Falso Matrimonio

19

Fernando despertó angustiado, lo primero que hizo fue quitarse la mascarilla de oxígeno, una de las enfermeras salió del cuarto avisándole al doctor que había despertado, aun un poco inconsciente y dolor de cabeza, intenta recordar lo que paso.

Solo se le vino a la mente que salió a buscar a Soledad y al verla estaba con Roxana, abrió más los ojos Roxana estaba viva, intento quitarse el suero, que fue evitado por el mismo médico, indicándole que no lo hiciera aun están sanando sus heridas.

Él se negó, necesitaba ir por soledad, necesitabas saber que estaba bien.

—Cálmese señor Garza, necesita estar tranquilo sufrió fracturas en su brazo y pierna, necesita...

—¡Que me calme! Mi amiga esta en peligro y me pide que me calme, necesito irme, ¡No me toque!

—Hay que sedarlo.

—No lo intente—dijo alterado intento luchar contra los enfermeros.

El padre de Fernando estaba preocupado junto con la presan sobre el rumor que su hijo estaba hospitalizado, motivo intento de asesinato se manejó de esa manera, no tardó en llegar los Tejeda, preocupado sobretodo la mujer quien sabía que Roxana fue a buscar a soledad y del cual no regreso.

La mujer hablar con el diputado Garza junto con su esposo, sobre un tema delicado, el padre de Fernando dudo, aceptando ir a una de las salas, del cual fue un arrepentimiento a ver aceptado hablar con esas dos personas, la mujer entro en histeria confesando que Roxana estaba vivía, algo que su esposo no pudo creer, sobre todo mentirle todo este tiempo que su sobrina estaba escondía en la casa.

Su desaprecio tendría que ver con Soledad, de la cual tampoco se sabía nada y que al informe del médico Fernando solo decía que debía salvarla.

—¡Cómo pudiste callar algo así! —reclamo su esposo—Soledad esta desaparecido junto con ella, Fernando tiene fracturas, maldita sea no sabemos donde están han pasado tres días, ¡Tres días!

—No lo sé, solo Roxana dijo que el hombre era peligroso, no se más.

—Al menos sabes el maldito nombre, si mi hijo le pasa algo los arruinare.

—Realmente no lo sé —se puso a chillar la mujer—Roxana ...

—Al diablo Roxana—dijo el señor Garza—Mi hijo no deja de preguntar por Soledad, si esa mujer le pasa algo mi hijo no me lo va perdonar en buscarla, así que dime todo maldita sea.

—¡Habla! —esta vez exijo su marido.

El padre de Fernando no quitaba la mirada de su hijo cuando este volvió en sí de nuevo, no le gustaba verlo sedado, pero no iba a permitir que pusiera su vida en riesgo, necesitaba recuperarse.

La mirada oscura de Fernando suplicaba que buscara a Soledad, como pudo ser tan imbécil y no ser nada reprochándose, ella no merece que nada le pase, no desea que su brillo se apague, a sido de una tormentosa relación de mentiras, Gustavo le hizo demasiado daño por una muerte que la misma Roxana debió planear, que otra explicación tendría al verla viva.

No tiene a nadie, solo a él, sus padres si es que se le pueden decir, no han valorado la mujer de hija que tiene.

Hace puño su mano derecha golpeando la cama, su padre nota su desesperación, tanto le importa es mujer, tanto para no importarle recuperarse en buscarla.

—Padre, necesito que muevas todo, no debe pasarle nada, no me lo perdonaría, no podría verla a la cara.

—Fernando.

—Sé que nunca te agrado, pero a mí me importa demasiado soledad, ella... todo lo que a pasado, la indiferencia de sus padres, y lo cruel que fue Gustavo con ella, no debiste meterte en mi vida y alejarme de ella esos meses, solo debías aceptar lo que yo quería, es que no comprendes, lo que quiero, pero al final lograste y yo debía aceptarlo, nunca más padre te metas en mi vida alejándome de la persona que quiero.