira como termino muerte en una fosa común...

— ¡Te odio! —reclamo Soledad abofeteándola con fuerza. —Nunca más Roxana jamás vuelvas acercarte a mí, eres una loca, una maldita loca que debería está encerrada.

La mira de Roxana de odio, intento abalanzarse sobre soledad si no fuera por Fernando que la empujo cayendo al suelo. Fernando miro el rostro de soledad que estaba roja.

Se giró para ver a Roxana, también estaba sorprendió pro verla ahí.

—Roxana.

—La misma, no pensé que habías perdido los modales.

—Todos vimos que había muerto, como es que estas viva.

—Bueno tal vez regrese por un viejo amor. —se acercó ella.

—Estás loca Roxana—dijo el rechazándola y abrazando a soledad—Has hecho tanto daño sobre todo con soledad.

—Por favor ella solo es mi remplazo nunca me has olvidado.

—no digas estupideces Roxana, deje de amarte hace mucho.

—No te creo, no me digas que te gusta ella—intento tocarla.

—basta Roxana.

—entonces lo es, por dios Fernando es tan insípida ella, no pudo retener a Gustavo haciéndose pasar por su esposa.

—Ese imbécil no se quedara así—ella se carcajeo.

Pero así como estaba burlándose se le borro al ver una camioneta negra abalanzarse sobre ellos, Roxana intento que se fueran entre ellos dos, el solo pudo reaccionar empujando a soledad cuando la camioneta lo lanzo por los aires.

Roxana intento huir pero fue retenida por los hombres que salieron de ahí a punta de pistola y como soledad intento ir sobre Fernando.

—El jefe la quiere a ella—apunto a soledad que intentaba hacer reaccionar a Fernando.

El grito de soledad fue callado, mientras Roxana sabía quiénes eran ellos, no iba a volver de nuevo menos cuando habia robado al hombre que la complació en todos sus caprichos, subiendo ambas en la camioneta.

Fernando apena pudo reaccionar débilmente al ver como se alejaba del perdiendo el conocimiento.

Falso MatrimonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora